Se espera que el suministro total de pescado blanco aumente en un 2 por ciento en 2020 en comparación con 2019, sin embargo, todo el aumento vendrá de la acuicultura. Los suministros de bacalao disminuirán un poco. La actual pandemia de COVID-19 está afectando, muy fuertemente, el comercio y el consumo, ya que se está pasando de los restaurantes a los hogares, lo que significa que las ventas en fresco están disminuyendo mientras que las ventas en congelados están aumentando.

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Se espera que los suministros mundiales de pescado de fondo, incluida la producción acuícola, será algo mayor en 2020 que en 2019. Las estimaciones del total de peces de fondo indican un aumento de unas 300 000 toneladas, que en su totalidad provendrán de la acuicultura, que se estima en 13,80 millones de toneladas, mientras que la pesca de captura será de 7,37 millones de toneladas. Se prevé que los suministros de abadejo aumenten en 30 000 toneladas y los de carbonero aumentarán en unas 18 000 toneladas. Los suministros de bacalao del Atlántico probablemente disminuirán en 12 000 toneladas, mientras que el bacalao del Pacífico se espera que disminuya en 22 000 toneladas y la merluza en más en más de 21 000 toneladas.

En la Federación de Rusia, los observadores prevén una disminución gradual del total admisible de capturas del abadejo de Alaska en un 5 por ciento anual hasta 2025. Los desembarcos rusos de abadejo de Alaska pueden reducirse hasta 1 455 000 toneladas para 2025, 300 000 toneladas menos. En 2020, la cuota es de 1 764 000 toneladas. Las capturas de abadejo de Alaska en el Mar de Okhotsk parecían prometedoras a principios de año. Hasta el 10 de marzo de 2020, se habían capturado un total de 601 800 toneladas, un aumento del 12,7 por ciento en comparación con el volumen en mismo período en 2019.

El comienzo de la temporada A del abadejo de Alaska en Estados Unidos fue bueno, y la demanda del mercado de bloques de filete de abadejo de Alaska estaba en auge. La cuota de 2020 para el Mar de Bering se fijó en 1,425 millones de toneladas, un 2 por ciento más que los 1,4 millones de toneladas en 2019.

Las poblaciones de peces de fondo del Mar de Barents se encuentran en muy buenas condiciones, con las cuotas de bacalao del Atlántico, abadejo y carbonero siguen siendo muy superiores a la media del período comprendido entre 1998 y 2020. Sin embargo, desde 2014 ha habido una disminución en la cuota total de bacalao, de 1 millón de toneladas en 2014 a 738 000 toneladas en 2020. La cuota de abadejo está fijada en 215 000 toneladas para 2020. La cuota de carbonero en 2020 se establece en 172 000 toneladas, que está justo por encima de la media del período de 1994 a 2020.

La Federación de Rusia se está convirtiendo en una fuerza importante en el sector del bacalao, pero en la actualidad ni la flota, ni la infraestructura de elaboración y distribución son capaces de explotar el recurso en todo su potencial. Sin embargo, esto está cambiando. Las autoridades rusas han anunciado planes para renovar la flota con buques modernos de captura y procesamiento y para mejorar las instalaciones portuarias, en lo que respecta a los desembarques, el almacenamiento y la elaboración. En la actualidad, alrededor del 90 por ciento de las exportaciones de bacalao de la Federación de Rusia consisten en pescado redondo sin, prácticamente, ningún valor añadido. En el futuro, la Federación de Rusia aspira a exportar productos elaborados, como filetes y carne picada de bacalao a China, así como abadejo de Alaska, refrigerado y filetes, a la República de Corea y productos de klipfish (pescado blanco salado y seco) a Europa meridional.

Mercados

A principios de año, había optimismo sobre las perspectivas globales del bacalao. La pandemia de COVID-19 ha cambiado eso. Mientras que la demanda en la parte final superior del mercado, es decir, restaurantes y servicios de comida, se ha agotado por completo, la demanda en el sector minorista es fuerte, ya que se está consumiendo más en casa. Frente a esta evolución, el sector de los servicios de alimentación ha encontrado soluciones para que puedan mantener su actividad, como la entrega a domicilio "sin contacto", cuya popularidad va en aumento.

Parece que China ha sido capaz de contener el COVID-19 y, poco a poco, la vida está volviendo a la normalidad en el país. La pandemia retrasó el procesamiento del pescado blanco importado, pero se esperaba que, a finales de marzo, la capacidad de procesamiento del abadejo de Alaska volviera estar al cien por cien. Según informes recientes, muchas plantas de procesamiento ya han comenzado a funcionar.

La pesquería "skrei" de Noruega (bacalao de desove capturado en el norte de Noruega) este año comenzó antes de lo normal. Normalmente, la temporada de skrei va desde finales de enero hasta abril, pero este año comenzó cuando el primer bacalao llegó a principios de enero. 

Comercio

En enero, Noruega comunicó un buen comienzo de las exportaciones de bacalao fresco, con un aumento del 32 por ciento en volumen hasta 6 100 toneladas en comparación con enero de 2019. En el mismo período, los precios medios de exportación aumentaron, por lo que, el valor de este comercio se incrementó en un 42 por ciento, hasta 328 millones de coronas noruegas. Al mismo tiempo, las exportaciones noruegas de bacalao congelado disminuyeron en un 48 por ciento hasta 5 100 toneladas con un valor FOB de 231 millones de coronas noruegas.

Las exportaciones noruegas de bacalao entero congelado crecieron hasta 57 852 toneladas en 2019, lo que representa un aumento del 9 por ciento en comparación con 2018. El principal mercado fue China, que representó 27 900 toneladas o el 48 por ciento del total. Otros mercados importantes fueron Lituania y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

La mayor parte del bacalao entero importado por China se destina para procesar y para la reexportación. En 2019, China importó 174 400 toneladas de bacalao entero congelado, lo que representaba un 8,2 por ciento menos que en 2018. La mayor parte de esta reducción se debió a una importante disminución de las importaciones de Estados Unidos que se redujeron a 26 400 toneladas, con un 24,7 por ciento. Las exportaciones chinas de filetes de bacalao congelado se mantuvieron prácticamente igual que en 2018 en 121 800 toneladas.

Las exportaciones rusas de abadejo de Alaska entero congelado, en 2019, aumentaron en un 9,1 por ciento en comparación con 2018. Se produjo un aumento del 25,8 por ciento de las exportaciones a China, mientras que las exportaciones a la República de Corea aumentaron un 31,7 por ciento. China importó 690 000 toneladas de abadejo de Alaska entero congelado, un 20,3 por ciento más que en 2018. Las importaciones de Estados Unidos disminuyeron un 30,5 por ciento, mientras que las importaciones de la Federación de Rusia y Japón aumentaron un 24,5 por ciento y un 212,8 por ciento, respectivamente. Las exportaciones de China de filetes de abadejo de Alaska aumentaron hasta 265 400 toneladas, un 10,5 por ciento. Alrededor de la mitad de esas exportaciones (123 090 toneladas) fueron enviadas a Alemania. Esto representó un aumento del 32,2 por ciento en comparación con 2018. 

A principios de 2020, los exportadores rusos de abadejo de Alaska experimentaron una fuerte caída de la demanda de China. Cada año, la Federación de Rusia exporta unas 600 000 toneladas de abadejo de Alaska a China, donde la mayor parte es procesado y reexportado a otros mercados. Cuando el COVID-19 cerró el procesamiento en China, las exportaciones se desplomaron y los rusos empezaron a buscar mercados alternativos. Algunas cantidades se desviaron a Viet Nam para ser procesados y reexportados a la República de Corea. Pero las cantidades eran mínimas en comparación con las importaciones chinas. En marzo de 2020, las importaciones de China procedentes de la Federación de Rusia se recuperaron fuertemente.

Surimi

El mercado del surimi está a punto de desaparecer. Muchos restaurantes de sushi están cerrados, mientras que muchos otros restaurantes han tenido que introducir medidas para reducir su capacidad. Sin embargo, prácticamente todo el consumo se realiza en casa. Las ventas al por menor de bandejas de sushi están aumentando un poco, pero no lo suficiente como para compensar la fuerte caída de la demanda en restaurantes. Se estima que en Japón hay 41 500 restaurantes de sushi, donde la pandemia es, ciertamente, una mala noticia para los propietarios de negocios japoneses.

Precios

Los precios del abadejo de Alaska, descabezado y eviscerado, aumentaron a finales de marzo de 2020, cuando las fábricas de procesamiento chinas reanudaron sus actividades y China comenzó a importar nuevamente materia prima. Al mismo tiempo, hubo una mayor incertidumbre sobre los mercados de productos básicos en Estados Unidos y la Unión Europea, mientras que el epicentro de la pandemia se desplazaba de China a Europa y posteriormente a Estados Unidos. 

Perspectiva

Se prevé que el total de los suministros de peces de fondo sea ligeramente superior a los de 2019, mientras que los suministros de bacalao puedan disminuir un poco. Es probable que los precios del pescado blanco marino, capturado en su estado nativo, sigan aumentando, mientras que el pescado blanco de piscifactoría sufrirá una caída de los precios.

La perspectiva para el resto de 2020 es sumamente incierta. Si bien, China pudo volver a condiciones casi normales después de sólo unos meses, no se puede esperar que esto suceda en la Unión Europea o en Estados Unidos.

Para el resto de 2020 se espera que la demanda siga desplazándose del sector de la restauración y los servicios de alimentación al sector minorista y al hogar, favoreciendo así los productos congelados. Es probable que los precios disminuyan un poco y que el comercio se restrinja más de lo previsto. Hay mucha incertidumbre acerca de los precios del bacalao, pero el consenso general parece ser que se mantendrán altos o aumentarán, tanto por una situación difícil de suministro como por la demanda del mercado.

El Brexit parece haber sido casi olvidado en la época del COVID-19. Sin embargo, el Brexit tendrá un efecto en el mercado de peces de fondo. El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte es un gran consumidor de pescado de fondo, especialmente de Islandia y Noruega, pero los acuerdos comerciales siguen en el aire. La libra esterlina se ha depreciado frente al euro, pero se ha apreciado frente a la corona noruega. Por consiguiente, las importaciones británicas de pescado de fondo de la Unión Europea pueden disminuir, mientras que las importaciones de Noruega e Islandia pueden aumentar debido a la situación del tipo de cambio.