El utilizar una perspectiva de género en la implementación de políticas y programas de desarrollo es esencial: para alcanzar la seguridad alimentaria es necesario tomar en consideración las diferentes necesidades de los hombres y de las mujeres, enfatizar el papel del género femenino y garantizar un mejor acceso de las mujeres a los recursos productivos. La Segunda Cumbre de Primeras Damas del Movimiento de los Países No Alineados (15 de noviembre) y la Cumbre Mundial sobre la Seguridad Alimentaria (16-18 de noviembre) representan ocasiones importantes y únicas para afrontar este tema.