FAO en Nicaragua

Historias de éxito en Nicaragua

Inició programa de desarrollo humano en el Alto Wangky tras solicitud de las autoridades indígenas y Gobierno de Nicaragua, para mejorar el nivel vida de las familias al erradicar el hambre y la pobreza en las comunidades Comunidades indígenas Miskitas, Mayangnas y Mestizas que viven en condiciones muy precarias a la orilla de los Ríos Coco y Bocay, tienen la esperanza de vivir mejor con el nuevo Programa Conjunto que les acompañará en el desarrollo integral de sus territorios.

El “Programa conjunto de Seguridad Humana Alto Wangki Bocay”, tendrá una duración de tres años. Cubrirá 60 de las 75 comunidades ubicadas sobre las riveras de los ríos fronterizos con Honduras. Atenderá a 10 mil 566 indígenas y 2 mil 625 mestizos que viven en condiciones de extrema pobreza y aislamiento geográfico.

Los comunitarios cosecharon en Apante 5 mil quintales de frijoles y en primera 10 mil quintales de maíz y 30 mil quintales de arroz. Ellos utilizaron el arroz “Wangki Tara”, este nombre fue elegido por ellos para identificar la variedad. Desde hace 11 meses en 14 comunidades miskitas y mayagnas del Alto Wangky Bocay, ubicadas a más de 300 kilómetros de Wiwilí, municipio de Jinotega, 680 indígenas se organizaron en los Bancos Indígenas de Semilla.

El cambio comenzó cuando el Instituto Nicaragüense de Tecnológica Agropecuaria (INTA) seleccionó familias que presentaban condiciones de inseguridad alimentaria nutricional con indicadores de niños desnutridos, poca ingesta de alimentos, bajos niveles de producción y poca diversificación de la producción.

Con la asistencia técnica de la FAO y un fondo básico obtenido a través del Programa Especial de Seguridad Alimentaria, financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), la Familia Soza-Urbina y técnicos del INTA se propusieron desarrollar un Modelo de Seguridad Alimentaria y Nutricional basado en la familia e integrado por los componentes de Salud, Educación y Producción Agropecuaria, en un plazo de dos años. La inversión realizada fue de alrededor de 988 dólares.

Nicaragua en los próximos ciclos agrícolas es posible que logre ser autosuficiente en la producción de papa, ante los esfuerzos de los productores, Gobierno y apoyo de organizaciones internacionales para incrementar los rendimientos productivos, la calidad del producto y las nuevas variedades de semilla nacional.

El Ministro del MAGFOR, Ariel Bucardo ratificó que existen expectativas de lograr la autosuficiencia en la producción de papa, si se continúa mejorando los rendimientos de cosecha. Dijo que “se podrá cubrir la demanda de 55 mil quintales al mes, o sea los 660 mil quintales de papa al año”. Al referirse al incremento de la producción en este último periodo explicó que tanto las organizaciones de productores, comercializadores y Gobierno, han venido trabajando para buscar consenso en relación al precio de la papa.

La implementación de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) en los rubros de raíces y tubérculos, para obtener calidad e inocuidad en estos productos, es un tarea que actualmente promueven instituciones de Gobierno, con apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y con el financiamiento de la Cooperación Italiana en Nueva Guinea, Muelle de los Bueyes, el Rama y Kukra Hill.

Esta actividad se impulsa a través del Proyecto “Agrocadenas Centroamérica”, que se está implementando en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, enmarcándose en este país en el Plan de Desarrollo Humano que ejecuta el Gobierno para erradicar el hambre y la pobreza y mejorar el nivel de vida de la población.

"A través de este proyecto de agro cadenas estamos centrando esfuerzos a la prioridad que el Gobierno tiene de rescatar alimentos tradicionales que son fundamentales en la dieta del pueblo nicaragüense y que son esenciales principalmente en algunas zonas del país”, comentó Fernando Soto, Representante de FAO en Nicaragua.

El Gobierno de Nicaragua a través de las instituciones públicas y el acompañamiento de la FAO, están promoviendo el intercambio de experiencia entre pescadores, empresarios y funcionarios, para mejorar las técnicas de pesca de la langosta en la Costa Caribe de Nicaragua.

Tres grupos de pescadores (artesanales e industriales), empresarios y funcionarios del Litoral Atlántico Nicaragüense han viajado a México para conocer la experiencia sobre Prácticas Seguras de Pesca de Langosta.

Roberto Rocha, responsable de planificación del Instituto Nicaragüense de la Pesca (INPESCA) explicó que viajaron a México, para que conozcan otro tipo de pesquería que se hace en aguas poco profundas, es muy probable de que una vez que se identifiquen con esta tecnología puedan adoptarlas. Consideramos que esta tecnología se puede usar en los Cayos Misquitus”.

En alta mar, todas las mañanas nace el sol en el horizonte. “Para nosotros los pescadores significa una esperanza, porque en el día a día tratamos de hacer las cosas bien, para caminar juntos y lograr las metas que tenemos” comentó Manuel Barquero, durante un intercambio de experiencia sobre la pesca de la langosta que se realizó en diciembre en la ciudad de Puerto Cabezas, en el Atlántico Norte de Nicaragua.

Manuel, es pescador de los Cayos Miskitus y al igual que otras personas dedicadas a la pesca de la langosta, son parte de los pescadores que se han integrado a la iniciativa que el Gobierno Central y Regional están impulsando para mejorar las técnicas de la pesca de langosta.

Lograr que los niños y niñas ingieran una merienda escolar variada, con alimentos frescos y cultivados por los productores de su comunidad, es el principal objetivo del Gobierno de Nicaragua, al ejecutar el primer modelo piloto de Compras Locales de la Agricultura Familiar.

Este modelo se desarrolla en 15 escuelas primarias de El Tuma-La Dalia, municipio del departamento de Matagalpa y es coordinado por el Ministerio de Educación (MINED) con el propósito de vincular la capacidad de compra de la alimentación escolar y la oferta de la agricultura familiar.

El modelo de compras locales se enmarca en la institucionalidad, es decir, conforme la Ley de Municipios, y cuenta con el acompañamiento de la FAO y el aporte del Gobierno Federal de Brasil. Dentro de las acciones que se desarrollarán a corto plazo, están el mejoramiento de la infraestructura de las escuelas seleccionadas; la instalación de cocinas, la construcción de bodegas y comedores, la entrega de utensilios y mobiliarios.