Programa de Cooperação Internacional Brasil-FAO

Modelo de escuela saludable sostenible se amplía en San Marcos

La escuela número 305 implementa la iniciativa que toma como referencia el modelo brasileño de escuela saludable sostenible.

Foto: FAO Guatemala

San Miguel Ixtahuacán, San Marcos, Costa Rica, 04 de agosto de 2017 - La escuela oficial rural mixta Caserío El Arenal, ubicada en el municipio de San Miguel Ixtahuacán, San Marcos, se convirtió hoy en la escuela número 305 que adopta el modelo de escuela saludable sostenible, impulsado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) y el Gobierno de Brasil en 13 países de América Latina.  

Hoy se inauguraron las nuevas instalaciones de cocina y comedor escolar por altas autoridades del país y se entregó el certificado de capacitación a 180 madres voluntarias que apoyan el modelo educativo. Las madres que fueron capacitadas –en temas de nutrición, preparación y manipulación de alimentos, buenas prácticas– recibieron los diplomas de graduación del curso de 40 horas. 

A la inauguración asistieron a la inauguración el asesor del Vicepresidencia de Guatemala, arquitecto Luis Castillo, el Director de la Dirección General de Fortalecimiento de la Comunidad Educativa (DIGEFOCE) del Ministerio de Educación, Mario Morales, el alcalde municipal, Ramiro Bruno Soto, el Representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Diego Recalde, y los diputados  Adim Maldonado y Julio César Longo, presidente de la Comisión de Finanzas del Congreso y ponente de la Ley de Alimentación Escolar y miembro del Frente Parlamentario contra el Hambre, respectivamente.  

El proceso de implementación del modelo brasileño de escuelas sostenibles inició en 2015, cuando la FAO y el Gobierno de Brasil, en el marco del Programa de Cooperación Internacional, y por medio del proyecto regional para el fortalecimiento de programas de alimentación escolar en América Latina y el Caribe llevaron a cabo, en conjunto con distintas instancias de Gobierno central y municipal y la comunidad educativa, los proyectos piloto en San Marcos y Huehuetenango. Al probar el modelo de manera exitosa, alcaldes municipales, diputados departamentales y entidades de Gobierno impulsan su implementación desde enero de 2017. La meta para este año es de 400 escuelas en San Marcos y Chiquimula y con ello se verán beneficiados cerca de 50,000 niños y niñas que asisten a dichos centros. 

“El modelo de escuela saludable sostenible se basa en el involucramiento de la comunidad educativa, la implementación de huertos escolares pedagógicos, la adopción de menús escolares saludables y nutritivos y con pertinencia cultural, infraestructura adecuada, así como la compra directa a la agricultura familiar local para la alimentación escolar” indicó Diego Recalde, Representante de la FAO durante la inauguración.  

Del año 2012 al 2015, la experiencia de Escuelas Sostenibles se ha implementado en Belice, Costa Rica, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica, Paraguay, Perú, República Dominicana, Santa Lucia, Saint Vicente y Granadinas, involucrando 2.380 centros escolares, y contando con la participación de 198.819 niños y niñas, en el marco de la Cooperación Internacional Brasil-FAO. 

La coordinadora regional del proyecto Fortalecimiento de programas de alimentación escolar en ALC, Najla Veloso, resalta que a partir de la implementación de las Escuelas Sostenibles en los países de la región, se observó que las políticas de seguridad alimentaria y nutricional han sido impulsadas por los debates en torno de los programas de alimentación escolar, considerando su alcance y sistematicidad. “La alimentación escolar es una política catalizadora de dinámicas locales y de acciones colaborativas, que ha promovido la organización y el desarrollo territorial”, señaló Najla Veloso. 

Escuelas Sostenibles

La experiencia de Escuelas Sostenibles fue diseñada con el objetivo de establecer una referencia de la implementación de programas de alimentación escolar sostenibles, especialmente a partir de actividades como el involucramiento de la comunidad educativa, la adopción de menús escolares adecuados y saludables, la implementación de huertos escolares pedagógicos, la reforma de cocinas, comedores, bodegas y la compra directa de productos de la agricultura familiar local para la alimentación escolar.