Algunas de las muestras de maíces que se presentaron en el evento.

• El banco de germoplasma en Guatemala contará con un total de 925 colecciones de variedades  nativas de maíz.
• La diversidad de los recursos genéticos para la alimentación y la agricultura desempeña un papel muy importante para la seguridad alimentaria y nutricional de la humanidad.         

Guatemala. “Hoy, la historia, la cultura y la agricultura se encuentran para formar el banco de germoplasma del patrimonio biológico de maíces de Guatemala” indicó Maynor Estrada, el Oficial a cargo de la FAO en Guatemala.

Hace 68 años, en 1950, el Banco de Germoplasma del Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y el Trigo (CIMMYT), ubicado en México, resguardó un total de 700 colecciones de semillas de variedades de maíz nativas del territorio guatemalteco. Hoy, ese mismo número de colecciones son repatriados y entregado a los ministerios de agricultura y cultura y deportes. A esta entrega se unen otras 225 colecciones de variedades de maíz también nativas fueron entregadas por los “Guardianes de la biodiversidad”, grupo formado por campesinos de distintas partes del territorio guatemalteco y que preservan las variedades in situ.

Todas las colecciones entregadas serán resguardadas bajo condiciones controladas y óptimas bajo la observancia del Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícola (ICTA).

“Para los guatemaltecos, el maíz más que un cultivo; es su historia, es su cultura y está muy ligado a la seguridad alimentaria y nutricional de la población” indicó Estrada.

Considerar al maíz como patrimonio biológico permite conservar la diversidad biológica; fortalecer la seguridad alimentaria y nutricional de los pueblos; y, hacer frente al cambio climático.

Cultivo ancestral

En 2011, el maíz (Zea Mays L) fue declarado como Patrimonio Cultural de la Nación en el acuerdo Ministerial 767-2011, y, por medio del Decreto Legislativo 13-2014, se declara patrimonio cultura intangible y el 13 de agosto de cada año se declara “Día Nacional del Maíz”.

El cultivo del maíz tiene un alto valor cultural para los guatemaltecos. Desde los mayas, el ixim (significa maíz en idioma maya) era venerado por dicha cultura; en el libro del Popol Vuh, también se puede observar su importancia puesto que los primeros hombres fueron hechos de maíz.

En 2017, según el MAGA, para el año agrícola 2016/2017 se estimó que la producción de maíz en Guatemala fue de 41.9 millones de quintales, destinando para ello un total de 1.2 millones de manzanas. Según la FAO, el maíz es parte de la dieta básica de los guatemaltecos. En el Altiplano, se demostró que el 100% de la población consume maíz en forma de tortillas, con un promedio de 14 unidades por día (318 gramos) El consumo per cápita de maíz en Guatemala es de 110 kg/año.

Reconocimientos

Durante la actividad el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) y el Ministerio de Cultura y Deportes (MCD) entregaron un reconocimiento a los “Guardianes de la agrobiodiversidad” por conservar las variedades nativas de maíces y a al Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y el Trigo (CIMMYT), la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y al Fondo de Desarrollo de Noruega por el apoyo que brindan a agricultores productores de maíz y por la promoción a la conservación y mejora del cultivo.

Conservación de recursos genéticos y la seguridad alimentaria

Los recursos genéticos para la alimentación y la agricultura son la materia prima de la que el mundo depende para mejorar la productividad y calidad de los cultivos, la ganadería, la silvicultura y la pesca, así como para mantener poblaciones saludables de especies silvestres.

Por tanto, la conservación y uso sostenible de los recursos genéticos para la alimentación y la agricultura es un aspecto central de la seguridad alimentaria y la nutrición. Conservar y utilizar un amplio abanico de diversidad —tanto entre especies como dentro de las especies— significa garantizar opciones para responder a los retos del futuro.

Esta actividad contó con el apoyo de la FAO y el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (TIRFAA).

El Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura fue adoptado durante la Trigésima Primera Sesión de la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación el 3 de noviembre de 2001.

El tratado tiene como objetivos generales: i) reconocer la enorme contribución de agricultores de todas las regiones del mundo a la diversidad de los cultivos que alimentan el mundo; ii) establecer un sistema mundial para proporcionar a los agricultores, fitomejoradores y científicos acceso gratuito y fácil a los materiales fitogenéticos; iii) garantizar que los usuarios compartan los beneficios que obtienen de los germoplasmas utilizados en la mejora de las plantas o en la biotecnología con las regiones de donde son originarios.

Más información:

FAO y los recursos genéticos. Website.

Infografía: Recursos genéticos y biodivesidad para la alimentación y la agricultura.

Video: Decenio de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad.