Los océanos son una parte esencial de nuestro planeta. Nos proporcionan alimento y mantienen nuestro entorno saludable. Sin los océanos, simplemente no existiríamos.
No obstante, el cambio climático provoca que las temperaturas oceánicas suban, los icebergs se derritan y el nivel del mar aumente. Hemos de actuar para invertir estas tendencias, y la sensibilización sería el primer paso. Para ello, la FAO celebró un debate en línea titulado “Talking Ocean and Climate Change” (Diálogo sobre los océanos y el cambio climático), presentado por la Editora de medio ambiente de France24, Sra. Mairead Dundas. Un grupo de expertos en océanos y aficionados al tema se reunió para intercambiar puntos de vista y discutir sobre lo que todos podríamos hacer por nuestros océanos en la lucha contra el cambio climático.
Pero, ¿qué está ocurriendo ahora mismo con nuestros océanos?
Las últimas investigaciones revelan que, como consecuencia directa del calentamiento del planeta, las temperaturas de los océanos han alcanzado un máximo histórico. Las costas se inundan con mayor regularidad y las especies luchan por adaptarse a temperaturas más cálidas. De hecho, por cada grado más de temperatura de los océanos, perdemos el 5 % de la biomasa oceánica.
Esto repercute no solo en la biodiversidad y los ecosistemas, sino en millones de personas cuyos medios de vida dependen de los océanos. De acuerdo con el Sr. Manuel Barange, Director de la División de Pesca de la FAO, hemos de prestar particular atención a la relación entre los seres humanos y la naturaleza: no estamos separados, sino conectados de manera intrínseca.
“No olvidemos que el 10 % de la población (mundial) depende de los océanos y la pesca para subsistir. Muchas de estas personas integran los sectores más pobres de la sociedad, regentan pequeños negocios o dependen de los océanos para su supervivencia”, dice.
Uno de los componentes del grupo, la Sra. Flower Ezekiel Mbaye, conoce especialmente bien esta cuestión. Por su condición de experta en cultura de algas e innovación acuícola en Tanzanía, ha sido testigo de los efectos del cambio climático en la pesca y los pescadores. Muchas de las mujeres locales de Zanzíbar obtienen sus ingresos de la cultura de algas, pero Flower explica que el calentamiento de los océanos en la región está afectando a sus cultivos. Determinados tipos de algas de alto valor están sufriendo, lo que está forzando a los habitantes de zonas costeras a cambiar de cultivos y ejercer su actividad en otro lugar.