Ciudad de México cooperará técnicamente con los comedores infantiles de Tegucigalpa
- La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), facilitará la cooperación entre la capital Hondureña y Mexicana.
Ciudad de México, 21 de febrero de 2017. Después de ganar el Premio del Pacto de Política Alimentaria Urbana de Milán, por el programa de comedores comunitarios, el gobierno de la capital del país ofrecerá cooperación técnica a la ciudad de Tegucigalpa, Honduras, para aplicar las buenas prácticas en comedores infantiles.
Al respecto Miguel Ángel Mancera Espinosa, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, expresó su beneplácito por esta cooperación: “Qué bueno que la Ciudad de México pueda compartir y ser un referente de una acción de política pública específica, que da buenos resultados”.
Por su parte, Fernando Soto Baquero, Representante de la FAO en México, ofreció el apoyo de la organización para facilitar este intercambio de experiencias. “La solidaridad es un principio y característica del gobierno de la Ciudad de México y la FAO esta disponible para facilitar la cooperación con otras ciudades”, expresó.
El Programa de Comedores Comunitarios en la Ciudad de México se creó en 2009 para establecer un modelo integral de seguridad alimentaria que contribuya al derecho humano a la alimentación, mediante el acceso universal a comidas diarias, completas, inocuas y nutritivas a precios asequibles y estables, equivalentes a 50 centavos de dólar americano.
Los comedores están instalados en la Ciudad de México en zonas marginadas con la intención de abordar transversalmente el problema de acceso a los alimentos. Según el Consejo Nacional de Medición de la Pobreza (CONEVAL), un comedor reduce en un 30 por ciento la población que sufre hambre en un área determinada.
En su etapa inicial, el programa constaba de 160 comedores que servían poco más de ocho mil comidas al día. Hoy en día la Ciudad de México cuenta con alrededor de 380 comedores que diariamente otorgan 72 mil comidas completas.
El programa también da prioridad al empoderamiento de los grupos más vulnerables de la sociedad, debido a que alivia la pobreza y les proporciona empleo. Estos grupos incluyen mujeres que sufrieron violencia doméstica, jubilados y personas con discapacidad, entre otros. Además, los comedores permiten a los residentes construir vínculos de solidaridad debido a la interacción social que promueven.