En un webinario realizado el 14 de julio de 2020, titulado “Joint Action on COVID-19: Boosting our Global Response” [La acción conjunta contra la COVID-19: cómo reforzar nuestra respuesta mundial] se presentaron las siete áreas principales de intervención planteadas por la FAO en respuesta a la crisis de la COVID-19 y transmitió claramente el mensaje de que no es posible continuar trabajando de la manera usual.

Si continuamos como siempre, habrá una gran pérdida de vidas.

El director general de la FAO, Qu Dongyu, dijo a los participantes que, con 4500 millones de personas cuyos empleos y medios de vida dependen de los sistemas alimentarios, es el momento de que la FAO redoble sus esfuerzos y trabaje de manera más integral para evitar la pérdida de un gran número de empleos a consecuencia de la pandemia de COVID-19. “Debemos limitar los daños a la inocuidad de los alimentos y a la nutrición causados por la COVID-19 y, al mismo tiempo, transformar nuestros sistemas alimentarios para hacerlos más resilientes, sostenibles y equitativos”, afirmó.

La pandemia nos está llevando a pensar de forma diferente.

El director general destacó que la FAO puede ejercer una influencia significativa a través de cuatro funciones esenciales: el asesoramiento en materia de políticas, la difusión de información, la labor normativa y el desarrollo de capacidades. “Podemos seguir trabajando de manera más completa e integral con todos los actores principales, no solo con los gobiernos sino también con el sector privado, el mundo académico, la sociedad civil y [...] nuestras organizaciones internacionales afines”, explicó.

Al presentar el plan de respuesta integral de la FAO para la COVID-19, la directora general adjunta, Beth Bechdol, afirmó: “Se necesitan medidas urgentes para afrontar esta crisis y es imprescindible que pensemos no solo en el corto plazo, sino también en el futuro”. El costo estimado de la aplicación del plan en los próximos dos años es de 1200 millones de dólares estadounidenses. “A fin de asegurarnos de no agravar ni reproducir la pandemia, todos debemos dirigir nuestra atención a adaptar los sistemas alimentarios y agrícolas para dotarlos de una resiliencia aun mayor”, señaló.

La importancia de las normas sobre inocuidad alimentaria.

El economista jefe de la FAO, Máximo Torero Cullen, describió las siete áreas principales de intervención en las que los países, las regiones y la sede trabajarán de forma conjunta con sus socios. “La crisis ha demostrado la importancia de las normas de inocuidad alimentaria que rigen los intercambios comerciales. Debemos encontrar la forma de acelerar este proceso”, afirmó, haciendo hincapié en la importancia de la colaboración internacional.

Más información

Ver el webinario completo en el sitio web de la FAO.

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©FAO/Max Valencia / FAO