El 8 de noviembre, el Gobierno indio duplicó el derecho arancelario sobre la importación del trigo al 20 por ciento, tras haberlo reintroducido en marzo de este año (FPMA-Políticas alimentarias). La medida pretende frenar las importaciones, respaldar los precios locales y aumentar la producción, con la siembra de la cosecha rabi 2018 actualmente en curso. La elevada disponibilidad a nivel doméstico tras los grandes volúmenes de importación en los últimos meses y una cosecha excelente en 2017 llevaron al Gobierno a restablecer primero el impuesto y luego a aumentarlo. Además, se impuso un arancel de importación del 50 por ciento a los guisantes para reforzar sus precios. Recientemente, el Gobierno aumentó también los precios mínimos de apoyo para los cultivos rabi de 2018, incluido el trigo (FPMA-Políticas alimentarias) e impuso restricciones de cantidad a las importaciones de legumbres en agosto, tras una cosecha abundante y la inquietud por una caída de los precios.