El Gobierno marroquí anunció recientemente la reducción de los derechos de aduana sobre el trigo blando desde el 135 por ciento, fijado en mayo de este año (FPMA-Políticas alimentarias), al 35 por ciento a partir del 1 de octubre. El país revisa los derechos periódicamente en función de la situación de la oferta y la demanda interna. La cosecha de trigo de 2019, finalizada en julio, se estima en más de un 60 por ciento por debajo respecto a la abundante cosecha del año anterior y más de un 30 por ciento por debajo de la media, debido a las severas condiciones de sequía de principios de la temporada y a las altas temperaturas durante las etapas críticas del desarrollo de los cultivos. La revisión a la baja del impuesto tiene por objeto garantizar el suministro regular de trigo de calidad procedente del mercado internacional y evitar la subida de precios de los productos de trigo no subvencionados. La Unión Europea y la región del Mar Negro suministran la mayor parte del trigo blando.