El Gobierno indio subió el impuesto a la importación de trigo del 20 por ciento al 30 por ciento el 24 de mayo, tras el aumento de 10 puntos porcentuales en noviembre del año pasado (FPMA-Políticas alimentarias). La medida pretende frenar las importaciones y proteger a los agricultores en un contexto de grandes disponibilidades domésticas. La recolección de la cosecha rabi de 2018 está en curso y la 3ª estimación de producción anticipada por el Gobierno sitúa la producción en un nivel récord de 98,6 millones de toneladas, tras dos años de cosechas récord. En un esfuerzo por proteger a los agricultores frente a posibles descensos de los precios, el Gobierno había subido ya los precios mínimos de apoyo para los cultivos rabi de 2018 a finales de octubre de 2017 (FPMA-Políticas alimentarias). Se informa que la cantidad de trigo adquirida en la actual campaña comercial 2018/19 (abril/marzo) es más alta que en el período correspondiente del año pasado y es probable que supere el objetivo de 32 millones de toneladas.