FAO en Guinea Ecuatorial

FAO presenta los resultados del proyecto “Escuelas de Campo para Agricultores (ECAs) para mejorar el desarrollo de la producción agraria en Guinea Ecuatorial”

Producción de piña (Foto © FAO/ Walter Torres)
23/01/2021

Malabo. - “Escuelas de Campo para Agricultores (ECAs) para mejorar el desarrollo de la producción agraria en Guinea Ecuatorial” es un proyecto de cooperación técnica financiado por La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para Guinea Ecuatorial, en colaboración con el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Bosques y Medio Ambiente (MAGBOMA) del país. Tras dos años de duración, el proyecto ha obtenido un conjunto de resultados a fin de apoyar a la reactivación del servicio de extensión rural y que sea capaz de dar respuesta a las necesidades de producción de alimentos con el fin de contribuir en la lucha contra la inseguridad alimentaria y nutricional.

El principal objetivo de este proyecto es fortalecer el servicio de extensión rural y las capacidades de los pequeños productores para que sean capaces de mejorar los niveles de producción y productividad de forma autónoma y beneficiándose de las ventajas del trabajo organizativo.

En los últimos años, el gobierno ha puesto en marcha varias medidas con el fin de superar las barreras y desafíos; entre ellas se destacan los esfuerzos por profesionalizar el sector, a fin de reducir las importaciones de alimentos y la orientación de los jóvenes hacia la formación y la profesión agrícola. Sin embargo, esas medidas solo se han plasmado en documentos reglamentarios que no han llegado a ponerse en marcha en la mayoría de los casos y por problemas de financiación principalmente.

El Programa Nacional de Seguridad Alimentaria (PNSA) desarrollado en 2012 es uno de los documentos elaborados con el propósito de garantizar la disponibilidad y la accesibilidad de los alimentos a la población ecuatoguineana, o el Plan Nacional de Inversión Agrícola y de Seguridad Alimentaria y Nutricional (PNIASAN) en 2015, ambos elaborados en el marco del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social (PNDES), Horizonte 2020 de Guinea Ecuatorial.

En este contexto, se han obtenido varios resultados como la puesta en marcha de tres parcelas demostrativas (1 en Bioko: Basupú y 2 en el Continente: Alep y Nsok-Nsomo) de 1.67ha, 2.5ha y 2ha respetivamente. A ellas se añade en ambas regiones, las 6 parcelas de los grupos ECAs (Musola, Basupú, Batoicopo, Baloeri, Alep y Nsok-Nsomo, respetivamente) sin contar las parcelas individuales de cada agricultor, por un total de 71,500 (Mt2) desuelos preparados. El proyecto también facilitó la construcción de al menos 4 hangares, de 25 metros cuadrados mínimo cada uno, respetivamente en las ECAs de: Batoicopo, Baloeri, Basupu y Nsok-Nsomo.

El trabajo de identificación y el involucramiento de las contrapartes de Gobierno ayudaron a lograr los objetivos fijados. En efecto, el proyecto puso en marcha unos 8 grupos de productores agro-emprendedores agrícolas organizados en escuelas de campo en todo el ámbito nacional. Los grupos aprendieron a elaborar e implementar planes de trabajo adaptados a sus necesidades y mejoraron el registro de datos de cosechas. Todos los grupos beneficiaron de capacitaciones sobre buenas prácticas agrícolas (BPA) en término de producción artesanal de semillas, productos fitosanitarios y fertilizantes naturales reduciendo su dependencia a las importaciones de insumos agrícolas a las que el país está todavía sometido.

Es importante señalar que el fuerte impulso iniciado al final del tercer trimestre del proyecto se vio reducido por las restricciones debidas a la pandemia de covid-19; cuestión que impacto en la posibilidad de comercialización y por tanto la no dependencia de recursos externos. Se desarrollaron a pesar de pandemia de la COVID-19, acciones de visibilidad e institucionalización de las ECAs, promoviendo un clima favorable para el proceso expansión y de institucionalización de las ECAs, especialmente en las secciones institucionales responsables del servicio de extensión rural, a fin de garantizar la sostenibilidad del enfoque y permitir su consolidación y expansión en otras zonas y ámbitos.

Para reforzar las medidas de contención y la sensibilización sobre las BPA en los campos, la FAO llevó a cabo sesiones de formación en todas las zonas de implementación del proyecto, bajo la temática, “Campaña de información rural sobre las precauciones sobre el coronavirus Covid-19”, este trabajo continuo benefició también a las demás zonas rurales y periurbanas con la distribución de materiales didácticos.

Debido al costo elevado de los productos fitosanitarios, la falta de formación recurrente, la escasez del mercado y la muy baja calidad de los mismos insumos, el proyecto capacitó a los participantes sobre cómo disponer de forma permanente de abonos orgánicos de alta calidad como materiales/componentes disponibles localmente como: caca de cebú, cebada, melaza (jugo de caña), cal viva, desechos de cocina, césped, hojas (secas y vivas).  Con los elementos locales arriba mencionado, fue preparado un mínimo de 15 toneladas de abono orgánico tipo japonés (Bocashi)y compost, que permitió incrementar la fertilidad y composición química en las parcelas sobre todo el suelo de la ECA del Alep, mayoritariamente constituido de barro. Esta acción ayudó a disminuir al menos un 60% la aplicación de fertilizantes químicos y 40% pesticidas, en específicamente para el control de enfermedades causadas por hongos y bacterias, y limitó bastante los problemas de erosión formando y fijando el suelo.

Con 24 participantes y 6 facilitadores se produjeron cerca de 4 toneladas de Bocashi que fue usado posteriormente en 4000 mt2, obteniendo una producción de cerca de 3000 kg de frutales y hortalizas; entre éstos, 2000 kg de sandía, 200 kg de pepino, 120 kg de berenjenas, 50kg de tomate, 130Kg de pimiento y 200kg de green. Gracias a esta buena práctica, se puso en marcha una plataforma de producción de Bocachi mucho más importante, debido a la obtención de una mayor fertilidad del suelo y aumento de la producción.

Por otra parte, el proyecto ha reforzado las capacidades de los productores, técnicos del servicio de extensión y de otras instituciones, principalmente en el funcionamiento integral del enfoque ECAs, el trabajo cooperativo, el desarrollo de estrategias de generación de ingresos y técnicas mejoradas de producción agrícola, a fin de obtener la mejora de la producción y la productividad, mediante la puesta en marcha diferentes mecanismos encaminados a mejorar la producción y la productividad de la actividad, centrándose en los cultivos de alto valor de mercado, así como en la gestión integrada de los procesos productivos, incluyendo el desarrollo de la cadena de valor y las buenas prácticas agrícolas.

Desarrollo de buenas prácticas agrícolas

A fin de contribuir a la producción de alimentos inocuos para los beneficiarios, participantes y aquellos que realizan acciones de comercialización de la producción, se desarrollaron buenas prácticas, de higiene y otras en el manejo de cultivo, que contribuyen al manejo y conservación ambiental, que además contribuirán a la sostenibilidad de la actividad, en especial a lo relacionado con la mejora de la calidad del suelo y prolongación de vida útil, habilitando al menos 6 hectáreas de suelo (60,000 Mts), aptas para la producción de hortalizas.

Entre las buenas prácticas se ha destacado en producción el control de erosión, utilizando trazos en áreas de cultivo con “Nivel tipo A”, logrando disminuir en al menos un 35% la erosión por escorrentía, elaboración de camas de siembra, producción de plántulas con material reciclable como vasos de un solo uso, botellas de plástico, cultivos trampa, barreras vivas y otros. Todo ello para gestionar de forma integrada la cadena de valor agrícola, de los diferentes cultivos identificados en las diferentes ECAs de Bioko y continente. A tal efecto, se brindaron sesiones de capacitación para fortalecer los diferentes eslabones de la cadena en construcción de los cultivos, desde la producción de plántulas con material genético de buena calidad, producción con manejo integrado de plagas, producción de pesticidas, cosecha, manejo post-cosecha y sondeos rápidos de mercado, para la comercialización de excedentes de cosecha.

Este proyecto ha contribuido a la repercusión mediante los logros de los Objetivos de desarrollo sostenible 2 y 5 (ODS 2 y el ODS 5). También ha favorecido a los objetivos estratégicos de hacer que la agricultura, la actividad forestal y la pesca sean más productivas y sostenibles y propiciar sistemas agrícolas y alimentarios inclusivos y eficientes.