Soluciones para reducir la pérdida de alimentos y garantizar medios de vida sostenibles para los pescadores

La FAO está ayudando a revolucionar los medios de subsistencia del sector de la pesca en América Latina y el Caribe

Datos clave

La pesca de arrastre de fondo (se realiza arrastrando una red por el fondo marino para capturar peces y otras especies acuáticas, en particular, el camarón tropical) es una fuente importante de ingresos para pescadores y trabajadores del sector pesquero de todo el mundo. Pero por desgracia, la pesca irresponsable de camarones tropicales suele tener un elevado coste para el medio ambiente y los recursos marinos. Históricamente, los buques de arrastre de camarones pueden obtener entre 3 y 15 capturas incidentales (captura no intencionada de peces y otras especies marinas) adicionales al camarón propiamente, lo que la convierte en uno de los tipos de pesca con mayor tasa de capturas incidentales. Sin embargo, los recientes avances tecnológicos han comenzado a revertir este impacto y muchos pesqueros de arrastre de camarón en todo el mundo han reducido significativamente el volumen de esta pesca fallida en sus redes.

Apoyado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), el proyecto de la FAO de Gestión sostenible de la captura incidental en la pesca de arrastre de América Latina y el Caribe (REBYC-II LAC) persigue reducir la pérdida de alimentos y mejorar su disponibilidad mediante la optimización de la gestión y el uso de las capturas incidentales y garantizando medios de subsistencia sostenibles para el sector pesquero. Los seis países  que participan en el proyecto REBYC-II LAC (Brasil, Colombia, Costa Rica, México, Suriname y Trinidad y Tobago) comparten recursos hídricos y marinos en los océanos Pacífico y Atlántico.

Transformando la pérdida de alimentos en oportunidades
La seguridad alimentaria no consiste sólo en producir más alimentos. Se trata cada vez más de garantizar que los alimentos que se producen se consuman o se utilicen, o en el caso de la pesca, que el pescado que se captura sea consumido. La captura incidental, todo aquello que un pescador no tiene como objetivo pescar pero que aun así termina en la red o equipo de pesca, es un ejemplo perfecto de una pérdida de alimentos y recursos naturales que se puede convertir en una ganancia con unas prácticas y gestión adecuadas.

Detener el desperdicio
Cuando la captura incidental se gestiona y utiliza eficazmente, esta puede contribuir a la seguridad alimentaria y nutricional y constituir una importante fuente de alimento y medio de subsistencia para las poblaciones locales. Sin embargo, cuando se descarta, representa una pérdida significativa de alimentos e ingresos potenciales.

La captura incidental se compone a menudo de ejemplares jóvenes de la especie objetivo, peces pequeños o de bajo valor, o tortugas marinas, rayas o tiburones capturados accidentalmente, algunos de los cuales son especies en peligro de extinción. Estos animales capturados por lo general no se utilizan de ninguna manera, sino que son arrojados de vuelta al mar, muertos o moribundos, y se consideran desechos, otra práctica dañina para las especies y el medio ambiente.

Con el fin de minimizar los descartes y la captura incidental de especies no deseadas o en peligro de extinción, el proyecto pretende optimizar la pesca de arrastre de camarón a través de una gestión más responsable junto con la implementación de nuevas tecnologías y mejores prácticas.

En toda la región, el proyecto REBYC-II LAC ha estado trabajando con universidades, asociados para la investigación, gobiernos y pescadores para desarrollar e introducir dispositivos de reducción de captura incidental en todos los buques pesqueros de arrastre de fondo. Los pescadores han participado activamente y han participado en la prueba de estas nuevas tecnologías y han demostrado un fuerte compromiso de cambiar su forma de pesca si se puede garantizar la sostenibilidad a largo plazo.

La pesca sostenible conduce a medios de vida sostenibles
Por valor de mercado, el camarón ocupa el segundo lugar en las exportaciones de productos pesqueros en América Latina y el Caribe. También tiene una enorme demanda en las economías nacionales, por lo que proporciona alimentos e ingresos para la población local y productos de alto valor para el mercado internacional. Sin embargo, las malas prácticas, la sobrepesca y la pesca no reglamentada han afectado a los océanos y a los medios de subsistencia de la pesca. Debido a la disminución de las capturas y a los crecientes costos en operaciones, muchos pescadores consideran difícil mantener sus operaciones rentables. Esto significa menores ingresos, pero también una menor disponibilidad de proteínas de alta calidad.

Cesar Ceballos, jefe del Comité del Sistema de Producción Camaronera en Campeche, México, reconoce que “los fuertes aumentos en los precios del combustible, las capturas de camarón estables pero bajas y la pesca ilegal omnipresente comprometen seriamente el futuro de la pesca en la región”.

Aquí es donde la adopción de un enfoque sostenible puede ayudar tanto al medio ambiente como a los medios de subsistencia. Carlos Fuentevilla, coordinador regional del Proyecto de la FAO REBYC-II ALC, apunta: “Tendemos a creer de forma errónea que el costo de la conservación y la preservación de la biodiversidad es una pérdida de los medios de subsistencia y un empeoramiento de la inseguridad alimentaria. Sin embargo, nos damos cuenta de que la pesca gestionada de forma responsable mejora realmente los medios de vida y aumenta la seguridad alimentaria al aumentar la productividad y los ingresos, tanto a medio como largo plazo. Los ecosistemas acuáticos saludables con una diversidad genética ecológicamente apropiada proporcionan una mayor fuente de alimento y medios de subsistencia que los hábitats degradados y sobreexplotados”.

Las políticas son la base de la acción
Ayudar a los países a aplicar mejores políticas y directrices también puede ayudar a abordar los problemas relacionados con la pesca no reglamentada, ilegal y no declarada, la cual solamente conduce a la degradación de los recursos marinos.

El proyecto REBYC-II LAC trabaja con los países para revisar la legislación y la gobernanza existentes y sugerir enmiendas que involucren al sector pesquero y promover la gestión sostenible de la pesca.

Esto se lleva a cabo en parte mediante la aplicación de importantes directrices de políticas, como el Código de Conducta para la Pesca Responsable, las Directrices Internacionales para la ordenación de las capturas incidentales y la reducción de los descartes, las Directrices voluntarias para lograr la sostenibilidad de la pesca en pequeña escala.

Hacer los cambios necesarios para reducir las capturas incidentales requiere habilitar entornos legales e institucionales que ayuden a identificar las mejores prácticas y compartirlas a través de las organizaciones regionales de pesca. “Podemos tener las mejores ideas del mundo, pero si esto no está claramente articulado en la legislación nacional y en las políticas nacionales, será muy difícil para las administraciones pesqueras integrar institucionalmente a los pescadores en el proceso de toma de decisiones”, enfatiza Fuentevilla.

Con la participación de los pescadores
Uno de los mayores éxitos de este proyecto ha sido conseguir que los pescadores participen en la discusión y que se escuchen sus voces al considerar cambios políticos y legales a sus medios de subsistencia.

El presidente de la Cámara Nacional de Pescadores de Costa Rica, Roy Carranza, describe cómo este enfoque ha tenido un enorme impacto: “En los últimos dos años se ha demostrado lo que el sector puede hacer cuando se coopera en un diálogo abierto. A través del diálogo, hemos podido ponernos de acuerdo sobre aspectos críticos de la pesca del camarón, incluyendo un acuerdo de ordenación del espacio marino que permite regular cuándo y dónde se puede pescar, y que ahora es parte de la regulación nacional... esto ha cambiado realmente la manera en que las diferentes partes interesadas interactúan y se entienden”.

El hecho de que los pescadores participen y se traten como iguales ha significado una mayor participación y comprensión de las acciones propuestas. Fuentevilla resume: “No podemos esperar que una comunidad sea un administrador responsable del medio ambiente si los pescadores no están plenamente informados y además participan en las decisiones que tomamos con respecto a sus medios de subsistencia. Claramente, si los pescadores no participan efectivamente en el proceso de toma de decisiones y los niveles de confianza y transparencia son bajos, no habrá prácticas sostenibles en la pesca de arrastre de fondo de América Latina. Esa es la realidad”.

Como objetivo principal, el proyecto pretende mostrar que la promoción de la pesca sostenible no tiene que ser a costa de los medios de subsistencia. La pesca sostenible no sólo contribuye a la conservación y a la gestión de los recursos y los ecosistemas, sino que también protege los medios de subsistencia y garantiza que los océanos sean capaces de proporcionar alimentos nutritivos para las generaciones venideras.

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