Se prevé que el valor del comercio mundial de pescado en 2016 caiga 1,1% en comparación con 2015

04/10/2016

Tras un largo período de crecimiento constante, se prevé que el valor del comercio mundial de pescado en 2016 caiga 1,1% en comparación con 2015, a USD 132,6 mil millones. Será el segundo año de descenso y la primera vez que haya dos años consecutivos con caídas desde que hace 40 años comenzaran las estadísticas de la FAO sobre el comercio mundial.

La caída en términos de valor no está relacionada con el descenso del volumen comercializado, que se proyecta que permanecerá estable este año en 59,9 millones de toneladas, sino más bien con un dólar estadounidense significativamente más fuerte - disminuyendo el valor relativo del comercio en otras monedas - y una caída en los precios de algunas de las principales especies comercializadas. Sin embargo, las principales tendencias en la producción y el consumo de pescado continúan, con una producción de captura estable y un aumento adicional del 5% en la producción acuícola. Mientras tanto, se espera que el consumo per cápita de las especies de cultivo llegue a 10,9 kg durante este año, cifra superior a los 9,7 kg estimados para las especies silvestres.

A partir de abril de 2016, el último mes de referencia, el Índice de Precios de Productos Pesqueros de la FAO se ubicó a la par del idéntico mes de 2015. En general, los precios de los productos pesqueros comercializados se mantuvieron relativamente bajos durante la primera mitad de 2016 en comparación con los últimos años, debido principalmente a que una gran parte del comercio mundial consiste de camarón y atún, materias primas altamente comercializadas y cuyos precios disminuyeron considerablemente en el último año. Los precios de algunas especies de gran volumen, como la caballa, el pangasius y la tilapia, también cayeron. Dicho esto, la situación de los precios es un tanto variada, ya que otras especies siguen una tendencia al alza. Los cefalópodos y algunas especies demersales, como el bacalao, mostraron fuertes ganancias durante el mismo período, al igual que los precios de arenque. Sin embargo, el producto más destacado es el salmón de cultivo, cuyos precios en Europa están alcanzando niveles sin precedentes mientras la oferta global se ajusta.

Se espera que la mayoría de los principales exportadores de productos pesqueros del mundo registren caídas en sus ingresos por exportaciones en términos de dólares, debido a los precios más bajos y una moneda estadounidense fuerte. Se prevé que los principales exportadores de atún y camarón, como India, Tailandia, Filipinas, China, Ecuador y México, sufran caídas de diverso grado debido a los precios bajos de la materia prima. Sin embargo, algunos de los principales productores, como Argentina, Noruega e Islandia, obtendrán mejores resultados. Tanto Noruega como Islandia se beneficiarán de los precios altos del bacalao, mientras que las empresas salmonicultoras noruegas incrementan considerablemente sus ingresos, ya que los precios del salmón de cultivo están aumentando progresivamente. Por su parte, Argentina registró capturas récord de langostino rojo argentino durante el año pasado y aumentó significativamente las ventas a los mercados europeos y a China.
En cuanto a las importaciones, se espera que los tres mercados más importantes, EEUU, la UE y Japón, registren disminuciones marginales en el valor total de las importaciones, mientras que se prevé que pocos países tengan un buen desempeño durante el año.

El referéndum en el Reino Unido para salir de la UE tuvo un impacto inmediato y negativo en la economía británica, ya que la incertidumbre reina sobre qué papel cumplirá este escenario de salida y cuáles serán las consecuencias para el comercio entre el Reino Unido y su socio comercial más importante. El efecto más significativo hasta el momento ha sido el rápido deterioro de la libra esterlina, lo que significa una ventaja para los exportadores, pero reduce drásticamente el poder adquisitivo de los importadores de productos pesqueros. Para un país que importa más del doble del valor de productos pesqueros que lo que exporta, las consecuencias pueden ser graves. Más allá de cuestiones comerciales, la salida del Reino Unido significará un restablecimiento del control nacional de las políticas de gestión pesquera y por lo tanto es probable que se llegue a un ajuste de las cuotas en aguas territoriales, previamente fijado en Bruselas en virtud de la política pesquera común.

A más largo plazo, las proyecciones en el informe "OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas" indican que la producción total de pescado para 2025 será de 195 millones de toneladas, de las cuales 103 millones corresponderán a la producción acuícola. Además se prevé que el consumo de pescado llegue a 21,8 kg per cápita anuales para ese mismo año, aumentando en todos los continentes, sobre todo en Asia y Oceanía. Debido al crecimiento de los ingresos, que normalmente es acompañado por un mayor gasto en hogares de proteínas caras, como los productos pesqueros, el consumo de pescado crecerá más rápidamente en las regiones en desarrollo. No se espera que este aumento de la demanda vaya acompañado de un incremento general de precios, ya que se proyecta que los precios de pescado caigan en términos reales durante la próxima década.

El informe analiza el mercado para el periodo enero - julio 2016

 

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