Sustituie: Arabic version (2005), English version (2005), French version (2005), Chinese version (2005)
La pesca y la acuicultura son asuntos de seguridad nacional y parte esencial del quehacer económico y social del país. Los estudios realizados por el Instituto Nacional de la Pesca muestran que del total de las pesquerías evaluadas, un 27 por ciento se encuentra en deterioro, un 53 por ciento en un máximo aprovechamiento y, solamente, un 20 por ciento tiene posibilidades de aumento de la producción. Considerando lo anterior, la acuicultura representa una alternativa real para ampliar la oferta alimentaria en el país, contribuyendo a la seguridad alimentaria, generación de divisas y crear fuentes permanentes de empleo, estimulando el desarrollo regional. La acuicultura participa en la producción pesquera nacional con poco más de 15,83 por ciento de la producción nacional. El crecimiento durante los últimos diez años de esta actividad presenta una tasa promedio de 3,44 por ciento. Para fortalecer y consolidar esta actividad, se requiere de promover la diversificación y tecnificación de la misma, orientándola a incrementar su eficiencia productiva; reducir los posibles impactos; diversificar las líneas de producción e incrementar la rentabilidad económica y social. Para lograr esto es necesaria la participación del sector productivo en los trabajos de investigación y desarrollo tecnológico sobre aspectos como sanidad, nutrición, genética y manejo ambiental. La problemática de la producción pesquera y acuícola de México, se encuentra asociada a las deficiencias estructurales, rezago social en la producción pesquera, limitaciones de carácter organizacional, tecnológico, de asistencia y de capacitación en el trabajo, así como en las posibilidades de crecimiento y desarrollo del sector en el marco de la concepción del desarrollo sustentable en el mediano y largo plazo. Los trabajos de acuicultura se han desarrollado en gran parte en aguas interiores, principalmente con peces y desde un enfoque de piscicultura de repoblación. Sin embargo, de los programas de desarrollo pesquero que han establecido objetivos concretos para impulsar el desarrollo de la acuicultura, aún persiste la carencia de apoyo para alcanzar las metas. En el año 2001, la acuicultura aportó aproximadamente un 12,93 por ciento de la producción pesquera total (521 957 toneladas). La Carta Nacional Pesquera cita que en México se cultiva un total de 61 especies, de las cuales 40 son nativas y 21 son de origen exótico habiendo sido introducidas al país. La infraestructura acuícola disponible en el país asciende a 1 963 unidades, las cuales se clasifican en cinco categorías: canales, corrales, estanques artesanales o revestidos, estructuras flotantes y charolas de fondo. Los promedios de producción en aguas interiores relacionados con la acuicultura de redoblamiento alcanzan el orden de los 120 a 150 kg/ha/año en sistemas de monocultivo, pero que pueden llegar a producir hasta 400 a 1 500 kg/ha/año bajo condiciones de policultivo. El perfil altitudinal de México generara una gran diversidad de condiciones climáticas y ecosistemas que contribuye al desarrollo de un sector acuícola muy diversificado. El ulterior desarrollo de la acuicultura en México dependerá de la aplicación exitosa de tecnologías eficientes y de procesos de innovación, modernización y reconversión productiva.
Al término del Siglo XX la acuicultura se constituye a nivel mundial en un mecanismo alterno para la producción de alimentos tanto en aguas continentales, como salobres y marinas. En México la piscicultura arranca a fines del siglo XIX ya que en el año 1883 el Estado instituyó la piscicultura cuando la Secretaría de Fomento giró instrucciones a Alfredo B. Lamotte para que se construyera un vivero de peces. Este vivero fue construido en Ocoyoacan Lerma Estado de México y se le dio el nombre de Vivero Nacional Chimalapan, que se inició con un lote de 500 000 huevos de trucha arco iris importados de Estados Unidos (Arredondo y Lozano, 1996). En México, la acuicultura nace como una actividad complementaria de apoyo social a las comunidades rurales, con lo cual se pretendía incrementar el consumo de proteína animal y mejorar así los niveles nutricionales de la población (Juárez-Palacios, 1987). Aunque esta actividad se ha diversificado más hacia peces dulce acuícolas también se lleva a cabo en especies marinas, ya que la piscicultura marina en México como en otros países, es una alternativa tecnológicamente viable ante la creciente demanda de alimentos de origen proteico para el consumo generalizado de la población humana (Avilés, 2000). En México la piscicultura Marina se inicia a finales de la década de los 80, cuando se realizan los estudios para la engorda del pámpano (Trachinotus paitiensis) en jaulas flotantes en Baja California Sur. A partir de 1989 la piscicultura marina empezó a desarrollarse de manera experimental, iniciándose básicamente con los estudios biológico-reproductivos de especies de alto valor comercial como la cabrilla, pargo, róbalo, huachinango, corvina, pámpano, totoaba y lenguado (Avilés, 2000). Desde sus inicios, la acuicultura ha trascendido por diferentes etapas de desarrollo y ha seguido tres vertientes principales, la acuicultura de fomento o la práctica de la actividad en pequeños cuerpos de agua y unidades de producción principalmente para autoconsumo y destinadas al cultivo de diferentes especies de tilapia y carpa; las pesquerías acuiculturales derivadas de la siembra sistemática en embalses de medianas y grandes dimensiones principalmente de carpa, tilapia, bagre y lobina, así como en las derivadas del manejo de existencias silvestres de crías de peces, postlarvas de langostino, ajolotes y similares; y los sistemas controlados principalmente de camarón, mojarra, trucha, atún, ostión y bagre practicada con fines de comercialización y demandas de grandes inversiones (Ramírez-Martínez y Sánchez, 1998). Actualmente en México, las estadísticas de producción en acuicultura disponibles corresponden al año 2011 (SAGARPA, Anuario Estadístico de Pesca 2011). El valor de la producción acuícola en el año 2011 (Cuadro 2) fue de 554 391 520 dólares EE.UU. con un volumen de 257 509 toneladas, donde las especies de mayor producción fueron: camarón con 108 971 toneladas con un valor de 352 796 449 dólares EE.UU., la mojarra con 68 438 toneladas alcanzo un valor de 84 837 069 dólares EE.UU. y el ostión con 42 591 toneladas obtuvo un valor de 17 241 164 dólares EE.UU. (1 dólar EE.UU. = 10,55 pesos) La producción generada por las pesquerías derivadas de la acuicultura (Cuadro 4), presento en el 2011 un volumen de 129 142 toneladas (peso vivo), en donde la mojarra (61 053 toneladas) y el ostión (41 794 toneladas) fueron las especies que presentaron mayor producción. En cuanto a los sistemas controlados el volumen fue de 133 713 toneladas (peso vivo), donde la especie de mayor producción fue el camarón con 109 815 toneladas (SAGARPA, 2011).
La acuicultura ha fomentado la creación de empleos, ya sea directos o indirectamente. De acuerdo al Anuario Estadístico de Pesca (SAGARPA, 2003) la población registrada en la captura y acuicultura cuenta con 271 431 personas, de las cuales 222 744 personas se dedican a la captura y pesquerías acuiculturales y 48 687 personas a sistemas controlados (cifras estimadas por el método del porcentaje medio). El Litoral del Pacifico (que abarca las entidades de: Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas) es el que cuenta con mayor número de personas (159 192), de las cuales 123 233 pertenecen a la captura y pesquerías acuiculturales, y 35 959 a sistemas controlados. El menor número de personas se registra en las entidades sin litoral (Aguascalientes, Coahuila, Chihuahua, Durango, Distrito Federal, Guanajuato, Hidalgo, México, Morelos, Nuevo León, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tlaxcala y Zacatecas) con 15 903 de las cuales 8 913 personas se dedican a la captura y pesquerías acuiculturales y 6 991 a los sistemas controlados (SAGARPA, 2003). En cuanto al Litoral del Golfo y Caribe cuenta con 96 336 personas. En la captura y pesquerías acuiculturales existen 90 598 personas y 5 738 en sistemas controlados.
De acuerdo al Programa Rector de Pesca y Acuacultura 2008 (PRPA)la República Mexicana se divide en cinco regiones acuícolas, las cuales son: I Pacifico Norte, II Pacifico Sur, III Golfo de Mexico, IV Golfo - Caribe y V Centro (Programa Rector de Pesca ya Acuacultura 2008). La producción acuícola en México está actualmente representada por diversas especies de peces, moluscos y crustáceos, tanto nativos como introducidos. Los principales sistemas de producción, acuícola que se utilizan en el país son los siguientes:
La producción de acuicultura en México presenta una infraestructura según los requerimientos de cada especie
a) Camarón Sistemas de cultivo: Extensivo, semi-intensivo, intensivo e hiper-intensivo. Dicha clasificación está acorde a la densidad y tecnificación (aireación, porcentaje de recambio de agua, entre otros) utilizada en la producción. El cultivo se desarrolla generalmente cerca de la línea de costa donde se encuentra esteros, lagunas costeras, bahías o bien escolleras, en zonas con una buena fuente de abastecimiento de agua. Se usan Estanques rústicos de tierra o forrados con geo-membrana de alta densidad, conocida como liner, cuyas dimensiones pueden variar entre 0,2 hasta 10 ha. Para el cultivo, la “Tasa de recambio de agua” (TRA, en porcentaje) depende del sistema utilizado: extensivo, 5 - 10 por ciento; semi-intensivo, 10 - 20 por ciento; intensivo, >20 por ciento. La densidad de siembra también va de acuerdo al sistema de cultivo; Extensivo: 4 - 10 PL/m²; semi-intensivo: 10 - 30 PL/m²; intensivo: 60 - 300 PL/m²; híper-intensivo: 300 - 450 PL/m². Para la siembra se usan organismos con en tamaño, PL12 - PL 15 el origen de la Postlarva es nacional y generalmente producida en laboratorios del Pacifico Mexicano. El tiempo de cultivo, estará enmarcado por la talla y capacidad de carga del sistema. En sistemas extensivos el periodo es de 6 meses promedio, para sistemas semi-intensivo, intensivo y hiper-intensivo se utilizan ciclos de 4 meses promedio, obteniendo organismos en la cosecha de 16, 20 y 24 g (CNA, 2012). b) Tilapia Sistemas de cultivo: Extensivo, intensivo y semi-intensivo. Esta clasificación depende de la densidad de siembra, suministro de alimento y tecnificación del sistema de cultivo (aireación, estanquería, recambio de agua, entre otros). Se cultiva, en zonas tropicales cercanas a una fuente de agua natural (ríos, embalses, lagos y lagunas). Las artes de cultivo son; estanques rústicos, tanques circulares de concreto o de geo-membrana y jaulas flotantes. En estos sistemas la densidad de siembra, varía en cada etapa del cultivo y el tipo de sistema:
El recambio de agua varía del 5 al 20 por ciento, según la etapa y sistema de cultivo y los organismos para la siembra tienen una talla de 1 - 5 g, el origen de la semilla es nacional. La duración promedio de los ciclos de cultivo es de ocho a nueve meses, con talla de cosecha de 300 a 350 g. c) Trucha Sistemas de cultivo: Extensivo, intensivo y semi-intensivo. Se cultiva tierra adentro en ríos o lagos con buena calidad de agua y oxigenación (>5 mg/l), usando, estanques rústicos, estanques rectangulares de concreto, tanques circulares de concreto o de geo-membrana y raceways o canales de corriente rápida. El flujo de agua para el cultivo varía, en función de la infraestructura, en raceways, mínimo de 90 l/s, con tres recambios por hora. En todos los casos el oxígeno disuelto en el agua no debe ser menor a 5 mg/l y dependiendo del tipo de estanquería, flujo de agua, altitud y oxígeno disuelto se pueden usar densidades de hasta de 20 - 25 kg/m² a 10 °C. Se estima que los productores pueden hacer hasta un ciclo por año con duración promedio de 7- 12 meses, dependiendo de las condiciones ambientales del cultivo y del manejo, cosechando organismos de 250 - 300 g (CNA, 2012). d) Atún La biotecnología es parcial, sólo se realiza la engorda de juveniles capturados del ambiente natural, en un sistema de cultivo intensivo. Se realiza en zona costera en áreas semi-protegidas de la acción directa de los vientos predominantes, con profundidades mayores a 25 m, libres de contaminantes y corrientes marinas de 10 a 20 cm/seg, usando jaulas flotantes de 40 – 50 m de diámetro y 15 – 20 m de caída. La densidad de siembra, está en función de la disponibilidad del recurso y del número de permisos y concesiones de acuacultura autorizados. Los juveniles para engorda, se capturan con red de cerco en aguas nacionales entre la latitud 22º y 32º norte. La temporada de captura es de mayo - agosto. Se siembran organismos mayores a los de 2 años de edad o 12 kg, el tiempo promedio de engorda es de 6 - 7 meses, cosechando organismos de 35 – 45 kg. En el territorio nacional existen varias especies utilizadas en la acuicultura, entre las cuales destacan el Abulón rojo, Atún Aleta Azul, Bagre de canal, Camarón Blanco del pacifico, Carpa, Langosta de Agua Dulce, Langostino Malayo Ostión Japonés, Peces de Ornato de agua dulce, Rana Toro, Tilapia y Trucha Arcoíris (CNA, 2012). Dentro de este contexto, las especies involucradas en actividades de acuicultura en México son descritas en la Carta Nacional Acuícola que comprenden peces, moluscos y crustáceos. El número de especies son 46, integradas por 34 especies de peces dulceacuícolas (6 nativas y28 introducidas), 5 especies de peces marinos (nativos), 3 de moluscos marinos y salobres (2 nativas y 1 introducida), 2 crustáceos dulceacuícolas (introducidas), 1 crustáceo marino (nativo) y 1 especies de anfibio (introducida) (Carta Nacional Acuícola, 2012). De acuerdo con el Anuario Estadístico de Pesca (2011), las principales especies cultivadas en ese orden son: camarón, mojarra, ostión, carpa, trucha, atún, bagre, charal, lobina y langostino. La necesidad de desarrollar tecnologías de cultivo específicas para las especies nativas está motivada por la expectativa de diversificación de las opciones acuiculturales en nuestro país, de crear una industria acuicultural propia que responda a las preferencias regionales de mercados ya existentes y que se oriente hacia la sustentabilidad de los cultivos y de los recursos silvestres, ante el riesgo de disminución de la diversidad por la introducción de especies exóticas, previniendo los efectos nocivos de esto y de los residuos generados por la actividad (Rojas y Mendoza, 2000). Aunque en México la introducción de organismos acuáticos ha sido realizada durante décadas, solo en ciertos casos los resultados se han traducido en beneficios. La pérdida de especies nativas se ha visto en el río Tunal en Durango, donde a raíz de la introducción de especies no nativas como Cyprinus carpio, Carassius auratus, Lepomis macrochirus y Micropterus salmoides, se perdieron 7 especies nativas en tan sólo 15 años. Otro aspecto a considerar con la introducción de especies exóticas, es la transmisión de parásitos importados representado riesgos sanitarios de las especies endémicas, como es el caso de Bothriocephalus acheilognathi (cestodo) parásito introducido junto con la carpa herbívora, procedente de la República popular China y que ha sido reportada en algunas especies nativas (Arredondo y Lozano, 2003). Con el propósito de mejorar la calidad de la producción en especies acuícolas, se utilizan diferentes métodos, en el que se destaca el mejoramiento genético, donde se pueden obtener grandes ventajas. Con las especies mejoradas genéticamente se puede obtener altos rendimientos ya que son organismos con cualidades cada vez más idóneas para asegurar la viabilidad de los cultivos, el propósito de este método es obtener características como: rápido crecimiento, bajo índice de reproducción, resistencia a enfermedades y óptima conversión alimenticia.
Acuicultura Extensiva: cultivo en embalses con mínima intervención humana después de la siembra, el objetivo de la acuicultura extensiva es el de sembrar o repoblar organismos acuáticos en embalses donde no los hay o hayan desaparecido o disminuido las poblaciones naturales o introducidas debido a problemas de contaminación o depredación. El hombre sólo interviene en la siembra de los organismos, sin tener que ver con otros factores hasta el momento de la captura (Rodríguez y Maldonado, 1996). La inversión en este caso es baja y no se requiere de personal calificado, pero sus rendimientos son bajos (Arredondo y Lozano, 2003). Cortés (1977) menciona que existen 23 cuerpos de agua que son los más grandes del país, con algunos medianos y pequeños que sostienen pesquerías importantes. En esta categoría se ubica la llamada acuicultura de repoblamiento, la cual aporta a las estadísticas pesqueras aproximadamente 100 000 toneladas anuales, que se consumen casi exclusivamente en el país. Acuicultura Semi intensiva: cultivo en estanques, corrales y cuerpos de agua como bordos temporales o permanentes, jagüeyes, represas, canales de riego y otros, se desarrolla en diferentes instalaciones . Se caracteriza por la falta de control que sobre el ambiente ejerce el acuicultor, quien sólo interviene en los aspectos alimenticio y reproductivo. Se sitúa de acuerdo con las fuentes alimenticias que en este caso son promovidas por la fertilización orgánica o inorgánica, aunque también se puede adicionar alimento con la intención de completar la dieta con productos vegetales o de otro tipo con menos del 10 por ciento de contenido proteico. Acuicultura Intensiva: cultivo en sistemas controlados, estanques, jaulas, canales de corriente rápida o sistemas de recirculación y reacondicionamiento del agua,. Por sus características el control de las condiciones de agua, la alimentación y la sanidad es estricta (PRPA, 2008). En este tipo de sistema los organismos son alimentados con alimento balanceado que puede ser complementado con alimento vivo. En la acuicultura intensiva, el acuicultor puede tener todos los factores ambientales controlados tales como: temperatura, iluminación, oxígeno disuelto, pH; factores bióticos: densidad, alimentación y salinidad, entre otros, que influyen en el desarrollo, crecimiento y reproducción de los organismos (Rodríguez y Maldonado, 1996). Las artes de cultivo usadas generalmente en México pueden agruparse de la siguiente forma:
La producción total de larvas, semilla y alevines ascendió a 6 943 millones de organismos en 2011 como resultado de la actividad acuícola (SAGARPA, 2011). En 2011 existen 9 216 unidades de producción acuícola en el país. En 1998, del total de empresas registradas en el padrón de acuicultura, un 58 por ciento de las empresas estaban dedicadas a la producción y 12 por ciento eran proveedores de equipos, instrumentos y alimentos (SEMARNAP, 1995). La producción acuícola se incrementó de manera continua durante el periodo de 1980 - 1990, habiéndose detenido y retrocedido ligeramente durante el periodo de 1990 - 2000. Desde 1990, las estaciones acuícolas y piscícolas gubernamentales han carecido de fondos para su operación, así como de la infraestructura requerida para la expansión del sector. Entre 1989 y 1993, la producción ostrícola se redujo en un 50 por ciento como resultado de la reducción en la demanda debido a los brotes de cólera ocurridos durante 1991 - 1992 en la costa del Golfo de México (principal zona productora de ostión en la que se genera un 91 por ciento de la producción total nacional). La pesca y acuacultura contribuyen de manera importante para el logro de la seguridad alimentaria de los mexicanos, mediante el abasto de pescados y mariscos para satisfacer la creciente demanda interna, donde el consumo per cápita es de 12,8 kilogramos anuales 4. Además, son un importante medio de subsistencia para más de 290 mil familias de pescadores en todo el país. En 2011, la producción acuícola y pesquera fue de 1,6 millones de toneladas de peso vivo, 2,5 por ciento superior a la obtenida en 2010, esto debido a las mayores capturas de sardina, que representa el 41 por ciento de la producción nacional; además del aumento en la captura y cultivo de camarón. (SAGARPA, 2012) El gráfico abajo muestra la producción acuícola total en México según las estádisticas FAO:
El comportamiento histórico del consumo nacional aparente, (producción total más el volumen de las importaciones menos exportaciones) durante el periodo de 1954-2011. El consumo nacional aparente mostró una tendencia creciente uniforme de 1954 a 1978. A partir de 1978 hasta 1980 se da un incremento sobresaliente con una tasa de crecimiento promedio anual de 26,5 por ciento. En 1984 se observa un decremento en la producción atribuible, posiblemente, a la crisis económica de 1982. Posterior a este año la producción muestra una tendencia errática, pero creciente, hasta 1991 y 1998 donde la producción vuelve a disminuir. Esta disminución puede ser causa de factores ambientales o económicos, pero no se sabe con certeza, sin embargo, la tendencia en los volúmenes de producción se ha venido incrementando a una tasa promedio anual de 1,92 por ciento de 1998 al 2011, con un consumo aparente en el último año de 1 350 987 toneladas.
Las exportaciones e importaciones han crecido a partir principalmente a mediados de la década de los años ochenta, donde se da una mayor apertura a los mercados internacionales, se observa, el crecimiento de las exportaciones hasta 1989 con una caída en 1994 que posteriormente se recuperó hasta 1996, con una caída en 1998, manteniéndose prácticamente constante hasta el año 2006 y creciendo nuevamente hasta el 2011 con 371 491 toneladas. Las importaciones se observa un crecimiento paulatino desde el año de 1988 con crecimientos y disminuciones hasta el año 2011, sin embargo, la tendencia es positiva alcanzando en el año 2011 un volumen de 215 299 toneladas. El consumo humano directo (CHD) representa el 74,4 por ciento de la producción nacional en el 2011, es decir, 1 122 600 toneladas en peso desembarcado. la participación de las principales especies que se comercializan para CHD como parte del consumo aparente. Las principales especies que se consumen son: 1) escama (28 por ciento), 2) sardina y macarela (18 por ciento), 3) camarón (15 por ciento), 4) túnidos (13 por ciento) y 5) mojarra (7 por ciento). Los grandes mercados nacionales de productos acuícolas son La Viga, La Nueva Viga ubicados en el Distrito Federal, y el mercado de Zapopan ubicado en Zapopan, Guadalajara. También podemos encontrar productos acuícolas en Centros Comerciales tales como son: WalMart, Sams Club, Superama y Aurrera. Los precios de los productos acuícolas pueden variar a través de la cadena de comercialización, esto es propiciado por la intervención de los intermediarios en que se ven envueltos los productores, ven condicionada la compra de su producto a las características que convengan al comprador, propiciando una situación claramente identificada, en la que el piscicultor vende barato su producto y el comprador lo vende más caro al mercado. Los instrumentos legales que existen en México relativas a garantizar la calidad de los productos pesquero y acuícolas son las siguientes:
Los principales productos importados a México destinados a la acuicultura son: peces ornamentales, plantas vivas acuáticas incluidos sus bulbos y sus partes para acuacultura, reproductores y larvas de ostión para acuacultura, huevas fecundadas, semillas, larvas y embriones de especies acuáticas, para acuacultura además de corales e invertebrados (SAGARPA, 2011. Los principales países importadores son Estados Unidos de América, Colombia y Chile. Actualmente México exporta productos a Estados Unidos, Corea del Sur, Japón, España, Taiwán, entre otros países. Desafortunadamente no se cuenta con datos exactos de cuáles son los productos provenientes de acuicultura, los datos proporcionados por la SAGARPA engloban tanto pesca como acuicultura. La principal especie de exportación que produce México, es el camarón, la cual aportó el 31 por ciento del valor total, siendo Estados Unidos el principal destino, demandando el producto en su presentación de congelado y descabezado. Este año, la langosta se sitúa en la segunda posición de las principales especies exportadas por México seguida por el Atún y similares con un 9 por ciento y 8 por ciento respectivamente. El gobierno mexicano ha instituido diversos programas de apoyo a los sectores pesquero y acuícola. Bancomext brinda apoyo financiero para todas las etapas de la exportación. En el transcurso del año 2011, las exportaciones ascendieron a 1 049 millones de dólares con 371 mil toneladas de pescados y mariscos en diversas presentaciones; mientras que la importación de productos pesqueros alcanzo un valor de 679 millones de dólares y un volumen de 215 mil toneladas de producto logrando con esto un saldo positivo de 370 millones de dólares. (SAGARPA, 2011)
Es necesario establecer primeramente que no existe un rubro en las cuentas nacionales asignado al Producto Interno Bruto (PIB) del sector pesquero. Esta deficiencia de estadística provoca que no se poda calcular el PIB pesquero, por lo que se calculó el Valor Bruto de la Producción Pesquera (VBPP) a nivel nacional considerando los Censos Económicos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) utilizando las clases industriales 311304, congelación y empaque de pescados y mariscos frescos y 311305, preparación y envasado de conservas de pescados y mariscos. A estos valores se les agregó el valor total de la captura en pesca y acuacultura de los anuarios de pesca y una estimación del valor de venta en fresco. El VBPP a precios constantes ha tenido variaciones durante el periodo de 1987 al 2011. Las caídas son recurrentes una observándose tendencia de 1987 hasta el 2001 y una recuperación del 2003 hasta el 2010. Las caídas en el VBPP se dieron en los años de 1988 (6,43 por ciento), 1990 (4,96 por ciento), 1991 (11.53 por ciento), 1995 (8.24 por ciento), 1996 (7.75 por ciento), 1996 (7.07 por ciento), 1998 (12,27 por ciento) y la mayor caída se dio en el 2001 con 20,87 por ciento. Para el año 2011 el VBPP se estimó en alrededor de 29 mil 752 millones de pesos. La tasa más alta se observa en 1997 con 15,61 por ciento después de diferentes variaciones y una caída hasta el 2001 se recupera en 2002 con 8,04 por ciento, nuevamente tiene una caída en el 2005 y se recupera al año siguiente con 11,62 por ciento y la última tasa de importancia fue en el 2010 con 7,14 por ciento. v El sector es variable por factores naturales (Fenómeno del Niño y la Niña) y condiciones de mercado (por ejemplo efectos negativos en el consumidor, como la epidemia del cólera en Perú a principios de los años 1990s que se atribuyó falsamente al consumo de productos pesqueros. Durante el periodo del 2003 al 2010 el sector pesquero ha tenido tasas de crecimiento positivas, reflejando cierta estabilidad, sin embargo para el año 2011 nuevamente tuvo una tasa negativa de 11,31 por ciento. La participación del sector pesquero (incluye sector primario y secundario) respecto al PIB Nacional, ha disminuido desde el año 1987 de pasar 1,14 por ciento al 0,37 por ciento en el 2001, se recupera en los siguientes años representando el VBPP el 0,38 por ciento respecto al PIB Nacional en el 2011. (Actualización del Programa Rector Nacional de Pesca y Acuacultura en México, 2011 - APRNPAM, 2011).
Desde el año 2001, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) ha estado a cargo de la administración de la legislación pesquera y acuícola. Conforme a la Ley, las funciones y responsabilidades de la SAGARPA, incluyen, entre otras, la demarcación de zonas aptas para la acuicultura, la reglamentación de la introducción de especies y la promoción del desarrollo de la acuicultura (ver Reglamento: Título tercero, Capítulo I). La SAGARPA está constituida por diversas oficinas y entidades administrativas. Su estructura queda definida en el Reglamento Interior de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación. La Comisión Nacional de acuicultura y Pesca (CONAPESCA), siendo un ente administrativo de la SAGARPA fue creada en el 2001 y tiene bajo su responsabilidad la administración, coordinación y desarrollo de políticas en relación al uso y explotación sustentable de los recursos pesqueros y acuícolas. La Comisión cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Pesca (INP) el cual también es un órgano desconcentrado de la SAGARPA responsable de la investigación científica y tecnológica y de brindar asesoría en materia de la conservación, repoblación, promoción, cultivo y el desarrollo de especies acuáticas. A través del INP se ha desarrollado oun nuevo instrumento para la administración pesquera, la Carta Nacional Pesquera, que constituye un inventario actualizado anualmente y sumariar todos los recursos pesqueros disponibles en los cuerpos de agua federales. Dentro de las funciones que tiene la CONAPESCA se encuentran: administrar con calidad y transparencia, el aprovechamiento sostenible de los recursos pesqueros y acuícolas; fomentar el desarrollo de la cadena de producción, distribución y consumo en apoyo al desarrollo integral de los agentes productivos del sector y contribuir a mejorar la alimentación de los Mexicanos. Dentro de la SAGARPA opera el Instituto Nacional de la Pesca (INP), órgano desconcentrado encargado de generar la información técnica y científica que sirve de sustento para la toma de decisiones de la administración pesquera y acuícola nacional. Es el INP quien identifica y realiza, a través de sus Centros Regionales de Investigación Pesquera (CRIP) líneas de investigación en el sector acuícola. La SAGARPA desarrolló el Programa Sectorial de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, que entre otros temas, aborda la explotación sustentable de los recursos pesqueros y acuícolas y la promoción de la rentabilidad económica y social del sector pesquero y acuícola. El Programa también pretende actualizar y promover las medidas legales aplicables a las actividades pesqueras y acuícolas.
La Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables (2007, enmienda del 2012) y el Reglamento de la Ley de Pesca (1999, enmienda del 2004) son los instrumentos legislativos que rigen sobre la conservación, preservación, explotación y administración de la flora y fauna acuáticas. Las Normas Oficiales Mexicanas (NOM), propician la implementación de la Ley de Pesca mediante la especificación de los requisitos estipulados en relación a la ejecución de actividades pesqueras y acuícolas. Generalmente, las NOM´s son disposiciones jurídicas que permiten el desarrollo armónico de la acuicultura y son propuestas por diversas Secretarías de Estado en correspondencia con su competencia jurisdiccional y emitidas por el Ejecutivo Federal. Reglamento de la Ley de Pesca: Dentro del Reglamento de la Ley de pesca, en el titulo tercero que hace referencia a la acuicultura, en el capítulo I (Artículos 101 al 105), menciona las disposiciones generales de la acuicultura. El capítulo II se refiere a la acuicultura comercial, especificando en el Artículo 107 y 108 las concesiones para este tipo de acuicultura en aguas de jurisdicción federal y los respectivos requisitos. En el capítulo III se hace referencia a la acuicultura de fomento (Artículos 114-119), donde se especifican los requerimientos para la concesión de permisos para dicha acuicultura. Dentro del capítulo IV (Artículos 120-124) se menciona la acuicultura didáctica y sus respectivas autorizaciones para llevarla a cabo. Con respecto a la introducción de especies vivas en cuerpos de agua de jurisdicción federal, el capítulo V (Artículos 125-127) detalla la información que debe contener la solicitud para tramitar dicho proceso. El capítulo VI (Artículos 128-136) es el referente a la Sanidad Acuícola. Este apartado se refiere a la presentación de Certificados de Sanidad para la introducción de especies vivos de la flora y fauna acuáticos, que será expedido por la autoridad competente del país de origen. Así mismo las especies introducidas a las normas de cuarentenas y al termino de las mismas, para su disposición final, será necesario obtener un certificado de Sanidad Acuícola expedido por la Secretaría (Ley de Pesca y su Reglamento, 2001). Instrumentos de Política ambiental en acuicultura: En contraste con la acuicultura de tipo comercial, la acuicultura de pequeña escala no ha mostrado impactos graves de tipo ambiental. Sin embargo, a continuación se muestran las generalidades de la política ambiental y de ordenamiento ecológico que atañen a cualquier actividad, incluida en la acuicultura. Con el fin de proveer a los productores del medio rural de beneficios para el aprovechamiento sustentable de sus recurso naturales, es necesario hacer énfasis en que la normatividad vigente aplicada a la expedición de permisos y concesiones acuícolas no representa un obstáculo para instalar sus unidades de producción, más bien significa un elemento que les permite alcanzar los siguientes objetivos:
Ordenamiento Ecológico: De acuerdo a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA) el ordenamiento ecológico es “El proceso de planeación dirigido a evaluar y programar el uso del suelo y el manejo de los recursos naturales en el territorio nacional y las zonas sobre las que la nación ejerce su soberanía y jurisdicción, para preservar y restaurar el equilibrio ecológico y proteger al ambiente. Este proceso comprende las siguientes etapas: evaluación o diagnóstico ambiental, planificación ambiental, y gestión o manejo ambiental (Ramírez-Martínez y Sánchez, 1998b). Las políticas de ordenamiento ecológico son: de protección, conservación, aprovechamiento y restauración. Los estudios de ordenamiento ecológico se desarrollan en áreas de atención prioritaria, definida por sus características de alta diversidad, pobreza extrema, alto grado de deterioro, o con alto potencial de recursos naturales y socioeconómico, son el marco para impulsar acciones públicas encaminadas a la preservación de los recursos naturales y el desarrollo sustentable, es decir, facilitan la identificación de las áreas donde la acuicultura puede desarrollarse en armonía con otras actividades. Asimismo, promueve la regularización de unidades productivas, a efecto de lograr el conocimiento exacto de su distribución y evitar así aglomeraciones que provoquen efectos negativos sobre los ecosistemas e, incluso, sobre ellas mismas (Álvarez, 2000). Evaluación del Impacto Ambiental: De acuerdo a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA) la evaluación del Impacto Ambiental es definida como un mecanismo técnico-administrativo que permite identificar y prevenir los efectos ambientales adversos asociados a la realización de un proyecto de la actividad pública o privada que pueda provocar desequilibrio ecológico o rebasar los límites y condiciones señaladas en los reglamentos y en las normas técnicas ecológicas (Ramírez-Martínez y Sánchez, 1998b). Bioseguridad: de acuerdo a la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, tiene por objeto regular las actividades de utilización confinada, liberación experimental, liberación en programa piloto, liberación comercial, comercialización, importación y exportación de organismos genéticamente modificados, con el fin de prevenir, evitar o reducir los posibles riesgos que estas actividades pudieran ocasionar a la salud humana o al medio ambiente y a la diversidad biológica o a la sanidad animal, vegetal y acuícola.(DOF 18-03-2005) Normas Oficiales Mexicanas: En el marco de la Ley Federal sobre Metrología y Normalización y de la Ley de Pesca y su Reglamento, a partir de 1993, mediante la instalación del Comité Consultivo Nacional de Normalización de Pesca Responsable, se han elaborado las siguientes disposiciones jurídicas que permiten el desarrollo armónico de la acuicultura, de las cuales están vigentes las siguientes:
Visión general de la legislación acuícola nacional - México
A nivel gubernamental se fijan prioridades de investigación recurriendo a varias estrategias como son: convocatorias a foros, disposición de las Redes Nacionales de Investigación en acuicultura (camarón, tilapia, trucha, peces marinos etc.), se organizan reuniones nacionales como congresos, se realizan comisiones donde se entrevistan tanto a productores como a investigadores, agencias de financiamiento (FIMA); con toda la información recabada se realizan líneas prioritarias de investigación en acuicultura, que darán seguimiento la Institución correspondiente, en este caso es la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) y a su vez el Instituto Nacional de Pesca (INAPESCA) a través de la Dirección General Adjunta de Investigación en Acuacultura (DGAIA). Las instituciones públicas juegan un papel muy importante dentro de la enseñanza, investigación y cultura. En el caso de la investigación en acuicultura su papel principal es el desarrollar tecnologías que permitan aumentar la biomasa de la acuicultura. Para obtener un buen desarrollo dentro de la acuicultura es necesario contar con la participación activa de los productores, lo que no se ha logrado por completo ya que solo existe una mínima cantidad de grupos de productores dispuestos a trabajar en coordinación con las instituciones e investigadores. Para dar a conocer los avances de la acuicultura en cuanto a investigación, estos conocimientos se transmiten por medio de manuales, publicaciones, conferencias, talleres y estancias de capacitación etc. El siguiente Cuadro muestra las principales Instituciones que llevan a cabo investigación sobre el Sector de acuicultura. Con respecto a Instituciones que imparten niveles de Postgrados de Maestría y Doctorado en acuicultura se encuentra el Instituto Tecnológico del Mar No. 1 de Veracruz, el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR), el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) y el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE). En el caso del Instituto Tecnológico del Mar de Nayarit imparte la carrera de Biología con especialidad en acuicultura. Principales Instituciones que realizan Investigación en acuicultura
Primordialmente la acuicultura dulceacuícola es la que se ha desarrollado y se tienen algunos casos de cultivo de especies de agua marina y salobres. En México destaca un mayor desarrollo del cultivo de las especies exóticas en comparación con las especies nativas. En forma radical el cultivo de crustáceos, particularmente de camarón ocupa un lugar importante, debido a la importancia en términos del volumen económico que este recurso representa para la región del Noroeste del Pacífico Mexicano. El cultivo de camarón representa el cultivo más tecnificado siendo además un producto con calidad de exportación (Álvarez y Avilés, 1995). La actividad acuícola ha tenido un avance en cuanto al área de moluscos, se cuenta con la tecnología completa para el cultivo de, abulón y ostión y otras especies con las que se esta realizando innovación tecnológica para lograr el desarrollo de biotécnicas para su cultivo, tal es el caso de la almeja de sifón (Panoea spp.) (CNA, 2012). En cuanto al grupo de peces más cultivados, con mayor éxito se tiene a las tilapias, de las cuales prácticamente han sido diseminadas en una amplia variedad de embalses y cuerpos de agua de las diferentes regiones del país, estableciéndose pesquerías importantes derivadas de esta actividad acuícola, y es una especie que representa más del 60 por ciento de cultivo en los centros acuícolas y productores del sector. La acuicultura representa una fuente adicional de proteína, contribuye a la seguridad alimentaria, a la generación de divisas, el fomento al desarrollo regional y a la creación de nuevas fuentes de empleo y a la reducción de la presión sobre los recursos naturales, particularmente en áreas costeras. La acuicultura representa poco más del 15 por ciento de la producción pesquera total, aunque se estima que posee un potencial para alcanzar hasta un 40 por ciento de dicha producción. Sin embargo, su desarrollo a la fecha ha sido lento como resultado de una serie de factores, entre los que destacan:
Además, la diversidad del perfil altitudinal de México, crea una variedad de condiciones climáticas y ecosistemas que permiten el desarrollo de un sector acuícola diversificado. En el Programa Sectorial de Pesca y Acuacultura 2001 – 2006 se establece que para aprovechar las zonas con potencial para desarrollar acuacultura, se llevarán a cabo en coordinación con los gobiernos estatales, el ordenamiento de zonas costeras de los principales estados productores como: Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz, Nayarit, Guerrero y Oaxaca; las cuales por sus características y condiciones para la producción pesquera requieren de este modelo de manejo técnico. Asimismo, se realizarán cartas acuícolas estatales en aguas interiores. Estos documentos permitirán disponer de los elementos necesarios para promover el desarrollo de la acuacultura en concordancia con otras actividades productivas, generando así elemento para atraer inversiones en áreas rezagadas económica y socialmente. Para fortalecer y consolidar esta actividad, se promoverá la diversificación y tecnificación de la acuacultura, la cual estará orientada a incrementar su eficiencia productiva, reducir posibles impactos, diversificar líneas de producción e incrementar la rentabilidad económica y social. Los productos de la acuicultura deben satisfacer estándares internacionales, no solo en relación a la protección ambiental de los recursos naturales, sino del procesamiento post-cosecha y de su manejo. El logro y mantenimiento de tales estándares implica un significativo incremento en los costos de producción, y en ciertos casos inhiben el potencial de mercado de estos productos. La contribución de la acuicultura en el desarrollo económico y social dependerá de una planificación adecuada de ésta actividad en el contexto del manejo del ambiente. En particular, preocupa la utilización descontrolada de los recursos hídricos continentales y la degradación acelerada de la zona costera (Álvarez, 1996). En el apoyo a la acuicultura rural en México se cuenta con el Programa Nacional de Apoyo a la acuicultura Rural, la instrumentación del proyecto, a través de la siembra de organismos, permitirá un beneficio económico directo en los grupos o comunidades participantes, al favorecer la adopción de la acuacultura como una actividad productiva sostenible en su universo de trabajo y la obtención de alimento alto contenido proteico como lo es la carne de pescado. Se promoverá la capacitación, transferencia de tecnologías, instalación o rehabilitación de infraestructura a través de asistencia técnica para incrementar la base productiva, así como el aprovechamiento integral de la infraestructura y el recurso acuático en las regiones rurales (SAGARPA, 200). En cuestión de sanidad acuícola, el desarrollo y crecimiento de la acuacultura tecnificada, con el consecuente incremento en los niveles de intensificación de los cultivos, se enfrenta a los riesgos cada vez mayores de incidencia y dispersión de enfermedades, en las poblaciones acuáticas cultivadas. Especialmente los problemas de enfermedades virales y otros agentes causales de enfermedad que no son susceptibles de eliminar, sino tan sólo, en el mejor de los casos, de controlar, representan la mayor amenaza a los cultivos dada su rapidez de acción, de dispersión y el alto grado de afectación. Se ha establecido el Sistema de Información de Resultados de Diagnóstico de la Red de Laboratorios (SIRED), que tiene como uno de sus objetivos informar a la CONAPESCA y SENASICA sobre los resultados positivos de enfermedades de alto riesgo en la acuicultura nacional. Así mismo están constituidos Comités de Sanidad Acuícola, que son organismos auxiliares para la prevención, diagnóstico y control de enfermedades en acuicultura y realizan campañas en materia de sanidad (SAGARPA, 2004). Actualmente se cuenta con 17 Comités de Sanidad Acuícola pertenecientes a los estados de Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Estado de México, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Puebla y Veracruz. En el Programa Sectorial de Pesca y Acuacultura 2001 – 2006 también se establecen una serie de aspectos a considerar en materia de sanidad acuícola con miras a contribuir al desarrollo de la actividad de manera ordenada, estas son:
Los programas y relacionados con la actividad acuícola son los siguientes:
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Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables
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