La consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) requiere un aumento significativo de la inversión en agricultura y sistemas alimentarios. En particular, se estimó en 2015 que la realización de los dos primeros ODS -erradicar el hambre y la pobreza- requeriría una inversión anual adicional de 140.000 millones de dólares estadounidenses en agricultura hasta 2030. Además, para hacer frente a los efectos socioeconómicos adversos causados por la crisis sanitaria vinculada al COVID-19, es probable que esta cifra deba incrementarse aún más.

La FAO está estudiando cómo desarrollar un conjunto de herramientas para fomentar la inversión responsable en la agricultura y los sistemas alimentarios. Este esfuerzo se basará en la experiencia y los recursos creados en el Programa Paraguas RAI de la FAO, que busca apoyar la aplicación de los Principios para la Inversión Responsable en la Agricultura y los Sistemas Alimentarios (CFS RAI, siglas en inglés).

Se están estudiando dos herramientas de diligencia debida: una para que las instituciones gubernamentales puedan evaluar en qué medida las inversiones propuestas en agricultura y sistemas alimentarios están en consonancia con el Principios RAI del Comité de Seguridad Alimentaria (CFS, siglas en inglés); y otra para que las agroempresas puedan alinear los proyectos de inversión propuestos con los CFS RAI. Además, se estudiará una herramienta de selección para que las instituciones financieras evalúen en qué medida las propuestas de proyectos de inversión son coherentes con los CFS RAI.

El 18 de marzo se llevó a cabo virtualmente una consulta de expertos sobre la necesidad de desarrollar una herramienta de diligencia debida para las instituciones gubernamentales. La consulta reunió a 24 personas expertas, entre las que se encontraban representantes de los ministerios gubernamentales pertinentes y de las agencias de promoción de inversiones, organizaciones no gubernamentales, asociaciones e inversores. Los participantes procedían de 10 países diferentes de África.

Las consultas revelaron la necesidad de una herramienta de este tipo y los expertos participantes respaldaron su propuesta de desarrollo. Los expertos coincidieron en la necesidad de apoyar la mejora de los actuales procesos y prácticas de aprobación de inversiones, pasando de un enfoque a menudo limitado a los impactos ambientales a un enfoque más holístico que considere plenamente todos los aspectos socioeconómicos, ambientales y de gobernanza. Por lo tanto, una herramienta de este tipo no sólo debería proporcionar indicadores con los que se puedan comparar los proyectos de inversión propuestos, sino también asesoramiento sobre procedimientos adecuados, eficientes e inclusivos.

La consulta se hizo en colaboración con el Instituto Internacional de Desarrollo Sostenible y el Centro de Inversión Sostenible de Columbia.