Ante la emergencia climática, los países están intensificando las medidas para mantener el aumento de la temperatura promedio mundial muy por debajo de los 2°C por encima de los niveles preindustriales, objetivo que se estableció en el Acuerdo de París de 2015. Detener la deforestación y la degradación de los bosques y restaurar los ecosistemas degradados son soluciones clave al cambio climático basadas en la naturaleza. Las políticas y acciones positivas para los bosques también tienen muchos beneficios no relacionados con el carbono, como la seguridad alimentaria, la mitigación de la pobreza, la salud, el aumento de la biodiversidad, la mejora de la gobernanza y la protección de otros servicios ambientales vitales.

Los factores que impulsan la deforestación y la degradación de los bosques son diversos, pero la tecnología innovadora y el aumento de la capacidad están marcando una diferencia positiva en el seguimiento del uso de la tierra y el cambio en la cubierta forestal. El monitoreo forestal nacional genera información transparente y precisa sobre el estado y las tendencias de los bosques y la cobertura terrestre de los países, lo cual es fundamental para alcanzar los objetivos climáticos mundiales y para que los países tomen decisiones informadas en relación con la protección y la gestión sostenible de los recursos forestales. El trabajo de la FAO en materia de monitoreo forestal nacional está impulsado por la innovación, el desarrollo de capacidades y la asociación