En el año 2009, la FAO en coordinación con el Instituto Nicaragüense de Tecnología Agrícola (INTA) levantó una línea base a cinco productores con ciertas características o requisitos, para establecer un modelo de seguridad alimentaria y nutricional en la comunidad de Compasagua. Fue clasificada la familia Sosa Urbina de una humilde condición económica y con niños pequeños con signos claros de desnutrición. Su base de sustento era obtenida de la cosecha de primera de maíz y casi siempre el padre vendía su mano de obra como carpintero teniendo que migrar fuera de la comunidad. Pero tenían unas tierras aptas para el cultivo y la decisión de salir a adelante.

Gracias al aporte del PESA, don Francisco con su positivismo, superación y gran esfuerzo fue innovando e implementando cambios dentro de su sistema de producción diversificándola y sumando tecnologías obteniendo muy buenos resultados elevando así significativamente sus rendimientos. Tanto él como su esposa han logrado capacitarse preparándose técnicamente en promotoría rural mejorando la condición de vida, asegurando alimentos y buena salud para toda la familia. Además, evitando la migración, han fortalecido sus lazos familiares.