Hacia una pesca sostenible en medio del cambio climático

Antecedentes Se espera que el cambio climático torne la situación de la gestión sostenible de las pesquerías aún más urgente y crítica. Sin embargo, las consecuencias del fenómeno para el comercio internacional de pescado y los productos pesqueros no son conocidas por todos y requieren más estudio. Se necesita investigar los vínculos entre los cambios en la distribución/abundancia de los recursos y los sistemas de producción pesqueros y acuícolas a nivel regional y nacional. Lo que es sabido es que el cambio climático aumentará la incertidumbre y los riesgos - así como las oportunidades - en la oferta de productos, tanto de la pesca de captura marina como continental, y la acuicultura. El cambio climático y el aumento de la absorción de dióxido de carbono en los océanos del mundo lleva al calentamiento de la temperatura del agua; el cambio de las corrientes oceánicas; oscilación del sur; aumento del nivel del mar; cambios en las precipitaciones, caudales de los ríos, niveles de los lagos, estructura térmica, intensidad y frecuencia de las tormentas; y la acidificación de los océanos (1). Estos impactos podrían provocar cambios en la captura total de peces, la composición de las capturas y la distribución de los peces, especialmente dentro de las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) en las regiones tropicales, dado que se mueven hacia aguas más frías alejadas de la costa. Estos cambios podrían impactar especialmente en los pescadores de pequeña escala que utilizan métodos tradicionales. Los fenómenos meteorológicos extremos y el aumento del nivel del mar impactarán la infraestructura relacionada a las pesquerías, como puertos y flotas, elevando aún más los costos de las actividades de la pesca, procesamiento y distribución. Figura 1: Cambios previstos en el potencial de captura entre 2005-2055 - Fuente: Cheung et al. 2010 Como consecuencia de estos esperados impactos, el cambio climático tiene el potencial para cambiar la distribución de la producción pesquera, la competitividad de las exportaciones del sector pesquero, y por lo tanto, en última instancia, los patrones del comercio mundial. Mientras que algunas regiones pueden beneficiarse de los cambios esperados en los recursos, otras se enfrentarán a importantes ajustes y, por lo tanto, se pondrá en riesgo la sostenibilidad de sus medios de vida y seguridad alimentaria. Los movimientos inducidos por el clima en las especies acuáticas utilizadas por el sector de la pesca y la acuicultura requerirán adaptaciones en todas las etapas de la cadena de valor, incluyendo productores, procesadores, comercializadores, exportadores y los importadores, dado que buscan y se adaptan a la oferta cambiante con el fin de satisfacer la creciente demanda mundial de los productos pesqueros. Las investigaciones sobre el cambio climático demuestran los impactos globales sobre la pesca Uno de los primeros modelos desarrollados para predecir el impacto del cambio climático en la pesca de captura ilustra un desplazamiento latitudinal de las especies objetivo que podría alterar drásticamente la ubicación de los recursos pesqueros (Cheung et al., 2010) (2). Los países tropicales podrían enfrentar una caída del 40% en el potencial de captura de especies tradicionales y/o de valor comercial. Mientras, las regiones de latitudes altas podrían obtener un aumento del 30% al 70% en el potencial de captura, como se ilustra en la Figura 1. Esto tiene consecuencias importantes para los países tropicales en desarrollo y los pequeños estados insulares que dependen en gran medida de la pesca como medio de vida, los ingresos de exportación, y la seguridad alimentaria nacional. Otras comunidades y economías vulnerables incluyen muchos estados costeros africanos, dado que están particularmente expuestos a los impactos del cambio climático en la pesca y la acuicultura, debido a la baja capacidad de adaptación y la alta dependencia de los recursos (3). En 2012 se desarrolló un modelo más actualizado para estimar los impactos del cambio climático en la pesca de captura (Merino et al, 2012) (4). El modelo Merino predice para 2050 un aumento del 6% en el rendimiento potencial de las grandes poblaciones de peces de valor comercial, pero esto es menos que la tasa de crecimiento esperada de la población humana. Los autores proponen que la acuicultura podría cubrir la brecha entre la oferta y demanda futura, pero que tal intensificación requerirá avances tecnológicos para asegurar que el aumento de la producción no tenga un impacto ambiental negativo, por ejemplo, mediante la reducción significativa de las tasas FIFO. El modelo Merino predice una limitación en el crecimiento de la acuicultura; la caída de la producción en la pesquería de anchoveta en América Latina debido a los impredecibles efectos de El Niño y el aumento de severos episodios climáticos. Se espera que esto contribuya al aumento de precios y de la variabilidad de precios para los ingredientes de las raciones para peces, dado que el crecimiento de la demanda supera a la oferta. Otro estudio reciente realizado por Barange et al (2014) es optimista en sus proyecciones acerca de que la oferta mundial de pescado será capaz de satisfacer la creciente demanda mundial en 2050, aunque no sin posibles impactos negativos en las regiones vulnerables  (5). Una redistribución de los recursos como consecuencia de los cambios inducidos por el clima implicará la necesidad de modificar los patrones de comercio para mover los productos desde las regiones excedentarias hacia las deficitarias. Sin embargo, es probable que las regiones deficitarias carezcan de los recursos financieros necesarios para pagar estas importaciones y algunas de las comunidades pesqueras más vulnerables tendrán pérdidas netas. El modelo Barange et al combina los cambios predichos en la productividad como consecuencia del cambio climático, con la vulnerabilidad medida de las poblaciones que dependen de los recursos pesqueros. Los resultados ilustran que las comunidades de pescadores del sur y sudeste de Asia son altamente vulnerables a los impactos del cambio climático en la pesca, en parte debido a la alta densidad de población y a la dependencia de los recursos para la seguridad alimentaria. Las comunidades costeras de África Occidental también presentan un riesgo elevado. A pesar de que se espera que los impactos del cambio climático en esta región sean menos graves, estas poblaciones son económicamente menos capaces de adaptarse a los cambios y por lo tanto son más vulnerables. A pesar de estos modelos generales que predicen impactos en todo el mundo, existen diferentes condiciones en el planeta, tanto a nivel regional como nacional, y por lo tanto, se necesitarán varias respuestas de adaptación, en particular para la acuicultura. Por lo tanto, aún queda trabajo por hacer a nivel nacional y regional para que estas proyecciones sean útiles para los legisladores, quienes deben decidir cómo asignar los limitados recursos financieros con el fin de ayudar a las comunidades pesqueras vulnerables a adaptarse a los cambios de los recursos inducidos por el clima. Áreas de trabajo futuro Es muy pronto para predecir los efectos del cambio climático en los recursos acuáticos y las partes interesadas a lo largo de la cadena de valor de los productos pesqueros. Es cierto que habrá cambios en los recursos pesqueros, con ganadores y perdedores netos a lo largo de la cadena de suministro. El vínculo de las predicciones tempranas con la producción y los eventuales flujos de comercio requiere esfuerzos adicionales de investigación, sobre todo para pasar del análisis a nivel mundial al regional y nacional. Se debe recoger y compartir más experiencia sobre cómo el sector puede hacer la transición hacia una producción propensa al clima y las actividades post-cosecha. También es necesario que haya una mayor flexibilidad en las herramientas de gestión existentes utilizadas por los gobiernos nacionales y las organizaciones regionales de ordenación pesquera (OROP) para permitir suficiente margen de actuación para que los países se adapten a los cambios relacionados a la disponibilidad de los recursos debido al cambio climático. Para promover el intercambio de información entre las partes interesadas, FishAdapt, una conferencia internacional que se celebraró en Bangkok del 8 al 10 de agosto, reunió a expertos del sector, la academia, la sociedad civil, el gobierno y las organizaciones intergubernamentales para compartir sus experiencias en la adaptación del sector pesquero y acuícola al cambio climático. Artículo de Victoria Chomo, Oficial de Pesca, FAO y Cassandra de Young, Analista de Planificación Pesquera, FAO Las opiniones aquí expresadas no necesariamente reflejan las opiniones o políticas de FAO (1) De Young, C., D. Soto and J. Muir. 2013. Module 10: Climate-Smart Fisheries and Aquaculture. In: Climate Smart Agriculture (CSA) Sourcebook.
(2) Cheung, W, V. LAM, S. Sarmiento, K. Kearney, R. Watson, D. Zeller, and D Pauly. 2010. Large-scale redistribution of maximum fisheries catch potential in the global ocean under climate change. Global Change Biology.
(3) Allison, E., A. Perry, M-C Badjeck, W.N. Adger, K. Brown, D. Conway, A. Halls, G. Pilling, J. Reynolds, N. Andrew and N.Dulvy. 2009. Vulnerability of national economies to the impacts of climate change on fisheries. Fish and Fisheries.
(4) Merino, G., M. Barange, J. Blanchard, J. Harle, R. Holmes, I. Allen, E. Allison, M.C. Badjeck, N. Dulvy, J. Holt, S. Jennings, C. Mullon, L. Rodwell. 2012. Can marine fisheries and aquaculture meet fish demand from a growing human population in a changing climate? Global Environmental Change.
(5) Barange, M., G. Merino, J.L. Blanchard, J. Scholtens, Harle, E.H. Allison, J.I. Allen, J. Hold, and S. Jennings. 2014. Impacts of climate change on marine ecosystem production in societies dependent on fisheries. Nature Climate Change Letters.

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