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FAO crea una nueva alianza sobre gobernanza e institucionalidad rural en América Latina y el Caribe

:15/11/2017

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha creado una nueva alianza para impulsar mejoras en la gobernanza e institucionalidad rural de los países de América Latina y el Caribe.

La alianza reunirá a un grupo de expertos de alto nivel con destacadas trayectorias en el sector público y privado, académicos, empresarios, miembros de organizaciones no gubernamentales y de agencias multilaterales.

La Alianza y su Grupo de expertos sobre Gobernanza e Institucionalidad Rural en América Latina y el Caribe será liderada por la FAO con el apoyo del Instituto de Ciencia Política Hernán Echevarría Olózaga de Colombia (ICP).

Su objetivo principal será analizar las problemáticas del desarrollo rural y agropecuario para elaborar propuestas que permitan fortalecer la gobernanza y la arquitectura institucional de los países de la región, en especial la de los ministerios de Agricultura y sus entidades ejecutoras.

Los miembros del grupo de expertos de la alianza formularan un plan de trabajo de asistencia técnica que será implementado junto a los gobiernos de los países miembros de la FAO que expresen su interés en impulsar reformas en estas materias.

“No podemos avanzar hacia sociedades rurales más igualitarias sin una institucionalidad y una gobernanza rural que sea capaz de responder a los desafíos del siglo XXI”, explicó el Representante Regional de la FAO, Julio Berdegué.

“Recuperar el peso de la agenda rural en al ámbito de los Objetivos de Desarrollo Sostenible debe ser un objetivo prioritario para las autoridades de América latina y el Caribe”, dijo el exministro de Agricultura de Perú, Luis Ginocchio en la reunión del grupo de expertos.

Se necesita renovar la arquitectura institucional para el desarrollo rural

Según la FAO, hoy existe un profundo desbalance entre las transformaciones que requiere la ruralidad en América Latina y el Caribe y la arquitectura institucional que tienen los países para impulsar estos cambios, ya que desafíos como los retos ambientales y de innovación tecnológica,  necesitan diferentes tipos de apoyo.

Si bien la región ha experimentado una profunda transformación productiva, con un enorme crecimiento de su sector agropecuario, los ministerios de Agricultura y Ganadería mantienen estructuras y realizan funciones que fueron diseñadas en las décadas de 1960 y 70.

Según la FAO, la actual agenda de desarrollo internacional, marcada por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) requiere un cambio profundo y la inclusión urgente de las comunidades rurales en el nuevo diseño institucional.

“Necesitamos contar con políticas públicas estables y de largo plazo para el desarrollo rural que permitan impulsar procesos de modernización en este ámbito, el cual es crucial para el crecimiento, el progreso social y el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, dijo la Directora Ejecutiva del ICP, Adriana Mejía Hernández.

Plan de trabajo a corto plazo

En el corto plazo, la alianza creará un conjunto de propuestas, sólidamente sustentadas y avaladas por expertos de la región, orientadas a avanzar en la gobernanza para la agricultura, la alimentación y el desarrollo rural.

Esta propuesta estará fundada en un análisis en profundidad, creado por el grupo de expertos, sobre las problemáticas, desafíos y oportunidades propias del mundo rural latinoamericano en el siglo XXI.

Luego del diagnóstico y la propuesta de trabajo, se ofrecerá asistencia técnica y acompañamiento a los países de la región.

Los nuevos desafíos del mundo rural

Según la FAO, la alianza deberá considerar una serie de transformaciones y aspectos claves que caracterizan el mundo rural de la región.

Uno de estos aspectos ha sido la exclusión histórica de actores claves en las políticas públicas de desarrollo regional, como los agricultores familiares, pescadores artesanales, comunidades indígenas, jóvenes y mujeres.

Un segundo factor es el impacto que las formas productivas actuales de la agricultura han tenido sobre los recursos naturales, provocando desequilibrios en los ecosistemas que afectan el desarrollo rural y el bienestar nutricional y económico de sus habitantes.

En muchos países de la región, la institucionalidad encargada del desarrollo agropecuario ha trasferido esta responsabilidad al sector privado, por lo que hoy pocos ministerios tienen la capacidad de ofrecer investigación y desarrollo, financiamiento, asistencia técnica y seguros, entre otros.

El trabajo de la alianza será clave para que los países de la región enfrenten estos y otros desafíos, en el marco de los ODS, para crear una institucionalidad acorde al siglo XXI.

“Tenemos que crear nuevas ideas, propuestas novedosas y fomentar un gran acuerdo regional que permita crear un campo más igualitario y resiliente”, explicó Julio Berdegué.

 

Fotografía de FAO ALC (CC BY-NC-SA 2.0)


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