Foto: Palova Souza/FAO

Brasilia, 21 de septiembre de 2016 – El Representante de FAO Brasil, Alan Bojanic, recibió el Director de Acciones Educacionales del Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación (FNDE) de Brasil, José Fernando Uchôa Costa Neto; la Coordinadora substituta del Programa Nacional de Alimentación Escolar (PNAE), Karine Santos; y el asistente Joao Hernani para presentar los principales resultados del proyecto regional llevado a cabo en América Latina y el Caribe para el fortalecimiento de los programas de alimentación escolar. Además, fue discutida la posibilidad de nuevas acciones de Cooperación Sur-Sur. 

Este proyecto es ejecutado desde 2009, en el marco del Programa de Cooperación Internacional Brasil-FAO, en un trabajo conjunto de FAO y FNDE, con énfasis en el derecho a la alimentación adecuada a partir del fortalecimiento de políticas públicas de alimentación escolar. Fue diseñado a partir de las experiencias y lecciones exitosas de Brasil que hace de 60 años lleva a cabo el PNAE. 

El Representante de FAO en el país destacó la exitosa sociedad entre FAO y Brasil en este proyecto. “Hemos observado que muchos países han cambiado sus políticas de alimentación escolar, fomentando también la compra de alimentos a la agricultura familiar”, señaló Bojanic. 

El proyecto y el apoyo de FNDE

El proyecto empezó en cinco países y, actualmente, 13 países participan de esta suma de esfuerzos de Cooperación Sur-Sur que, además de Brasil y la FAO, cuenta con el involucramiento de los gobiernos de: Belice, Costa Rica, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica, Paraguay, Perú, República Dominicana, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas. 

FNDE ha apoyado a los países directa e indirectamente compartiendo su exitosa experiencia con el PNAE, programa que ofrece diariamente alimentación escolar a más de 42 millones de estudiantes. 

El Director de FNDE resaltó la importancia del Programa no solamente para Brasil sino que también a los otros países. “Para nosotros, sociedades como esta que tenemos con la FAO son muy importantes”, informó Costa Neto.   

Para contribuir al desarrollo de políticas públicas de alimentación escolar en América Latina y el Caribe, el proyecto lleva a cabo diversas acciones, entre ellas, de apoyo técnico para la mejora de la calidad de los programas y la institucionalización de la política pública por medio de marcos legales acerca del tema. 

En este sentido, se destaca un importante logro para los países de la región: la aprobación de leyes de alimentación escolar en Paraguay, Bolivia y Honduras, esta última recién aprobada por el Congreso. 

“Actualmente, el paradigma de la alimentación escolar sostenible hace parte de la agenda política de los países de América Latina y el Caribe. Sea en la implementación de la educación alimentaria y nutricional, en la elaboración de marcos legales, mejora en la infraestructura de las escuelas, capacitación de docentes y comunidad escolar o en las compras públicas a la agricultura familiar para la alimentación escolar”, informó Najla Veloso, coordinadora regional del proyecto. 

Metodología: Escuelas Sostenibles

Este apoyo en los países es brindado por medio de la implementación de la metodología Escuelas Sostenibles que selecciona algunas escuelas, de manera conjunta con los gobiernos y la comunidad, para la construcción de una referencia en programas de alimentación escolar sostenibles. 

Desde 2012 hasta el momento, ya fue implementada en 1.640 centros escolares, contando con la participación de 150.305 niños y niñas. Además, fueron mejoradas la infraestructura de 75 cocinas, 73 bodegas y 53 comedores escolares. 

Mejora en los programas de alimentación escolar

Trece países de la región están ampliando sus programas en términos de calidad y cobertura e, de estos, ocho están discutiendo y tramitando proyectos de ley que consideran, incluso, el fomento a las compras locales a la agricultura familiar.   

Para empezar el proceso de compras de alimentos de la agricultura familiar, el proyecto apoyó la articulación entre las alcaldías, los agricultores, las comunidades y asociaciones y las cooperativas para garantizar el desarrollo de la compra y venta. Hasta el momento, 5.600 agricultores familiares ya comercializaron sus productos para la alimentación escolar en los países del proyecto. 

Además, se refuerza en los países la importancia de la adopción de acciones de Educación Alimentaria y Nutricional de manera continuada e integrada como un componente escolar. Una de las herramientas utilizadas es la implementación de huertos escolares pedagógicos. El proyecto ya cuenta con más de 700 huertos y, hasta el momento, fueron desarrolladas diversas capacitaciones y materiales de apoyo a los docentes para el uso en los huertos. 

Más de tres mil personas entre gestores públicos, maestros, profesionales y técnicos que trabajan en el área de alimentación escolar ya participaron de capacitaciones, giras técnicas e intercambio de experiencias, seminarios, talleres y otros eventos para la construcción de conocimientos.