Program of Brazil-FAO International Cooperation

Representantes del gobierno en Cuba y FAO destacan la importancia de sistemas de producción sostenibles

Durante dos días se llevó a cabo el primer diálogo para la identificación de indicadores en el país para monitorear la implementación de las Directrices Voluntarias para Políticas Agroambientales.

Foto: Jorge Luis Baños

Cuba, La Habana, 17 de abril 2017 – La experiencia cubana en indicadores relacionados a territorio, cambio climático y desastres naturales y protección y conservación de los recursos naturales fue una de las contribuciones generadas durante el taller que reunió representantes del gobierno de distintos sectores relacionados al tema agroambiental en el país y la FAO.  Temas como modelo de producción y consumo sostenibles, gobernanza para políticas agroambientales y seguridad alimentaria y nutricional también fueron apuntados para el seguimiento de las análisis en los próximos encuentros. 

Durante dos días se llevó a cabo el primer diálogo para la identificación de indicadores que permitan monitorear en Cuba y demás países de la región, la implementación de las Directrices Voluntarias para Políticas Agroambientales. 

Se recomendó la necesidad de avanzar en la regularización de los sistemas de Pago por Servicios Ambientales (PSA) en función a acciones que ya vienen desarrollándose por medio del Fondo Nacional de Desarrollo Forestal, bien como internalizar y definir bases técnicas concluidas de PSA en los sectores forestal, agro productivo y de Áreas Naturales Protegidas (APN) según lo establecido en el Programa de Biodiversidad del país. 

El primer taller para identificación de indicadores que permitan monitorear la implementación de las Directrices Voluntarias para Políticas Agroambientales fue promovido por proyecto llevado a cabo por el Gobierno de Brasil y la FAO para el fortalecimiento de políticas agroambientales en ALC y contó con el apoyo de la Representación de FAO en Cuba y el Ministerio de la Agricultura (MINAG) de Cuba.  

Como siguientes pasos en el país, se prevé continuar con los diálogos sobre indicadores y dar continuidad a las sesiones de trabajo participativas desarrolladas por medio del proyecto en nueve provincias,  con el objetivo de avanzar en la internalización y socialización de las Directrices.   

Al respecto de eso, el Representante de la FAO en Cuba, Theodor Friedrich, comentó que en el país hay elementos que confluyen con las Directrices, como es el caso de la hoja de ruta trazada por el Ministerio de la Agricultura para la promoción de las prácticas de agricultura de conservación, que van constituyéndose en herramientas para conciliar la necesidad de incrementar producciones con el componente de protección del medio ambiente. 

Agricultura agroecológica

En Cuba, el movimiento agroecológico ha puesto en marcha un reordenamiento de la producción agraria que permite desarrollar nuevos escenarios con una eficiencia biológica, productiva, económica, energética y ambiental. Así también, se busca proteger los recursos naturales, reducir la contaminación ambiental y suministrar alimentos de calidad y en cantidades suficientes para abastecer a la población y que pueda insertarse en el contexto social y económico cubano. Los participantes discutieron la importancia de la consolidación de la aplicación de la agricultura con base agroecológica y de conservación como pilar fundamental de una política agroambiental en los sistemas agropecuarios en el país. 

“Existe una necesidad urgente de adoptar modelos de producción más sostenibles con la finalidad de frenar el deterioro de los recursos naturales, y que garantice la seguridad alimentaria de las poblaciones”, señala Jessica Casaza, coordinadora del proyecto regional.  

En términos base de datos, durante el taller se reconoció la importancia de involucrar a la Oficina de Estadista e Información Nacional en los futuros diálogos, en función de sus atributos y de la necesidad de datos e informaciones para la preparación de la metodología de indicadores.                                                                                          

Por cuenta de los esfuerzos que los expertos en estadísticas públicas de los países y organizaciones regionales y multilaterales están haciendo en torno de la Agenda 2030, el proceso de definición de indicadores para políticas agroambientales debe estar en línea con lo que se está haciendo para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Esto es una oportunidad para practicar principios claves de las Directrices Voluntarias para Políticas Agroambientales en ALC que alientan a los países a promover sinergia e  intersectorialidad. 

Este primer taller en Cuba marca el inicio del diálogo en el país sobre el tema de las Directrices y es parte de un proceso de diálogo que busca en cada país y luego en debates regionales, una coordinación con otras iniciativas, reconociendo el cúmulo de información y buscando vincular con otros estándares de desarrollo de indicadores que presentan sinergia con las Directrices Voluntarias para Políticas Agroambientales en ALC, particularmente los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), las Metas de Aichi de la Convención de Diversidad Biológica, el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030; así como las iniciativas en marcha en diferentes países de la región, como lo ha sido en Cuba con los indicadores establecidos en el Programa Nacional de Diversidad Biológica y su plan de acción 2016-2020, indicadores de Manejo Forestal Sostenible, entre otros. 

“Este taller inicia el proceso de identificación y definición de indicadores para dar seguimiento a políticas agroambientales que contribuirán a fortalecer la toma de decisiones en política y gestión pública agroambiental favoreciendo la implementación de las Directrices Voluntarias a partir del diálogo”, señaló el Representante de la FAO en Cuba, Theodor Friedrich.    

Diálogo en la región

Bajo el Programa de Cooperación Internacional Brasil-FAO se ejecuta en nueve países (Brasil, Colombia, Chile, México, Nicaragua Costa Rica, Cuba, Panamá y Paraguay) el proyecto regional Fortalecimiento de Políticas agroambientales en países de América Latina y el Caribe, iniciado en el 2012, como una herramienta para la reducción de la pobreza rural y la inseguridad alimentaria en países de la Región.  La iniciativa cuenta con el apoyo del Ministerio del Medio Ambiente de Brasil

Por medio del proyecto se están promoviendo los espacios de diálogo para el desarrollo de indicadores agroambientales. Esta demanda fue presentada de manera recurrente en los talleres anteriores por los países, como una necesidad para que éstos puedan avanzar en la implementación de las Directrices Voluntarias para Políticas Agroambientales en ALC.