FAO en Panamá

Romper el ciclo de la pobreza para alcanzar el desarrollo sostenible

10/03/2016

FAO, la OIT, el Ministerio del Trabajo y Desarrollo Laboral de Panamá, Casa Esperanza y las autoridades tradicionales indígenas de la Comarca Ngäbe Bugle unen esfuerzos para avanzar en la erradicación del trabajo infantil en Panamá.

Panamá, 08 de marzo de 2016.- Con el objetivo de elaborar un plan para el mejoramiento de la seguridad alimentaria y nutricional, la educación y la salud en la Comarca Ngäbe Bugle, como factores decisivos para avanzar en la erradicación del trabajo infantil en la caficultura en Panamá, FAO y Casa Esperanza firmaron un acuerdo el día de hoy.

“Alcanzar las metas planteadas en los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible, requiere atacar la pobreza desde sus causas más profundas,” destacó Tito Díaz, Coordinador de FAO para Mesoamérica, enfatizando que, “las niñas y niños que dejan la escuela a temprana edad, tienen mayores probabilidades de convertirse en trabajadores menos formados y con empleos informales, lo que lleva a las comunidades a no alcanzar su máximo potencial de desarrollo y calidad de vida y genera una menor capacidad de los gobiernos para gestionar el desarrollo sostenible social, económico y ambiental”.

La viceministra de Trabajo, Zulphy Santamaría, indicó que el objetivo de la FAO, es acabar con el hambre mientras que el objetivo del Gobierno de la República de Panamá es acabar con el trabajo infantil, y esto se constituye en objetivos complementarios que están en la ruta correcta para acabar con el flagelo del trabajo infantil.

Santamaría agregó que, “la última encuesta de trabajo infantil llevada a cabo en octubre de 2014 registró un descenso del 50 % en la tasa de trabajo infantil y aunque esta cifra es significativa, nuestra meta como país es cero trabajo infantil a 2020” y enfatizó que éste es un compromiso y una tarea de todos.

También se busca reducir la pobreza rural, brindar oportunidades para que los residentes puedan acceder a un empleo decente en actividades agrícolas y no agrícolas, y otorgar apoyo sobre la aplicación de la normativa laboral internacional dentro del sector.

El acuerdo firmado entre FAO y Casa Esperanza contempla acciones para la identificación de los riesgos del trabajo infantil de niños y niñas indígenas en las zonas cafetaleras de la provincia de Chiriquí, la capacitación para  niños, niñas, empleadores, educadores, trabajadores y autoridades indígenas para que puedan identificar los riesgos y conozcan las medidas preventivas del trabajo infantil agrícola, y la elaboración de un plan para el mejoramiento de la seguridad alimentaria y nutricional, la educación y la salud en la Comarca Ngäbe Bugle.

Los Ngäbe y los Bugle constituyen el pueblo indígena más numeroso de Panamá. En esta comarca, hay niñas y niños que trabajan en las zonas cafetaleras de la provincia de Chiriquí, a las que llegan familias migrantes que ofrecen su mano de obra para garantizar el sustento de la comunidad.

Las autoridades de la Comarca Ngäbe Bugle han reafirmado su compromiso para garantizar  la permanencia de niñas y niños en el sistema educativo y avanzar en la erradicación del trabajo infantil.

60% del trabajo infantil en el mundo se da en el sector agrícola

De acuerdo a la OIT, trabajo infantil son aquellas labores que, por su naturaleza e intensidad, ponen en riesgo el bienestar, la salud, la educación, el desarrollo, los derechos y el futuro de las niñas  y niños.

Datos de OIT y FAO señalan que  el 60% del trabajo infantil en el mundo se concentra en el sector agrícola, siendo éste un trabajo difícilmente compatible con el ciclo escolar y que supone grandes riesgos por involucrar cargas pesadas, uso de herramientas peligrosas, largas jornadas de trabajo, exposición al sol y a pesticidas.

El trabajo infantil en la agricultura generalmente se da como respuesta a problemas sociales que afectan a una importante proporción de la población rural, como la pobreza, la falta de oportunidades, y el difícil acceso y la baja calidad de la educación. En Panamá, el 11.4% del total de la fuerza de trabajo infantil  y adolescente registrada es indígena.

Hay una diferencia entre lo que es considerado trabajo infantil y el apoyo en tareas del hogar o de la granja familiar. Si bien los niños y niñas pueden realizar tareas ligeras, que no supongan un riesgo para su salud y su bienestar, este apoyo a su familia no debe llevarlos a abandonar la escuela.