- Los objetivos del CoCoFe son muy apropiados para lograr una regulación del uso excesivo de fertilizantes. Para lograr un impacto positivo, este documento debería ser muy concreto y específico. Por ejemplo: tres medidas: 1) exigir análisis de inocuidad frente a metales pesados (es necesario establecer una dosis máxima de uso) 2) establecer criterios para cantidades máximas de fertilizantes aplicados en el suelo 3) establecer condiciones ambientales limitantes para aplicación de fertilizantes químicos (emisión de gases de efecto invernadero, recarga de acuíferos, condiciones de escorrentía hacia ecosistemas estratégicos).
- Las que están implicadas directamente son las instituciones encargadas de la reglamentación del uso de fertilizantes. Ellas serían directamente las encargadas de formular, aplicar y supervisar las medidas necesarias. Para ampliar estas medidas, además de la reglamentación, sería interesante proporcionar directrices técnicas para la aplicación de fertilizantes en campo. Esto sería una guía interna para los gremios agropecuarios y también para los proyectos que maneja la FAO y la cooperación internacional en general donde muchas veces se realizan compras de fertilizantes sin criterios técnicos suficientes.
- Estas medidas se deberían aplicar igualmente a los abonos de origen orgánico, de manera específica para cada producción. Por ejemplo: control de ciertos antibióticos y hormonas de crecimiento en productos provenientes de avicultura, porcicultura o ganadería. Cada línea de productos debería ser objeto de una investigación para especificar el riesgo de contaminación asociado. De igual manera, se deberían generar criterios para evaluar las cantidades máximas a aplicar.
- Este código de conducta puede promover el uso responsable de fertilizantes, siempre y cuando se establezcan medidas claras y realistas que se puedan aplicar y que cuenten con el apoyo de todos los actores. El riesgo es crear un documento complejo que se oponga a los intereses de la industria. Otro riesgo es fomentar la creación de una norma adicional, que no sea aplicada.
Paralelamente al código de conducta sobre fertilización es indispensable trabajar por un mejor conocimiento del suelo y una mayor autonomía de los usuarios de los suelos en el tema. Para eso, existen varias iniciativas y trabajos realizados no solamente para aprender a utilizar los análisis químicos de suelos sino para aprender a conocer las características físicas y biológicas que son indispensables para mejorar la asimilación de los nutrientes y limitar la aplicación de fertilizantes químicos. Se pueden citar varios trabajos que propenden hacia el conocimiento del suelo por parte de los agricultores como los de la Universidad de Cornell por Moebius-Clune et al. y los del geólogo Yves Herody. Estos trabajos se ponen en aplicación y se citan en la Guía de buenas prácticas para la gestión y uso sostenible de los suelos de la FAO, en curso de publicación.
Carolina Olivera Sánchez