FAO en Guatemala

Por: Rubí López

 

Las montañas de Baja Verapaz y Alta Verapaz son conocidas por los guatemaltecos por su biodiversidad y bosques majestuosos. Escondida entre pinos, cipreses, cedros y encinos se encuentra la Cooperativa Agrícola Integral Chicoj, RL, ubicada en Cobán, Alta Verapaz.

 

“¡Bienvenidos a nuestra Cooperativa! Este es un encuentro con el café y bosques de Cobán, una herencia de generaciones. Chicoj es una palabra Q'eqchí' que significa “lugar de máscara”. Mi nombre es Andrea y seré su guía durante este recorrido”, saluda Andrea Cu Ical, de 21 años, mientras recibe a dos turistas que inician el Coffee Tour Chicoj, dentro de la cooperativa.

 

El recorrido turístico inicia en el centro de visitantes para después de observar los distintos procesos de producción de café, dirigiéndose al canopy o tirolesa sobre plantaciones de café y entre el imponente bosque.

 

“Este recorrido turístico ha llamado la atención de muchos visitantes, al momento de estar en el bosque sienten el aire puro. Nuestra visión es apuntar a la conservación y rescate de nuestros recursos y el cuidado que tenemos que dar a medio ambiente” explica Andrea, la guía turística.

 

El complejo turístico lo visitan por unos tres mil turistas al año. El ingreso recaudado a través de estas visitas es un importante complemento financiero para las 330 familias asociadas de la Cooperativa Chicoj puesto que sus medios de vida están relacionados al manejo sostenible de bosques y otros cultivos, tales como el café, cardamomo, cúrcuma y pimienta, entre otros. Los ingresos de la comercialización de estos cultivos pasar a ser parte de los ingresos de la cooperativa.

 

“Nosotros tenemos alrededor de 337 hectáreas de plantaciones forestales sostenibles. En 1997, nuestros padres se dedicaron mucho a la siembra de árboles y poco a poco diversificamos nuestras actividades. Esto incluye el desarrollo turístico aprovechando nuestro paisaje, plantaciones y hermoso bosque” explica Héctor Israel Cu Pop, socio de la Cooperativa Chicoj.

 

“Suele invisibilizarse al bosque, sus productos y servicios cuando se habla de desarrollo o de agricultura y forestería” explica Ogden Rodas, el Director Nacional del Mecanismo de Bosques y Fincas en Guatemala (Forest Farm Facility). “Los bosques, además de protección del suelo y regulación del agua (servicios ecosistémicos), son una fuente de suministro de alimentos y energía. Ahora ve el paisaje como un gran potencial para el desarrollo de destinos agroturísticos” enfatiza Rodas.

 

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), por medio del Mecanismo de Bosques y Fincas, apoyó el desarrollo del plan de negocios -con énfasis en el desarrollo turístico- para el coffee tour de la cooperativa Chicoj. Además, ha apoyado a los comunitarios en la facilitación de plataformas de intercambio de experiencias sobre el manejo y aprovechamiento forestal y producción orgánica.

Aunado a esto la Escuela Rural de Negocios Agroforestales (ERNA), pionera en el país por su enfoque hacia el manejo y aprovechamiento del bosque, está ubicada en la Cooperativa Chicoj.

 

A través del Mecanismo para Bosques y Fincas se promueve la coordinación intersectorial y aumenta la organización y capacitación de las comunidades para la promoción, medios de vida y manejo sostenible del paisaje de los bosques y fincas; es dentro de estas acciones que han sido apoyados los líderes de la cooperativa Chicoj.

 

Un bosque de oportunidades

Según el Instituto Nacional de Bosques (INAB), Guatemala tiene un 34% de su territorio con cobertura forestal. El departamento de Alta Verapaz, cuenta con 375,439 hectáreas de bosque, lo cual equivale a un 35% de su territorio.

 

Los datos económicos son un claro indicador de los valores que se mueven alrededor de los bosques y su manejo: En 2014, Guatemala obtuvo beneficios de por 512 millones de dólares por la exportación de productos forestales.

Durante 2015, los proyectos de manejo de bosque natural significaron una inversión del Estado por Q176.4 millones de quetzales y generado beneficio económicos para 230 mil personas. En ese mismo año, los proyectos de establecimiento y mantenimiento de plantaciones forestales y sistemas agroforestales representaron para el Estado una inversión de Q.98.59 millones de quetzales (79% por el Programa de incentivos forestales y 21% por medio del Programa de Incentivos Forestales para poseedores de pequeñas extensiones de tierra de vocación forestal o agroforestal), contribuyendo con la economía familiar de más de 95,000 personas.

“El incentivo forestal es un beneficio económico (pago efectivo) que el Gobierno otorga a las familias por el establecimiento de plantaciones forestales o el manejo del bosque natural. La inversión muy buena pues apoya a las comunidades. Al momento de recibirlo los comunitarios invierten en el cuidado del bosque y en educación de sus hijos y ayuda para mejorar la calidad de vida de las familias y es una fuente de ingreso” explica Héctor Israel.

 

En Guatemala, el 59.3% de la población vive en condiciones de pobreza, índice que se eleva a 76.1% en el área rural, según la última Encuesta de Condiciones de Vida (2014). En Alta Verapaz este porcentaje es de 78.8%, uno de los más altos del país. Tres cuartas partes de las personas en situación de pobreza en el mundo basan sus medios de subsistencia en agricultura u otras actividades rurales. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) la pobreza es una de las principales causas de la migración.

 

“Cuando yo estaba en el colegio, mis amigos me decían que saliera a buscar empleo a la ciudad o me fuera para Estados Unidos pero decidí quedarme y trabajar por mi comunidad junto con otros jóvenes” indica Andrea, quien funge como guía turística de la Cooperativa Chicoj.

 

Andrea no fue la única que estuvo tentada a migrar, también lo estuvo Héctor Israel, asociado a la Cooperativa Chicoj.

 

“Cuando salí de educación media, me dije voy a aprender inglés y voy a tener mi sueño americano. Pero pensé en mi familia. Me preguntaba ¿si yo me voy quién cuidar a mi papá y a mi mamá? Entonces, no me había dado cuenta que un sistema que me estaba esperando: la cooperativa” comentó Héctor.  Años después de que sus primeras intensiones de migrar ocuparan sus pensamientos, el joven trabajó para la cooperativa y hoy lo hace para Federación de Cooperativas de las Verapaces (FEDECOVERA). Y es precisamente por su cargo en dicha federación que está involucrado a la Escuela Rural de Negocios Agroforestales (ERNA), que en octubre de 2017 gradúa a su primera promoción, con el apoyo técnico de la FAO.

 

“Formar a los jóvenes rurales en el manejo adecuado y la gobernanza de los recursos forestales se vuelve fundamental para territorios de alta vocación forestal como lo es Alta Verapaz. El manejo adecuado y sostenible de recursos es fundamental para el desarrollo y en la adaptación al cambio climático. Es por eso que apoyamos a la escuela” expresa Rodas.

 

Los bosques generan 13.7 millones de empleos formales alrededor del mundo y 41 millones en sector forestal informal.  A pesar de su importancia ambiental y económica, de 1990 a 2015, alrededor de 130 millones de hectáreas de los bosques en el mundo fueron destruidas. Es necesario velar por su protección, manejo sostenible y gobernanza responsable para asegurar la calidad de vida de las generaciones futuras.

 

Es por ello que la FAO brinda apoyo técnico en temas relacionados a la gobernanza de los bosques, y trabaja en conjunto con el Instituto Nacional de Bosques (INAB) a fin de recuperar la cobertura forestal del país, fortalecer la organización social y productiva en el campo y garantizar medios de vida para la seguridad alimentaria y energética.

 

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Video: https://youtu.be/vVzfWlRVVRA