Lograr que el pescado sea un bien accesible en Filipinas

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La FAO impulsa la resiliencia de los productores de tilapia ante el cambio climático para garantizar la productividad

Datos clave

Los filipinos dependen en gran medida de la acuicultura, y de la tilapia en particular, para satisfacer sus necesidades de proteínas. Aproximadamente el 12% de su consumo de proteína animal proviene de la tilapia cultivada. Al tiempo que hasta el 30% de los productos pesqueros y de mariscos que consumen se cultivan localmente.

Filipinas se encuentra entre los países más vulnerables a los fenómenos meteorológicos y los desastres relacionados con el clima. Durante casi una década, el clima y la fragilidad ambiental en Filipinas han causado una disminución anual significativa en la producción de tilapia. Las principales provincias productoras de tilapia están regularmente expuestas a climas inclementes y sus riesgos asociados, como inundaciones o períodos prolongados de sequía. Los estanques de peces de agua dulce en Filipinas generan del 50 al 55% de la producción total de la producción total de la acuicultura. Sin embargo, este tipo de actividad está particularmente en riesgo a las amenazas relacionadas con el clima y generalmente es propenso a una recuperación más lenta debido a los repetidos eventos climáticos severos.

Perder el acceso a la tilapia tendría un gran impacto en la nutrición y la seguridad alimentaria de la población local, en particular aquellos con ingresos bajos, y que consumen 4,7 kg de tilapia anuales per cápita. Para garantizar que la tilapia esté disponible y sea asequible para una población en crecimiento, la FAO apoya al Gobierno de Filipinas en la mejora de la resiliencia climática de los criadores de tilapia, principalmente los dedicados a operaciones de estanques de agua dulce.

La tilapia juega un papel importante en la seguridad alimentaria y la nutrición en Filipinas. Por menos de 2,50 USD por kilogramo, es una fuente de proteína animal más asequible que la carne de cerdo, pollo y otros productos pesqueros. La tilapia es el pescado de criadero más consumido en el país y representa al menos el 12% de la ingesta de proteína animal de los filipinos en todos los grupos socioeconómicos. Pero en la última década, la tasa promedio de producción de tilapia ha disminuido en un 0,7% al año.

Los efectos del clima y el estrés ambiental son las principales causas de esta disminución. Las temperaturas extremas y las fuertes lluvias provocan cambios repentinos en parámetros importantes del agua, como la temperatura del agua, el pH y los niveles de oxígeno, que terminan afectando el crecimiento de la tilapia, el éxito reproductivo e incluso pueden conducir a la mortalidad masiva de peces.

“Si bien no podemos controlar el clima, podemos sin embargo incrementar la adaptación de los piscicultores a los efectos negativos de eventos externos para asegurar que el cultivo de tilapia en estanques siga siendo rentable y, posteriormente, se asegure el suministro de tilapia para nuestra creciente población”, explica Roy Ortega, representante de la Oficina de Pesca y Recursos Acuáticos del Departamento de Agricultura de Filipinas (DA-BFAR, por sus siglas en inglés).

Impulsar la resiliencia climática en la acuicultura

La FAO, junto con el DA-BFAR, está trabajando con los criadores de tilapia de estanques de agua dulce. La producción de tilapia en estos estanques se encuentra entre los sistemas agrícolas más vulnerables al cambio climático.

El proyecto demostró el uso eficiente de insumos agrícolas fundamentales, como probadores portátiles de la calidad del agua, para las granjas-piloto del proyecto. También trabajó con la Administración de Servicios Geofísicos y Astronómicos Atmosféricos de Filipinas (PAGASA, por sus siglas en inglés) para instalar Estaciones Meteorológicas Automáticas (EMAs) y con la Universidad Estatal de Caraga para lanzar una plataforma web que enviará alertas por SMS a los criadores de tilapia. Las EMA es una estación de monitoreo equipada con diferentes sensores que miden, en tiempo real, los parámetros del clima. Estas estaciones, que pueden implementarse incluso en áreas remotas, pueden proporcionar avisos de alerta temprana para tormentas eléctricas, fuertes lluvias y temperaturas extremas, que son relevantes para el trabajo en la acuicultura.

A través de una capacitación patrocinada por el proyecto, los criadores de tilapia, los grupos de productores y los técnicos del gobierno local practicaron el envío de mensajes de alerta temprana sobre los fenómenos meteorológicos y climáticos a través de la plataforma basada en la web.

Capacitación y conocimiento compartido

La capacitación proporcionada por el proyecto ayudó al Departamento de Agricultura de Filipinas y a los técnicos del gobierno local a evaluar los sistemas de producción de estanques y su capacidad de adaptación. También aprendieron a utilizar adecuadamente la Estación Meteorológica Automática para observar el clima en un entrenamiento especializado de “comunidad-agua-meteorología”.

Esto ha resultado en mayor capacidad del gobierno para monitorear y predecir las condiciones climáticas locales en y alrededor de las áreas donde se realizan los entrenamientos y pruebas, y para facilitar el apoyo técnico para los productores de tilapia. Los mensajes de alerta temprana brindan orientación a los criadores de tilapia para hacer un uso óptimo de los insumos y asesorar sobre eventos climáticos, como posponer los tiempos de alimentación debido a una tormenta inminente o garantizar la seguridad de los trabajadores y equipos agrícolas en caso de un ciclón tropical.

También se implementaron una serie de talleres con expertos del área para fusionar el conocimiento científico con la experiencia real de campo de los piscicultores. En resumen, el taller desarrolló un proceso de intercambio de conocimiento y documentación que permitió a los piscicultores y expertos vincular los conceptos clave en agrometeorología (por ejemplo, sistemas del clima) con la gestión de la acuicultura. Esto resultó en el desarrollo de nueve productos de conocimiento para guiar a los practicantes y piscicultores en la gestión de los impactos de los sistemas climáticos. Estos ejercicios comenzaron con la producción de tilapia, pero se han expandido a otros productos acuícolas de importancia comercial.

Durante el fenómeno de El Niño de 2015 y 2016, el proyecto también apoyó a los criadores de tilapia con servicios de asesoría, presentando explicaciones simples del fenómeno y sus impactos en los sistemas de cultivo en agua dulce, incluyendo indicadores, estrategias de mitigación y medidas de adaptación.

Hacia adelante

Desde el nivel nacional hasta el agrícola, las agencias gubernamentales y los productores acuícolas están acelerando la adopción de los enfoques basados ​​en la evidencia y la resiliencia climática introducidos por el proyecto. Un mayor conocimiento, el acceso a la tecnología de la información y la comunicación y la información de alta calidad han permitido a estos grupos integrar las estrategias de adaptación y mitigación desde la planificación hasta la producción real.

“El logro más significativo de este proyecto es la convergencia de las ciencias acuícolas, atmosféricas y meteorológicas. Esto está ayudando a los cultivadores de tilapia a ganar la carrera contra el cambio climático, al tiempo que contribuye a la mitigación de la pobreza y la seguridad alimentaria. El aprendizaje, las aplicaciones tecnológicas, las políticas y el conocimiento generado a partir de esta cooperación tienen un gran potencial para extenderse a otras empresas de acuicultura en el país y a la región Asia-Pacífico”, dijo Miao Weimin, Oficial de Acuicultura de la Oficina Regional de la FAO para Asia y el Pacífico.

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