FAO en Panamá

FAO llama a unir esfuerzos para combatir la obesidad en Panamá

04/04/2019

El 62% de los adultos panameños tiene problemas de sobrepeso y más de uno de cada cuatro padece obesidad, que también van ganando terreno entre niños y adolescentes del país.

De acuerdo al Monitoreo del Estado Nutricional (MONINUT) realizado por el Ministerio de Salud, cerca del 30% de los escolares presenta sobrepeso, mientras que un estudio piloto de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Escuela de Nutrición de la Universidad de Panamá, realizado en 6 escuelas de áreas rurales e indígenas, observó que el sobrepeso afectaba al 35% de los estudiantes. Otro estudio realizado en Panamá Oeste reveló que el sobrepeso estaba presente en casi el 46% de los estudiantes.

Con el objetivo de hacer frente a esta epidemia y sensibilizar sobre sus consecuencias para la salud, Panamá celebra cada 4 de abril el Día Nacional de Prevención y Combate a la Obesidad.

“Los niveles crecientes de sobrepeso y obesidad en el país están comprometiendo la salud de los panameños, aumentando el riesgo de padecer enfermedades como hipertensión, infartos, diabetes e incluso determinados tipos de cáncer”, alerta Adoniram Sanches, Coordinador Subregional de la FAO y Representante en Panamá.

Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en 2017 ocurrieron 19 482 muertes, de las cuales las Enfermedades Crónicas No Transmisibles se encontraban entre las 10 causas principales.

“Si no actuamos ahora, muchos de los niños llegarán a la edad adulta con exceso de peso y progresarán a obesidad, aumentando el riesgo de padecer estas enfermedades”, afirma Adoniram Sanches.

La obesidad tiene múltiples causas, entre las que se encuentran los cambios en los sistemas alimentarios, en los estilos de vida y en los hábitos de consumo, que se han volcado hacia alimentos altamente procesados e hipercalóricos, con un alto contenido de grasas saturadas, azúcares, sal y un bajo contenido de fibra.

“Parte de la solución a este problema pasa por realizar cambios profundos en los sistemas alimentarios, desde la producción al consumo, con acciones integrales que involucren a todos los actores para garantizar una mejor alimentación para todas y todos los panameños, ahora y en el futuro, de forma más sostenible”, agrega Adoniram Sanches.

Frente a la obesidad, más prevención y educación

El manejo preventivo de la obesidad es la mejor inversión para evitar sus terribles consecuencias. Para ello, la FAO promueve la educación alimentaria y nutricional, implementadas en distintos niveles, para lograr mejoras sostenibles en las prácticas alimentarias.

“Las escuelas pueden educar en alimentación saludable. Se puede enseñar a los niños a mejorar sus hábitos alimentarios, reducir o eliminar el consumo de bebidas azucaradas, optar por preparaciones más saludables y aceptar el consumo de frutas, hortalizas y vegetales frescos a través de herramientas pedagógicas como los huertos escolares”, explica Israel Ríos, Oficial de Nutrición de la FAO.

“Un niño que planta una berenjena, observa y aprende desde su crecimiento hasta su cosecha, y probablemente va a tener más aceptabilidad de este alimento que un niño a quien nunca se le ha hablado de ello”, añade.

Pero la educación va más allá de las aulas. Se educa al comprar, al cocinar y al sentarse a la mesa. En este sentido, destacan las Guías Alimentarias Basadas en Alimentos, un conjunto de mensajes clave sobre cómo lograr una alimentación saludable que también orientan el diseño de políticas sectoriales en alimentación y nutrición. Panamá cuenta con guías alimentarias para la población en general y guías específicas para los menores de dos años, desarrolladas con el apoyo de la FAO.

También es importante promover entornos alimentarios más saludables, facilitar el acceso a alimentos nutritivos y sanos y la promoción de información para una compra consciente del consumidor, a través de herramientas como el etiquetado frontal que informe de los productos altamente procesados que puedan afectar la salud.

En definitiva, la obesidad es un problema de salud pública que hay que abordar con urgencia para garantizar el bienestar de la población panameña y que requiere el apoyo de todos.