Andrés E. Panozzo

Ministerio de Desarrollo Social
Argentina

English translation below

Proponente



Principal entidad responsable

Ministerio de Desarrollo Social de la Nación



Fecha/periodo

1990 a la fecha



Fuente de financiación

Nacional



Lugar

Alcance nacional



Antecedentes/Contexto

El 3 de Agosto de 1990, nace en el Gran Buenos Aires, Rosario, Santa Fe y Mendoza y, allí, comienza su expansión por todo el territorio nacional.



El programa promueve el desarrollo de fruticulturas agroecológicas de pequeñas granjas, complementando la alimentación mediante la incorporación de gallinas y conejos. Contempla también proyectos especiales de acceso al agua para las comunidades con alta vulnerabilidad social; apoyar las capacidades locales y personales para desarrollar herramientas con tecnologías apropiadas.



Enfoque/Objetivos

Objetivo General: Contribuir a garantizar la seguridad alimentaria de las poblaciones urbanas y rurales en situación de vulnerabilidad social, incrementando la disponibilidad, accesibilidad y variedad de alimentos; así como también propiciar y desarrollar la comercialización de excedentes, mediante la autoproducción de alimentos frescos que complementen sus necesidades alimentarias, en huertas y granjas con enfoque agroecológico, de acuerdo a las particularidades y costumbres de cada región.



Objetivos Específicos:

1. Promover mecanismos de gestión compartida y articulación interinstitucional que contribuyan a garantizar el derecho al trabajo y a los alimentos en los sectores de la población en riesgo por vulnerabilidad social en los ámbitos urbanos, periurbanos y rurales.

2. Promover, fortalecer y generar sistemas locales de producción y comercialización de productos en el marco de la economía social.

3. Facilitar el acceso al agua segura para consumo y riego.

4. Fortalecer la producción local y regional de cultivos locales y semillas nativas, revalorizando las producciones autóctonas.

5. Concientizar sobre la relevancia de una alimentación saludable y el cuidado del ambiente.

6. Contribuir al desarrollo de la creatividad, saberes y oficios aplicados al trabajo y la autoproducción de instalaciones y herramientas para la obtención de alimentos saludables.

7. Fortalecer equipos de técnicos institucionales y promotores voluntarios locales, por medio de capacitaciones e información, para el trabajo comunitario relacionado al Programa.

8. Promover la articulación entre el público general, las familias productoras, promotores, técnicos y coordinaciones del Programa a través de la comunicación.



Características principales de la experiencia/proceso

El programa tiene un desarrollo territorial tal que moviliza a una red federal de 7.500 promotores voluntarios. Coordina acciones con más de 3.000 organizaciones e instituciones y trabaja con 465 mil huertas familiares, 6.000 huertas escolares y 1.000 huertas comunitarias, 2.700 huertas en instituciones. A su vez, ejecuta proyectos especiales en articulación con grupos, organizaciones e instituciones y gobiernos locales. Estas características demuestran que las redes institucionales, como así su interacción constante con las personas de la comunidad lo destacan como una política de inclusión social.



La generación de Promotores voluntarios que ayudan en lo cotidiano a los equipos técnicos, sin lugar a dudas, expresan una característica primordial y única en el sostenimiento de este Programa. Estas personas colaboran cotidianamente siendo actores sociales que no solo ayudan al programa sino que resuelven situaciones de su vida cotidiana.



Todos estos aspectos y experiencia le dan una impronta de tal magnitud que es considerado en todo el mundo como una experiencia modelo, reconocida por sus intervenciones en países como Haití y Angola, además de algunas naciones latinoamericanas. Esa presencia internacional es sostenida con el apoyo de la Cancillería Argentina.



Actores clave involucrados y su función

Ejecutado por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA)



Principales cambios observados que suponen una mejora de la seguridad alimentaria y la nutrición

ProHuerta interactúa con más de 4 millones de personas, articula en el territorio con más de 10 mil instituciones y organizaciones, y forma parte de más de 600 ferias agroecológicas, garantizando la mejora en los hábitos alimentarios, desarrollando tecnologías orientadas a la autoproducción de alimentos, fortaleciendo a familias, comunidades y organizaciones, impulsando una economía justa y solidaria, mejorando el hábitat y la ecología, e impulsando conciencia sobre los derechos ciudadanos.



Desafíos a los que hubo que enfrentarse y cómo se superaron

Los desafíos que fueron enfrentados durante 24 años del programa fueron múltiples. El programa con sus características diferenciales en cuanto a modelo de producción que responde a atender a necesidades de la Agricultura familiar con base en la “agroecología” y como política de estado que tiene como objetivo a familias en situación de vulnerabilidad social, fue teniendo que sortear dificultades de reconocimiento institucional, y a través de los años ha construido su identidad siendo reconocido por su innovación en la producción de alimentos agroecológicos y en la atención a sectores postergados de la sociedad.



Cabe destacar que estas mismas dificultades planteadas fueron los desafíos que permitieron fortalecer al Programa en sus bases mismas, promoviendo la integración de los equipos técnicos, gerenciales y ciudadanos, signo de empoderamiento de las capacidades instaladas y construidas durante tantos años.



Enseñanzas/mensajes clave

Es fundamental promover acciones que hacen a la seguridad y soberanía alimentaria a fin de impulsar y hacer efectivos los derechos sociales, generando así mayores capacidades individuales y comunitarias.



Las estrategias de trabajo planteadas desde la participación y la acción comunitaria generan agentes multiplicadores capaces de resolver situaciones de su vida cotidiana, donde el Estado hace de facilitador de esos cambios, dejando en manos de las personas la decisión de sus propias vidas.



El Programa Pro Huerta, evidencia el cuidado del medio ambiente y la naturaleza, la promoción del cuidado, y la solidaridad con otros, permiten transformar las realidades locales y cotidianas en pos de un desarrollo sustentable que mejora la calidad de vida de las personas.



Con todo lo expresado anteriormente, el Programa se aleja completamente de acciones asistencialistas y unilaterales, transformándose en una política de Estado que transforman la necesidad en una potencialidad, construyendo así ciudadanía.



Proponent



Main responsible entity

Ministry of Social Development



Date/timeframe

Since 1990 to date



Funding source

National Location National scope



Background/Context

The Pro Huerta programme was launched in Gran Buenos Aires, Rosario, Santa Fe and Mendoza on 3 August 1990, and further expanded throughout the country.



The programme promotes the development of agroecological fruit cultivation in small farms, supplementing the diet with the inclusion of hens and rabbits. It also features special projects to facilitate the access to water to highly socially vulnerable communities, and to support local and personal capacities to develop technologically appropriate tools.



Focus/Objectives

Overall objective: Contributing to guaranteeing food security of socially vulnerable populations in rural and urban areas by increasing the availability, accessibility and variety of food products. And promoting and developing the marketing of surpluses, through the self-production of fresh food complementing their dietary needs in agroecological gardens and farms, according to the distinctive features and habits of each region.



Specific objectives:

1. Promoting joint management and inter-institutional coordination mechanisms that contribute to guarantee the right to work and the right to food of the socially vulnerable population in urban, peri-urban and rural areas.

2. Fostering, strengthening and establishing local food production and marketing systems within the framework of social economy.

3. Facilitating the access to safe water for consumption and irrigation.

4. Strengthening the local and regional production of local crops and native seeds, increasing the value of indigenous food products.

5. Raising awareness of the importance of following a healthy diet and protecting the environment.

6. Contributing to promote work-related creativity, skills and crafts, and homemade manufacturing of facilities and tools to produce healthy food.

7. Strengthening the teams of institutional technicians and local volunteer promoters, through training and information, for community work related to the programme.

8. Promoting the coordination between the general public, family producers, promoters, technicians and focal points by strengthening communication.



Key characteristics of the experience/process

The territorial scope of the programme is broad, mobilizing a federal network of 7 500 volunteer promoters. Its activities involve 3 000 organizations and institutions, and 465 thousand family gardens, 6 000 school gardens, 1 000 community gardens and 2 700 gardens in institutions. Furthermore, special projects are implemented in coordination with diverse groups, organizations and institutions as well as local governments. These features demonstrate that institutional networks and their continuous community engagement stand out as a social inclusion policy.



The participation of volunteer promoters supporting technical teams in everyday tasks undoubtedly reflects a key and unique feature explaining the support of this programme. These volunteers collaborate on a daily basis as social agents, who do not only support the programme, but also solve everyday challenges.



All these features and background have made this programme a model experience, globally acknowledged for its interventions in countries like Haiti and Angola, as well as other countries in Latin America. This international scope is supported by the Argentine Foreign Ministry.



Key actors involved and their role

The programme was implemented by the Ministry of Social Development and the INTA (National Institute of Agricultural Technology)



Key changes observed leading to an improvement of food security and nutrition

Pro Huerta works with more than 4 million people and 10 000 institutions and organizations, and participates in more than 600 agroecological fairs, guaranteeing an improvement in the dietary habits, developing technologies focused on food self-production, strengthening families, communities and organizations, promoting a fair and supportive economy, improving the environment and raising awareness of civil rights.



Challenges faced and how they were overcome

The programme has faced multiple challenges during the last 24 years. Featuring a distinctive production model addressing the needs of family agriculture on a agroecological basis and involving a national policy targeting socially vulnerable households, it had to overcome difficulties to be institutionally acknowledged. Over the years, the programme has built its own identity and has been distinguished by its innovative production of agroecological food and the support it has provided to the disadvantaged groups.



It should be noted that these challenges strengthened the foundations of the programme by promoting the integration of technical, management and civil teams: a sign of the empowerment of the capacities that have been built and developed during so many years.



Lessons/key messages

Fostering actions that strengthen food security and sovereignty is essential. In this way, social rights are promoted and enforced, developing as a result enhanced individual and community capacities.



The approach based on participation and community action, involves multiplier agents who solve everyday situations. The State facilitates all the changes but the people make their own decisions about their lives.



The Pro Huerta programme protects nature and the environment and promotes care and solidarity. It enables the transformation of local and everyday realities towards sustainable development improving the quality of life.



Hence, the programme avoids welfare-oriented and unilateral actions, becoming itself a State policy that turns a need into an opportunity to build active citizenship.