Los efectos del cambio climático cada vez son más evidentes en el planeta y en Nicaragua. El corredor seco nicaragüense es el territorio más afectado por este fenómeno, caracterizado por un periodo lluvioso muy errático con épocas que presentan exceso de humedad o periodos prolongados de sequía meteorológica. Esto provoca escasez de agua para los cultivos y una disminución significativa del rendimiento que afecta a los medios de vida de los pequeños agricultores.

Según el Ministerios de Agricultura (MAG) en el país se irriga aproximadamente el 8% (130,000.00 Manzanas) del área total cultivada, principalmente para los cultivos de caña de azúcar y arroz, en el Pacífico y en menor medida, hortalizas, tabaco y granos básicos en la región central.

Ante este contexto y la necesidad de mejorar los índices de productividad agrícola y vincular a los protagonistas de la agricultura familiar, el Gobierno de Nicaragua está impulsando diversas iniciativas que en corto plazo permitirán facilitar el acceso a un mayor número de productores y productoras tanto de agua y tecnologías para irrigar sus campos, implementando prácticas que promuevan una gestión más eficiente del recurso. Así mismo, se están realizando esfuerzos importantes para que el país cuente con instrumentos de política que promuevan el fortalecimiento de capacidades institucionales e inversiones para la gestión hídrica que contribuyan a la mejora de la productividad y la generación de ingresos de las familias rurales.

FAO Nicaragua ha venido acompañando estos esfuerzos y en el marco de una misión técnica (21 al 24 de mayo) realizada por la Sra. Patricia Mejías, Oficial de la División de Tierras y Aguas de FAO Roma, se compartió con instituciones del Sistema Nacional de Producción Consumo y Comercio (SNPCC) experiencias y herramientas vinculadas la buena gestión del agua en regadíos, tanto en pequeñas como en grandes comunidades de agricultores de otros países afectados por la escasez del agua, como es el caso de países del Norte de África, Medio Oriente y Sur de Europa. También se organizó una sesión de formación en el INTA sobre la herramienta AQUACROP desarrollada por la FAO para estimar la respuesta del rendimiento de los cultivos a distintos escenarios agroclimáticos, incluido el cambio climático.

Otro tema importante abordado durante la misión, fue el compartir experiencias y metodologías desarrolladas por FAO en procesos de acompañamiento que brinda la Organización a los países en la formulación de políticas y planificación de inversiones vinculados a la gestión del agua agrícola. En estos intercambios participaron funcionarios del Instituto Nicaragüense de Tecnologías Agropecuarias (INTA), Ministerio de Economía Familiar Asociativa, Cooperativa y Comunitaria (MEFCCA) y Ministerio Agropecuario (MAG).

La misión se reunió también con distintos actores del país que están trabajando con el Gobierno en el área de la gestión de los recursos hídricos para la agricultura, como el Banco Mundial, COSUDE y la AECID. El objetivo fue compartir experiencias y capacidades para poder dar un apoyo más coordinado al Gobierno de Nicaragua.

Además, la misión ha generado recomendaciones técnicas tanto para el proceso de formulación de la política de riego, como para continuar con el proceso de fortalecimiento de capacidades institucionales.

*Para FAO es importante promover la gestión del agua para riego que responda a las necesidades y capacidades de los distintos tipos de agricultores. Se busca que ellos se involucren en los procesos claves para la sostenibilidad del recurso y de las inversiones como son: la planificación, organización, toma de decisiones y en la innovación tecnológica, orientada a incrementar la productividad y uso eficiente del agua.