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La Dirección General de Programas de la FAO, una visión integral para alcanzar los ODS

Dan Gustafson ofrece una lectura de su nuevo papel como Director General Adjunto de Programas de la FAO


13/04/2017

A finales del año pasado se creó una nueva Dirección General de Programas (DDP, por sus siglas en inglés). De esta manera, los programas estratégicos, oficinas de enlace, así como la División de Asociaciones, Promoción Institucional y Desarrollo de la Capacidad (OPC, por sus siglas en inglés) ahora dependerán directamente de la DDP. Asimismo, la nueva Oficina del Estadístico Jefe (OCS, por sus siglas en inglés), establecida al mismo tiempo, se ocupará específicamente de la supervisión de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y estará también bajo la supervisión de la DDP.

Hablamos con Daniel Gustafson, Director General Adjunto de la DDP, para conocer más sobre el funcionamiento de esta nueva estructura organizacional.

Ha cambiado en diferentes ocasiones de posición dentro de la FAO, ¿cómo se siente al respecto?

He desempeñado siete diferentes posiciones dentro de la FAO. Siempre he disfrutado de lo que hago, aunque siempre he echado de menos el equipo que voy dejando atrás. Sin embargo, este nuevo reto es particularmente interesante, ya que me permite trabajar esencialmente con diversos equipos. De hecho, el objetivo de esta nueva función es conseguir que todos trabajemos juntos en torno a los programas, integrando la oficina principal, el terreno, las unidades técnicas y los programas estratégicos. Hasta el momento ha sido satisfactorio.

Los equipos de gestión de programas han sido promovidos en la línea de mando, ¿qué cambios supondrá esto?

El aspecto más importante es que se formaliza e institucionaliza el papel y la importancia de los programas y equipos estratégicos como entidades importantes. Esto promueve a los programas en un sentido institucional, saben que tienen un lugar reconocido en el esquema general. En ese sentido, se hace una gran diferencia, y se espera sea una gran ayuda en el largo plazo.

¿Cómo se han percibido estos cambios? 

Creo que razonablemente bien, sobre todo a nivel de participación directa. Hemos llevado a cabo una serie de reuniones por separado con cada uno de los equipos de los programas estratégicos, los equipos regionales y los departamentos técnicos, y existe un claro consenso sobre aspectos como porqué tenemos que trabajar con un enfoque transversal e intersectorial y además porqué tenemos que integrar cada una de las áreas de la Organización. Cada uno tiene una visión algo diferente de lo que funcionaría mejor y lo que se puede mejorar. Pero, en términos generales, la posibilidad de tener una oficina que vigila específicamente estas cuestiones, ha sido bien recibida, a pesar de que aún queda mucho trabajo por hacer. Del mismo modo, el cambio también fue bien recibido por los representantes permanentes y su personal, quienes se sienten satisfechos de que esta nueva reestructuración ayude a realzar la contribución de la FAO a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el respaldo de la Organización a los países para cumplir dichas metas.

¿Cómo ha confluido el trabajo de la FAO en el marco general por alcanzar los ODS?

Este siempre ha sido el centro del trabajo de la FAO, incluso antes de existir los ODS. Abordar –desde nuestro trabajo técnico– una diversa gama de problemas de desarrollo social para contribuir de esa forma a unos objetivos de desarrollo más amplios. Creo que todos estamos de acuerdo en que la FAO estaba a la vanguardia de este pensamiento. Con los ODS, los gobiernos acordaron 17 objetivos, que se acercan esencialmente a esta idea inicial de la organización. Ahora, el desafío para la FAO no es sólo resaltar el trabajo que hacemos para ayudar a los países a conseguir estos objetivos, sino también difundir e incrementar el conocimiento y la sensibilización de cómo la FAO contribuye a conseguir estos ODS. De una manera en que no necesariamente asociados y países han apreciado en el pasado. A menudo era difícil para los países solicitar ayuda de la FAO y hacer un vínculo directo entre nuestra contribución y la amplia agenda de desarrollo. Por supuesto podíamos promover nuestro trabajo resaltando nuestro papel en la reducción de la pobreza o la mejora de la equidad y la inclusión, por ejemplo. Pero, ahora, en el contexto de los ODS, es mucho más fácil hacer hincapié en la conexión entre el trabajo de la FAO y estos amplios objetivos de desarrollo. Antes teníamos que vender esa idea, ahora es parte fundamental porque los países han suscrito la misma agenda y necesitan mostrar sus propios resultados.

El enfoque transversal se ha convertido en la forma de trabajar en la FAO…

Desde el principio, los objetivos establecidos por los países en septiembre de 1945 con la creación de la FAO estaban ya en la dirección de los ODS. La dificultad ahora mismo está en reconocer cómo ensamblar las piezas técnicas para que funcionen juntas en conseguir resultados concretos que sean identificables y cuantificables dentro de los propios Objetivos de Desarrollo Sostenible de los países. Estos son desafíos complejos que requieren de mucho apoyo, cooperación y el respaldo de todos. Esto sólo puede ser posible haciéndolo de una manera multidisciplinaria y con un enfoque transversal. Nuestro marco estratégico, los programas estratégicos y la capacidad técnica que tenemos a nivel nacional, regional y en la sede principal, comprenden la invaluable energía y creatividad que hemos tenido durante mucho tiempo, y que ahora caminando juntos en una sola dirección, aumenta sin duda nuestra capacidad de respuesta. 

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