El Gobierno de Paraguay y la Organización de las Naciones Unidas firman el nuevo Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible 2020-2024 en el Palacio Benigno López, de la Cancillería Nacional, con la presencia de ministros del Poder Ejecutivo y representantes de las agencias especializadas de la Organización de las Naciones Unidas.

Se trata de una alianza entre el Gobierno paraguayo y la Organización de las Naciones Unidas que representa, sobre todo, un compromiso con las personas, y en particular, con las que pertenecen a sectores más vulnerables, haciendo partícipes a los diferentes actores –sociedad civil, sector privado y académico, organizaciones internacionales, instituciones financieras, entre otros- que contribuyen al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El documento está basado en el Plan Nacional de Desarrollo Paraguay 2030 y con vistas al cumplimiento de los ODS, recoge las prioridades nacionales de desarrollo y está alineado con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, priorizando las áreas vinculadas al desarrollo social, sostenibilidad ambiental, desarrollo económico inclusivo y fortalecimiento institucional.

Durante el acto celebrado para la firma del nuevo Marco de Cooperación, Mario Samaja, el Coordinador Residente de las Naciones Unidas en Paraguay, destacó que este documento “renueva el compromiso con el país y con las personas, integrando las contribuciones de las 17 entidades de la ONU involucradas.  Felicito a Paraguay porque el PND 2030 está fuertemente alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.

Teniendo en cuenta que la pobreza en Paraguay afecta a 24,2% de personas y que el 4,8% está en situación de pobreza extrema, especialmente en el área rural y en las poblaciones indígenas, sumado a las desigualdades de género, las Naciones Unidas seguirá acompañando los procesos para el desarrollo social, atendiendo las demandas y necesidades de los grupos que enfrentan condiciones de mayor vulnerabilidad. Si bien los niveles de vida de la población han mejorado, la desigualdad sigue planteando un gran desafío. El reto sigue siendo mejorar la calidad de vida para todas las personas con el acceso a una educación y sistema sanitario de calidad, servicios de agua potable y saneamiento e infraestructura.

Por otro lado, la Organización de las Naciones Unidas seguirá apoyando el crecimiento económico y sostenible, incluyendo la agricultura y ganadería, y contribuirá a reducir la tasa de deforestación, la ampliación del uso de energía limpia renovable, fomentando la energía solar y otras fuentes alternativas; además de una provisión de servicios de transporte e infraestructura social que favorezcan una movilidad sostenible. Así también la gestión sostenible de bosques, la reducción de la desertificación y la degradación de la tierra y la protección de la biodiversidad.

El sistema fiscal y de transferencias monetarias, pese a los avances, sigue teniendo impacto limitado en el combate a la pobreza y la desigualdad. El 17,6% de las personas ocupadas informales se encuentran en situación de pobreza, las trabajadoras domésticas se encuentran en condiciones de vulnerabilidad y la dificultad de las mujeres para acceder al mercado laboral formal y digno hace que aumente el grado de informalidad y la fragmentación que todavía caracteriza al sistema de protección social. Estos son obstáculos en el camino de lograr niveles de vida más igualitarios. Lo anterior sumado a que, en el país solamente el 8% de los caminos tiene asegurada una transitabilidad permanente y que Paraguay ocupa el lugar 131 con respecto a la calidad de sus carreteras de 137 países considerados en análisis realizado en el 2018 por el Foro Económico Mundial. Esto reduce la competitividad económica y empresarial de Paraguay. El Marco de Cooperación se enfocará en seguir apoyando el fomento y la promoción del desarrollo económico inclusivo para todas las personas.

En cuanto al fortalecimiento institucional, la ONU seguirá cooperando en la coordinación multisectorial y multinivel, de modo a lograr la articulación de estrategias y acciones públicas entre los diferentes sectores para el desarrollo de políticas integrales, además de la descentralización de competencias y recursos para una gestión territorial adecuada; el fortalecimiento de la institucionalidad en un marco de transparencia, participación y colaboración ciudadana; el acceso a la justicia sobre todo en temas relacionados a niñez y adolescencia; la contribución en la elaboración de instrumentos normativos y administrativos suficientes en materia de no discriminación; y el fortalecimiento del sistema estadístico nacional, con el objetivo de asegurar un seguimiento adecuado a los avances en el logro de las prioridades nacionales y de la Agenda 2030.

Carlos Pereira Olmeda, Ministro de la STP, mencionó el trabajo que viene realizando su institución para “impulsar una reforma estructural orientada a poder consolidar, delinear y entender qué realmente es y cómo funciona el desarrollo sustentable, con la combinación de todos los factores: ambientales, económicos, políticos y sociales”.

A su vez, Antonio Rivas, Ministro de Relaciones Exteriores, indicó que Paraguay “cree y apuesta a la cooperación internacional como un instrumento para el progreso y acercamiento entre los pueblos del mundo. Este acuerdo, en particular, es de suma importancia para el país, porque nos permitirá trabajar de manera conjunta y coordinadamente con las agencias de Naciones Unidas para acelerar el cumplimiento de los ODS en distintas áreas estratégicas, incluyendo estrategias de acción con enfoque de derechos humanos, igualdad de género y empoderamiento de las mujeres, sostenibilidad y rendición de cuentas”.

El documento es el resultado de un trabajo articulado y de largo aliento, de consultas plurales, articulado entre la Oficina del Coordinador Residente de la ONU, las agencias de las Naciones Unidas que actúan en el país y las instituciones nacionales, en coordinación con el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Secretaría Técnica de Planificación del Desarrollo Económico y Social.

La FAO firmó el Marco de Programación por País (MPP) con el Gobierno de Paraguay, el cual está alineado y utiliza el Marco de Cooperación de las Naciones Unidas como paraguas para las acciones que serán desarrolladas en el país, para cooperar con los esfuerzos del Gobierno en poner fin al hambre y erradicar todas las formas de malnutrición; promover el desarrollo rural sostenible; avanzar hacia una agricultura más sostenible y resiliente al cambio climático; y, proteger y promover el desarrollo equitativo de las mujeres rurales, niños, niñas, adolescentes y pueblos indígenas.

El gran esfuerzo de cooperación con Paraguay en todos los sectores es orientar su modelo de desarrollo hacia uno más sostenible que combine las dimensiones económica, social y ambiental, con la capacidad de combatir la desigualdad en todas sus expresiones haciendo realidad el principio de no dejar a nadie atrás.