Agricultores de Malawi reciben ayuda de un proyecto de la FAO tras las graves inundaciones

El proyecto de la FAO ayuda a más de 2 700 agricultores a recuperarse después de que graves inundaciones arrasaran sus campos.

Datos clave

Los pequeños agricultores de los distritos de Phalombe, Mangochi y Nsanje en Malawi, afectados por las inundaciones, son ahora optimistas ante su recuperación con la perspectiva de una buena cosecha tras las graves inundaciones que arrasaron sus terrenos el año pasado. Mediante el proyecto "Ayuda de insumos de emergencia a las poblaciones afectadas por las inundaciones en los distritos de Phalombe, Mangochi y Nsanje en la región meridional de Malawi", de seis meses de duración y vigente hasta diciembre de 2013, la FAO ayudó a 2 700 agricultores –lo que supone una población indirecta de 14 850 personas- que recibieron cada uno 3 kg de semillas de maíz, 1 kg de guandú, 1 kg de caupí, 2 kg de frijoles, 15 kg de fertilizante y 20 kg de fertilizante de urea. El proyecto tenía como objetivo fundamental mejorar la calidad de vida de los grupos vulnerables mediante el suministro de insumos agrícolas y la creación de capacidades sobre el cultivo de variedades diversificadas y mejoradas de cultivos de ciclo corto y la utilización de los puntos de captación de agua o humedad residual mediante el regadío a pequeña escala. Gracias al proyecto, se capacitó a los agricultores en buenas prácticas agrícolas para la producción de maíz y legumbres, utilizando técnicas de manipulación post-cosecha apropiadas para que los hogares afectados por las inundaciones y las sequías se recuperen de las perturbaciones climáticas extremas que les predispusieron a la inseguridad alimentaria y la pobreza extrema.

Las excelentes perspectivas para la producción de maíz despejan el futuro de los agricultores
Durante una visita a los terrenos agrícolas en marzo de 2014 para evaluar el rendimiento de los cultivos, se observaron resultados positivos y los campesinos estaban preparados para adoptar las tecnologías que habían aprendido durante el proyecto. Estaban convencidos de que la cosecha les proporcionaría suficientes alimentos y estabilidad a pesar de las perturbaciones climáticas de la temporada anterior.

“Esta cosecha me permitirá producir suficientes alimentos que me hacen sentir seguro por primera vez en meses”, dijo Austin Forte, un campesino guía de 26 años responsable de la capacitación de 27 agricultores en el distrito de Nsanje.

Se detectaron sentimientos similares en Phalombe, donde Dorifa Hesten, de 38 años, recibió los insumos después de que las inundaciones arrasaran sus terrenos.

“Antes estábamos muy afectados por el hambre y nos resultaba difícil comprar alimentos, pero ahora estamos contentos teniendo este cultivo en la huerta; está claro que tendremos suficiente para comer", aseguró Hesten, madre de dos hijos.

“Esta es la primera vez que he visto crecer así al maíz en mis tierras. Vamos a tener suficiente comida para todo el año. Creo que otros agricultores deberían utilizar esta tecnología”, añadió.

Agatha Thomas, de 27 años, no deja de sonreír ante la perspectiva de una cosecha abundante. Su terreno es el ejemplo típico de una mujer joven con ganas de aprender nuevas técnicas agrícolas y preparada para mayores éxitos en la agricultura.

“Ya no me despierto por la noche pensando que no puedo alimentar a mis hijos. Ahora espero cosechar suficiente maíz y legumbres”, señaló Thomas, madre de tres hijos, y cuyo terreno fue arrasado por las inundaciones.

Ayuda oportuna, una red de seguridad sólida para los agricultores afectados
Osmund Chapotoka, Oficial de Distrito de Desarrollo Agrícola para Phalombe, afirmó que el proyecto proporcionó ayuda oportuna a 900 agricultores seleccionados del distrito que estaban desesperados tras las inundaciones que devastaron sus terrenos. Al finalizar el proyecto, el 90 por ciento de los campesinos seleccionados tenían buenas perspectivas para las cosechas de maíz y guandú.  

El coordinador nacional de la FAO para el proyecto, Samuel Mingu, instó a los agricultores de los tres distritos objetivo a utilizar las tecnologías aprendidas en todas las actividades agrícolas futuras.

Un vistazo a los antecedentes del proyecto
En enero de 2013, el gobierno de Malawi recibió informes sobre de las inundaciones en los tres distritos y, en colaboración con la Oficina del Coordinador Residente de las Naciones Unidas, constituyó un equipo interinstitucional de evaluación para investigar la situación en profundidad.

La evaluación reveló que 6 475 familias se vieron afectadas, y algunas de ellas tuvieron que desplazarse de sus hogares. Muchas cabezas de ganado fueron arrastradas por el agua y el calendario escolar se vio afectado al refugiarse la gente en las escuelas. Más de 7 500 hectáreas de diferentes tipos de cultivos como maíz, tabaco, legumbres y algodón resultaron arrasadas, cubiertas por arena o inundadas por el agua, con los cultivos que se marchitaron y finalmente se secaron.

La situación se vio agravada por las prolongadas sequías que afectaron a 16 distritos de Malawi, entre ellos los tres distritos objetivo, resultando afectados algunos de ellos durante tres años consecutivos y abocando por ello a 1,9 millones de personas a la pérdida de su derecho a recibir alimentos, según el Comité de Evaluación de la Vulnerabilidad de Malawi (MVAC, por sus siglas en inglés).

El equipo de evaluación formuló recomendaciones sobre las intervenciones para fortalecer la resiliencia de las familias afectadas. Entre las actividades recomendadas se incluyen: ayuda con productos alimenticios, insumos agrícolas para la replantación inmediata en los campos afectados, apoyo a la agricultura de regadío mediante la utilización de la humedad residual o los sistemas de regadío a pequeña escala existentes en las comunidades afectadas, reparto de yuca y enredaderas de batata, hortalizas y legumbres para una producción diversificada.

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