Para frenar el aumento de la inflación, el 17 de abril el Gobierno argentino fijó el precio de 60 productos alimentarios, incluidos alimentos básicos como arroz, harina, azúcar, leche, aceites de cocina, carne y yerba mate, por un período de seis meses. Los nuevos precios se han establecido en niveles comparables a los precios del mercado, mientras que la Secretaría de Comercio Interior supervisará el cumplimiento por parte de los minoristas de la norma recién introducida. Además, el Gobierno congeló las tarifas de electricidad, gas y transporte público hasta finales de 2019. El objetivo de estas intervenciones es frenar la inflación anual, que alcanzó una tasa del 54,7 por ciento en marzo, siendo los alimentos y las bebidas no alcohólicas los sectores que más han subido, seguidos del transporte, vivienda y servicios públicos. Como reflejo del aumento de la inflación, los precios al por menor del arroz y de la harina de trigo en marzo eran, respectivamente, más de un 70 y un 160 por ciento más altos que sus niveles de un año antes. Estas medidas están en consonancia con los esfuerzos del Gobierno por frenar la inflación, incluidas las nuevas iniciativas del Banco Central para apoyar a la moneda del país, que en marzo de 2019 registró un mínimo histórico de ARS 41,36 por dólar estadounidense.