La mejora del procesamiento postcosecha aumenta los ingresos de los agricultores de Mozambique

La FAO colabora para mejorar el procesamiento y la infraestructura postcosecha de los agricultores de Mozambique.

Datos clave

La agricultura es la principal actividad generadora de ingresos en Mozambique. Unos 3,8 millones de pequeños agricultores representan el 95 por ciento de la producción agrícola del país. La mayor parte de este producción es de subsistencia y se caracteriza por unos bajos rendimientos, debido principalmente a la falta de insumos adecuados (semillas y fertilizantes de calidad), técnicas de producción apropiadas y tecnologías de procesamiento y almacenamiento posteriores a la cosecha. Las pérdidas poscosecha son muy elevadas en el país (una media del 30 por ciento de la producción) debido a la falta de instalaciones de almacenamiento adecuadas. Como consecuencia, los pequeños agricultores tienen poco margen de maniobra y se ven forzados a vender sus productos inmediatamente después de la cosecha cuando los precios son más bajos. La FAO está colaborando con la Unión Europea en el marco del programa del Objetivo de Desarrollo del Milenio 1c (ODM1c) para apoyar a los pequeños agricultores en el desarrollo de técnicas postcosecha mejoradas. Desde el inicio del proyecto, más de 250 artesanos fueron capacitados en 15 distritos de Mozambique en la construcción y promoción de silos familiares mejorados, denominados localmente “silos Gorongosa”.

El maíz, junto con la yuca, son productos cultivados por el 80 por ciento de todos los pequeños agricultores mozambiqueños y abarcan un tercio de la tierra cultivada. Pese a su inmenso potencial, los pequeños agricultores tienen unos ingresos generalmente bajos y su exposición a la inseguridad alimentaria y nutricional es elevada. Uno de los motivos es que la inseguridad alimentaria y nutricional tienen una dimensión estacional en los hogares rurales. Durante el período de escasez, que dura de octubre a febrero, las existencias alimentarias de los hogares más pobres se agotan y los precios de los alimentos suben. Como los silos tradicionales no ofrecen una protección adecuada contra las plagas y los elementos, se producen considerables pérdidas postcosecha.

Aunque existen silos alternativos, como los fabricados de metal, los silos Gorongosa tienen la ventaja de ser más asequibles económicamente y de estar basados en una tecnología desarrollada localmente. Hechos de materiales locales, entre ellos barro y arcilla, así como de otros convencionales, como cemento y varillas de hierro, estos silos pueden durar hasta 20 años con buen mantenimiento. Son resistentes al fuego y protegen de plagas y enfermedades. El especialista postcosecha de la FAO Jorge Machanguana explica que una vez colocados en los silos, las pérdidas de granos son mínimas. “Los silos mantienen la calidad de los granos por mucho tiempo, hasta diez meses”, afirma, “lo que, además, reduce la necesidad de tratamientos químicos”. Cabe destacar que cuanto más largo es el tiempo de conservación del grano, mayor flexibilidad tienen los agricultores para elegir el mejor momento para vender sus productos. “Esto garantiza que los agricultores obtengan buenos precios para su productos”. 

Cristina Viagem es una agricultora de 39 años de la localidad de Noré, en la provincia de Nampula. “Estos nuevos silos han cambiado nuestras vidas”, afirma. “Ahora puedo vender lo que produzco en diferentes mercados y esperar hasta que el precio sea justo”, añade.

Armando Daniel Sabonete, un agricultor que vive también en Noré, relata la misma historia. Con el sueño de construir su casa de cemento y ladrillos y de ampliar sus campos, Sabonete ha aplicado técnicas de procesamiento postcosecha mejoradas y ha aumentando sus ingresos debido a las mejores cosechas e instalaciones de almacenamiento. Mientras espera hacer realidad sus sueños a largo plazo, utiliza sus ganancias para sufragar la educación de sus hijos.

La FAO capacitó a artesanos en la construcción y promoción de silos familiares mejorados en las provincias de Manica, Sofala y Tete, Zambézia y Nampula en las regiones central y septentrional del país El proyecto de cinco años que comenzó en 2013, tiene previsto construir más de 10 000 silos Gorongosa y capacitar por lo menos a 20 000 agricultores en gestión del procesamiento posterior a la cosecha en el marco del subprograma.

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