FAO en México

Detrás de cada alimento existe una historia

12/05/2021

 “Vengo del estado de Guerrero, de un poblado llamado San Agustín y desde pequeña he trabajado en el campo como jornalera agrícola, he migrado de un estado a otro en busca de trabajo, así ha sido mi vida” Ceferina Apreza.

Son las 5 de la mañana y Ceferina, jornalera agrícola migrante de 30 años de edad, comienza su día en el municipio de Autlán en el sur de Jalisco, México. Ella junto con su familia vive en un albergue al que han accedido por trabajar en los cultivos de hortalizas y caña; ahí comparten parte de sus días, con muchas más familias jornaleras provenientes de diferentes partes del país, principalmente del sur de México.

Para Ceferina las labores comienzan despertando a sus tres hijas y a su hijo, les alista para ir a la escuela -en la actualidad debido a la pandemia esto se ha convertido en un reto más-al tiempo que prepara el desayuno; también cocina la comida que llevará al campo. Como cada día, además de sus tareas de cuidados se alista para el trabajo, busca su sombrero para cubrirse del sol, lleva un pañuelo para limpiarse el sudor y que le sirve como cubrebocas para protegerse del polvo.

Ella junto con otras casi 30 mil mujeres en Jalisco[1] se dedican al trabajo agrícola en la producción de alimentos, en las actividades de siembra, cosecha y empacando frutas y hortalizas para que lleguen hasta las mesas de miles de familias del país y del extranjero.

En México de cada 10 jornaleras agrícolas tan solo 3 reciben[2] una remuneración económica por su trabajo, este sueldo llega a ser hasta una tercera parte menor que el de los hombres jornaleros aun cuando trabajen el mismo número de horas.

Las jornaleras agrícolas migran de sus lugares de origen en busca de oportunidades laborales, sin embargo, al arribar a las zonas de cultivos la falta de formalidad laboral les impide que puedan tener una vida decente y de calidad con servicios básicos necesarios. Para ellas, acceder a contratos laborales, salarios justos, servicios de salud, guarderías para sus hijas e hijos, pensiones, licencias de maternidad, vacaciones pagadas, aguinaldo, entre otras prestaciones de ley son aún derechos que no logran ejercer, ¡las brechas de desigualdad son grandes!

Solo una vez he tenido un contrato formal, al momento de firmarlo decía que era por seis meses, pero a las 3 semanas de iniciar el trabajo fui despedida sin razón alguna” Ceferina Apreza

Tan solo el 3% de la población jornalera agrícola en México cuenta con un contrato escrito y el 91% no cuenta con ninguna prestación proveniente de su trabajo[3].

Las jornaleras agrícolas, además de trabajar en el campo, como muchas otras mujeres en otros sectores, son encargadas de los cuidados de la familia y el hogar, realizando dobles y triples jornadas de trabajo no remunerado. Los descansos no dependen de ellas, están en función del cultivo en el que estén trabajando, por ejemplo, en el período de zafra (cosecha de caña) se trabaja hasta los domingos. Ellas no tienen descanso.

Para una familia en donde el trabajo agrícola es su fuente de ingresos, tener alimentos debería ser algo accesible, sin embargo, para Ceferina y su familia lo único que tienen garantizado son los sobrantes de la cosecha, los demás alimentos deben comprarse, pero con los bajos sueldos percibidos no alcanza, la nutrición de ella y de su familia se ve afectada. 

La informalidad que existe en el campo no solo repercute en los salarios injustos, sino traspasa a otras esferas como la educación y la salud; dado que existen escasos contratos formales, el acceso a la seguridad social es mínima. Solo algunos trabajadores son dados de alta en el sistema del Seguro Social (IMSS), pero solo podrán hacer uso durante la época de zafra, una vez concluida son dados de baja, aun cuando continúen realizando otras tareas en los mismos campos de cultivo; enfermarse representa tener que acudir a hospitales particulares o farmacias que cuenten con el servicio de consulta;  enfermarse merma sus ya escasos recursos económicos.

En este contexto, el sistema de Naciones Unidas promueve la protección social a través del programa conjunto “Cerrando brechas: Protección social para las mujeres en México”, el cual es financiado mediante el Fondo Conjunto de las Naciones Unidas para los Objetivos de Desarrollo Sostenible; e implementado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ONU Mujeres y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

La estrategia de protección social ampliada que se impulsa permitirá que las jornaleras agrícolas conozcan, exijan y ejerzan sus derechos laborales, de salud y educación; y que las empresas y el gobierno garanticen el ejercicio de estos a través de políticas públicas y programas con pertinencia cultural y enfoque de género.

“Que vean el trabajo y esfuerzo que hacemos (las jornaleras) porque no es muy poco, es mucho, nosotras estamos aquí trabajando por México, para mejorarlo”. Ceferina Apreza

Si las mujeres de las zonas rurales tuvieran el mismo acceso a los recursos agrícolas, la educación y los mercados que los hombres, se podría aumentar la producción de alimentos en las cadenas de valor y reducir el número de personas que padecen hambre. Construir resiliencia para las mujeres rurales ante crisis como la COVID-19, crea conciencia sobre sus derechos, necesidades y su papel fundamental y clave en nuestra sociedad.

 

 

 

Fuentes:

Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI), 2017. “Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2017” Segundo Trimestre.

Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI), 2016. “Encuesta Intercensal 2015”. Disponible en: https://www.inegi.org.mx/programas/intercensal/2015  

Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI), 2016. “Estadísticas a propósito del día del trabajador agrícola (15 de mayo) datos nacionales" Disponible en: http://www.diputados.gob.mx/sedia/biblio/usieg/comunicados/25ene19/economia/18_diadeltrabajadoragricola_230118-18.pdf

 


[1] INEGI. ENOE. 2017, segundo trimestre.

 

[2] Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI), 2016. “Encuesta Intercensal 2015”. Disponible en: https://www.inegi.org.mx/programas/intercensal/2015   

[3] Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI), 2016. “Estadísticas a propósito del día del trabajador agrícola (15 de mayo) datos nacionales" Disponible en: http://www.diputados.gob.mx/sedia/biblio/usieg/comunicados/25ene19/economia/18_diadeltrabajadoragricola_230118-18.pdf