Estas inversiones del proyecto EUROSAN Occidente fortalecen al Programa Nacional de Alimentación Escolar (PNAE). 

Lempira, Honduras. - El centro educativo “María Elena Iglesias”, en la comunidad de Quisimaca del municipio de Piraera, y el centro educativo básico CEB “Lempira”, ubicado en el casco urbano de Gualcinse en el departamento de Lempira, se suman a los siete centros que estarán entregando en la Mancomunidad CAFEG. 

Estas instalaciones dignas que vienen a dar un aporte a la seguridad alimentaria y nutricional de la población educativa rural se construyen con fondos aportados por la Unión Europea y el Gobierno de Honduras a través del Sistema de Extensión Agrícola y Nutricional de las Mancomunidades del EUROSAN Occidente (SEAN-EUROSAN), implementado por la Organizacion de las  Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). 

El SEAN-EUROSAN realizó un aporte para los dos centros educativos de 388 mil 840 lempiras en la construcción de espacios dignos y seguros para la conservación, preparación y toma de alimentos. Es el primer paso dentro de los cambios que se están generando en estas comunidades rurales. 

Esta experiencia de escuelas saludables promueve la participación decidida de la Mancomunidad CAFEG, encargada del diseño y supervisión de la obra, además de invertir 94 mil lempiras para ambos centros. 

El SEAN-EUROSAN complementa estas acciones a través de la construcción de 10 mancomunidades resilientes a la inseguridad alimentaria y nutricional en los departamentos de Copán, Lempira, Ocotepeque y Santa Bárbara. Parte de este esfuerzo es la implementación del sistema de extensión, para lo cual se transfieren conocimientos y capacidades a las mancomunidades participantes. 

La construcción de comedores, cocinas y bodegas, facilitan el establecimiento de la estrategia de escuelas sostenibles como mecanismo para viabilizar la nueva visión de alimentación escolar en los territorios focalizados por el proyecto. 

La organización del sistema de compras locales para la alimentación escolar en las comunidades contempla definir una estructura organizativa para la recepción, manejo de inventarios, programación y preparación de los alimentos. 

La experiencia del proyecto en el fortalecimiento al Programa de Alimentación Escolar (PNAE) aborda este tema desde la adecuación de espacios para el consumo de la alimentos en las escuelas; dicho proceso fue desarrollado en coordinación con los gobiernos locales y las asociaciones de padres de familia, permitiendo el diseño de una metodología que ya fue transferida a la Secretaria de Desarrollo e Inclusión Social (SEDIS) y a la Dirección de Construcciones Escolares de la Secretaria de Educación (SEDUC). 

Esta metodología es la utilizada en los procesos de construcción y mejora de comedores, cocinas y bodegas escolares que contempla el SEAN-EUROSAN; los criterios de priorización han sido elaborados en coordinación con las mancomunidades, considerando que sean centros educativos focalizados por la SEDIS como parte de la nueva visión del PNAE en el país. 

La inversión del centro básico CEB “Lempira”, en Gualcinse, también contó con el aporte de la comunidad: 53,700 lempiras, entre tanto la corporación municipal dio la suma de 222,919 lempiras. En el centro educativo “María Elena Iglesias”, en Piraera, la comunidad dio 61,501 lempiras, además de la contraparte municipal: 146 mil 500 lempiras. 

Los gobiernos locales comprometidos con el PNAE se están organizando para generar sostenibilidad a todos los procesos de fortalecimiento de capacidades en educación alimentaria y nutricional, todas estas inversiones forman parte de un proceso más amplio para generar condiciones dignas para los niños y las niñas. 

En total, la inversión asciende a 967 mil 461 lempiras, pero más que la inversión monetaria, hay que reconocer el cambio generado en estos municipios del occidente de Honduras, gracias al impulso y contribución que ha venido a dar el proyecto EUROSAN Occidente, que es parte de la Alianza para el Corredor Seco (ACS). 

EUROSAN es una propuesta innovadora impulsada por la Unión Europea junto al Gobierno de la República para trabajar con los responsables locales del desarrollo en los territorios que son afectados por la pobreza y la malnutrición, esta condición se agrava por la falta de acceso de las familias rurales a sistemas de producción agrícola que les genere los recursos suficientes para garantizar su seguridad alimentaria y una adecuada nutrición de los miembros de la familia.