El pescado para alcanzar una mayor seguridad alimentaria y nutrición

Si se llevan a cabo correctamente, tanto la pesca como la acuicultura pueden proporcionar alimentos nutritivos para todos y generar ingresos decentes, a la vez que se respalda el desarrollo rural centrado en las personas y se protege el medio ambiente. El pescado está ampliamente considerado como un alimento muy nutritivo que contiene proteínas de alta calidad (fácilmente digeribles y con aminoácidos esenciales), ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga y micronutrientes pero sólo recientemente se ha reconocido que tiene "... un papel especial en la nutrición y la salud". El sector pesquero es crucial para la seguridad alimentaria y la nutrición, y su importancia es cada vez mayor: nunca antes se había consumido tanto pescado ni tantas personas habían dependido tanto de este sector para su subsistencia. De los 30 países que más dependen del pescado como fuente de proteínas, todos excepto cuatro pertenecen a los considerados países en vías de desarrollo. Para incrementar el potencial del pescado y contribuir a las políticas económicas, sociales y ambientales de cada nación, es necesario analizar y comunicar claramente el rol que el pescado puede desempeñar en la seguridad alimentaria y la nutrición. Con este fin, la FAO cuenta con un grupo técnico interdepartamental especializado en la relación que existe entre el pescado, la seguridad alimentaria y la nutrición, conectando sectores que trabajando de forma conjunta pueden respaldar prácticas pesqueras sostenibles y obtener mejores resultados a nivel nutricional y de seguridad alimentaria.

La seguridad alimentaria y la nutrición han alcanzado el primer lugar de la agenda política mundial y se han convertido en el Objetivo 2 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, para "acabar con el hambre, lograr la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición". Este enfoque es esencial, ya que una de cada nueve personas en el mundo de hoy están desnutridas y una nutrición insuficiente es la causa del 45 por ciento de las muertes en niños menores de cinco años. Si se hace correctamente, la pesca y la acuicultura pueden proporcionar alimentos nutritivos para todos y generar ingresos decentes, a la vez que se respalda el desarrollo rural centrado en las personas y se protege el medio ambiente.

El pescado está ampliamente considerado como un alimento rico en nutrientes que contiene proteínas de alta calidad (fácilmente digeribles con aminoácidos esenciales) y ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga y micronutrientes, pero sólo recientemente se ha reconocido que tiene "... un papel especial en la nutrición y la salud" (Conferencia Internacional sobre Nutrición, 2014). El sector pesquero es crucial para la seguridad alimentaria y la nutrición y su importancia es cada vez mayor: nunca antes se había consumido tanto pescado ni tantas personas habían dependido tanto de este sector para su subsistencia. De los 30 países que más dependen del pescado como fuente de proteínas, todos excepto cuatro pertenecen a los considerados países en vías de desarrollo. En muchos de los países menos desarrollados de África y Asia, el pescado supone más de la mitad de la ingesta total de proteínas animales en comunidades que sufren inseguridad alimentaria. Los productos pesqueros y otros alimentos acuáticos (algas marinas, moluscos, crustáceos, peces, anfibios y reptiles) son una fuente básica y natural de nutrientes esenciales, como los ácidos grasos omega-3 de cadena larga esenciales para un adecuado desarrollo cognitivo de los niños. Los micronutrientes como el hierro, zinc, yodo, calcio, selenio e incluso la vitamina A se encuentran en muchos productos pesqueros y su ingesta es mayor cuando se consume el pescado entero, como en el caso de los pequeños pelágicos. En aquellas especies más grandes, estos micro-nutrientes se concentran en dosis altas en las partes que normalmente no se comen como cabezas y espinas. A través de enfoques innovadores y nuevas tecnologías, estos valiosos nutrientes podrían ponerse a disposición para el consumo humano y de esta forma, reducir los deshechos. Los productos derivados del pescado además de contar con un bajo coste, tienen una gran importancia en asegurar una correcta nutrición y seguridad alimentaria en comunidades que presenten este tipo de carencias.

En el sector pesquero, la contribución de la acuicultura a la seguridad alimentaria es de particular interés ya que recientemente ha sido reconocido como el sector de producción de alimentos en más rápido crecimiento en el mundo. Es fundamental fomentar la seguridad alimentaria mediante la acuicultura sostenible, especialmente teniendo en cuenta que gran parte de esta producción proviene de países en desarrollo (91,2% en 2000), en particular Países de Bajos Ingresos y con Déficit de Alimentos (PBIDA) (83,9% en 2000). A pesar de su importancia en las dietas de los pobres (especialmente personas que viven en el interior y comunidades costeras), el pescado se ha mantenido al margen de los debates mundiales sobre políticas de seguridad alimentaria y nutrición. Durante la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (ICN2), los líderes mundiales y los estados miembros se comprometieron a erradicar el hambre y a prevenir todas las formas de malnutrición en el mundo. El enfoque basado en la alimentación de la FAO incluye la producción de alimentos, la diversificación de las dietas y el enriquecimiento de los alimentos, por lo que potenciar el consumo de productos pesqueros puede combatir la mayoría de las deficiencias principales de micronutrientes. Para incrementar el potencial del pescado y contribuir a las políticas económicas, sociales y ambientales de cada nación, debemos analizar y comunicar claramente el rol que el pescado puede desempeñar en la seguridad alimentaria y la nutrición. Con este fin, la FAO cuenta con un grupo técnico interdepartamental especializado en la relación que existe entre el pescado, la seguridad alimentaria y la nutrición, conectando sectores que trabajando de forma conjunta pueden respaldar prácticas pesqueras sostenibles y obtener mejores resultados nutricionales y de seguridad alimentaria.

J. Toppe, M. Beveridge, E. Graham. 2017. FAO Aquaculture Newsletter. No. 56, pp. 4243.

 

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