El 24 de diciembre de 2019, el Gobierno marroquí anunció la suspensión del derecho de importación del 35 por ciento sobre el trigo blando -introducido en septiembre del año pasado (FMPA-Políticas alimentarias)-, con efecto desde el 2 de enero al 30 de abril de 2020. Los derechos de importación se revisan de forma periódica, en función de la situación de la oferta y la demanda en el país. La cosecha de trigo de 2019 se estimó inferior a la abundante cosecha del año anterior en más de un 60 por ciento, y en más de un 30 por ciento a la media. La revisión a la baja del impuesto tiene por objeto garantizar el suministro regular de trigo de calidad procedente del mercado internacional, evitando así la subida de precios de los productos de trigo no subvencionados.