Foto: Palova Souza/FAO

Brasília, Brasil, 11 de diciembre de 2019 – Durante cuatro días, representantes de las áreas de alimentación escolar, educación, salud, agricultura, planificación y salud de los gobiernos de Guatemala, El Salvador, Ecuador y Paraguay visitaron Brasil, en una misión técnica para conocer la experiencia brasileña de ejecución del Programa Nacional de Alimentación Escolar (PNAE). Ejecutado hace más de 60 años, el programa se ha convertido en una iniciativa de referencia en América Latina y el Caribe. 

En reunión con los gestores del Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación (FNDE), responsables por la ejecución de esta política pública, las delegaciones conocieron el funcionamiento del PNAE, las acciones de gestión, compras a la agricultura familiar, control y monitoreo. También conocieron otras políticas de educación como de transporte escolar y libros didácticos. 

Según Karine Santos, Directora de Asuntos Educacionales del FNDE, el programa de alimentación escolar de Brasil, creado en 1955, fue perfeccionado a lo largos de las décadas de ejecución, transformándose en un programa universal, que asiste a 41 millones de alumnos todos los días, distribuidos en 140 mil escuelas en todo Brasil. “Alcanzamos la universalidad, que era un gran reto”. La Directora destacó importantes progresos como la inclusión de los productos de la agricultura familiar, como parte de la estrategia gubernamental hacia la oferta de alimentos más saludables, frescos y de calidad a los escolares.

Alimentación saludable y universal

Durante la gira técnica, los representantes de los cuatro países visitaron escuelas públicas en la ciudad de Luziania, estado de Goiás, y Brazlandia, en Distrito Federal donde conversaron con nutricionistas, conocieron de cerca los pasos de implementación del PNAE, visitaron bodegas donde son entregados los alimentos, las cocinas y los comedores donde los estudiantes se alimentan durante los 200 días lectivos. El tema de huertos escolares también fue presentado como herramienta pedagógica que permite a los maestros enseñar los diversos contenidos bien como reforzar la importancia de la alimentación saludable. 

En Luziania, el municipio ofrece alimentación a 21 mil estudiantes en 64 escuelas, siendo que 6 centros escolares se ubican en la zona rural. A su vez, el Distrito Federal (DF) asiste a 678 escuelas, ofreciendo alimentación escolar a 456 mil niños y niñas de la red pública escolar. 

Karine reconoció que los países latinoamericanos han avanzado mucho en términos de políticas públicas de alimentación escolar. “Hoy no hablamos más de implementación de programas de alimentación escolar, hablamos de fortalecimiento. Y el gobierno brasileño ha dado continuidad a este trabajo en la región”.

En la última semana, el FNDE, importante socio estratégico de cooperación internacional, ha descentralizado nuevos recursos del gobierno brasileño a la FAO para seguir el trabajo de consolidación de los programas de alimentación escolar en América Latina y el Caribe. “Este intercambio de experiencias entre Brasil y los países es muy importante y enriquecedor, por eso continuamos esta cooperación”. 

Paola Barbieri, Analista de la Agencia Brasileña de Cooperación (ABC), explicó que, en el marco de la cooperación brasileña, la Agencia trabaja con diversos temas. Sin embargo, el tema de seguridad alimentaria y nutricional, por medio de la alimentación escolar, es uno de los temas clave de la cooperación. 

Circulo virtuoso: alimentación escolar y agricultura familiar

Para el Representante de FAO en Brasil, Rafael Zavala, los beneficios que generan los programas de alimentación escolar van más allá de la buena alimentación a los estudiantes: “Estos programas promueven un circulo virtuoso, por medio de la inclusión económica, especialmente local, generando empleo a los agricultores familiares, oportunidades a las mujeres y fortaleciendo las cooperativas. Todos estos elementos son muy importantes para la disminución de la pobreza”, subrayó Zavala. 

En Luziania, 80% de los alimentos que llegan a estas escuelas vienen de los agricultores familiares locales. El Distrito Federal consiguió, en 2019, comprar 100% de la agricultura familiar para la alimentación escolar. 

Durante la gira técnica de los cuatro países, dos organizaciones de agricultores familiares que venden a la alimentación escolar fueron visitadas: CooperIndaiá (Luziania) y Apronte (Brazlandia). 

“Solo existimos porque existe la política pública, sin ella nada sería posible. La política de alimentación escolar ha generado un impacto social muy grande para nosotros”, destacó Luciano Andrade, presidente de la CooperIndaiá, cooperativa de Luziania conformada actualmente por 450 agricultores cooperados que venden sus productos como leche, hortalizas y pulpa de frutas a la alimentación escolar del municipio. 

La Asociación de Productores Rurales de Nuevo Horizonte (Aspronte), ubicada en la zona rural de Brazlandia, está en su tercer año de comercialización de productos a la alimentación escolar. Actualmente, 192 agricultores familiares hacen parte de la asociación, entregando a las escuelas de Distrito Federal frutas, verduras, hortalizas. Un 82% de los alimentos entregados en Distrito Federal son in natura, de acuerdo con informaciones de la Secretaría de Educación de DF. 

Intercambio positivo de experiencias

Una de las participantes de la misión, Gabriela Villacres, del Ministerio de Educación de Ecuador, evaluó que el programa brasileño muestra la intersectorialidad y el compromiso de cada uno de los actores con la política pública. Agregó el impacto positivo que ha generado en las economías locales, en sectores que tradicionalmente han sido reprimidos, que son los más vulnerables. Gabriela señaló que llevará lo que vio en la visita a su país y que estas informaciones servirán como insumos al debate en marcha en la Asamblea Nacional para una propuesta de ley de alimentación escolar.

La representante del Ministerio de Educación de Guatemala, Magda Cifuentes, consideró muy positiva la misión a Brasil, resaltando la ruptura de la pobreza por medio de la política pública de alimentación escolar. “Esto si se puede hacer en nuestro país”, expresó.

A su vez, Richard Ramirez, Presidente de la Junta Departamental de la Gobernación de Misiones, de Paraguay, expresó que es “fundamental la voluntad política” para el éxito de un programa como el de alimentación escolar. Richard destacó el apoyo a la agricultura familiar y la intersectorialidad del programa brasileño que involucra a diversos actores. “Vamos a abrir un debate en la Junta Departamental”, afirmó.  

Lo que más llamó la atención de Beatriz Cuenca, representante del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de El Salvador, es el trabajo centrado en el derecho humano a la alimentación, y el importante rol que cumplen las nutricionistas. 

La gira técnica es una de las actividades del proyecto de cooperación sur-sur trilateral llevado a cabo por la FAO y el gobierno de Brasil, representado por la ABC y el FNDE, para consolidación de Programas de Alimentación Escolar en América Latina y el Caribe. La coordinadora regional del proyecto, Najla Veloso, recordó el desafío a ser enfrentado a nivel global en que una en cada tres personas sufre de malnutrición en el mundo. “Es un desafío a cada uno de nosotros en cada país porque ya no tenemos tiempo, nuestra generación no puede esperar”.

En este sentido, Najla evaluó la visita como una importante estrategia de promoción de conocimientos, de desarrollo de las capacidades humanas y de ampliación de la visión en el tema de alimentación escolar. “Es una excelente oportunidad para fortalecer los países, por medio del contacto con soluciones que podrán ser adaptadas a sus realidades nacionales”, finalizó.