Los precios del maíz aumentaron significativamente por segundo mes consecutivo en enero, principalmente debido a las reducidas perspectivas de rendimientos para la producción de 2019, tras las condiciones de clima seco desde el inicio de la temporada en octubre de 2018, que ha afectado especialmente a las provincias occidentales. Los recientes aumentos de precios fortalecieron las ganancias interanuales, con los precios de las variedades de maíz blanco y amarillo un 55 y un 40 por ciento más altos, respectivamente. Las perspectivas reducidas de producción han instigado la importación de maíz amarillo -aunque en cantidades pequeñas-, para cubrir el potencial déficit de suministro. Las sustanciales reservas nacionales limitaron mayores aumentos en los precios, ya que se espera que amortigüen en parte el impacto de la producción reducida en 2019. Una ligera apreciación de la moneda local contribuyó también a frenar el aumento de los precios.