FAO en Perú

Carolina Trivelli: Las políticas públicas deben empezar por entender quién es verdaderamente la mujer rural actual

14/10/2016

En el marco de la campaña “Mujeres Rurales, motores del desarrollo”, Carolina Trivelli, investigadora principal del Instituto de Estudios Peruano (IEP) reflexiona sobre la situación actual de las mujeres rurales en el Perú.

Lima. En esta primera parte de nuestra conversación*, la ex Ministra de Desarrollo e Inclusión Social repasa los desafíos de la política pública respecto a la mujer rural y cuestiona el conocimiento real que tiene el Estado sobre el nuevo perfil de estas mujeres.

  • Como primera Ministra de Inclusión Social en el Perú, ¿cuáles fueron los principales retos que debía enfrentar el país en el tema de mujer rural cuando inició su gestión?

Al inicio de la gestión del Ministerio, una de las primeras tareas fue identificar quién era nuestro público objetivo central. Después de bastante análisis y mucha discusión, dentro de la población rural en situación de pobreza y vulnerabilidad, nosotros decidimos dar una entrada a través de las mujeres. Nuestra primera Semana de la Inclusión se tituló “Socias”, con la idea de trabajar con las mujeres rurales en lograr propuestas de inclusión y de desarrollo, para que se pudiera construir una mejor relación entre ellas y el Estado. Así, se trataba no solamente de llevarles un programa social, sino de diseñar con ellas distintos mecanismos de interacción, de atender distintas necesidades que tuvieran las mujeres rurales frente a un Estado que por primera vez las miraba como socias.

  • Según su experiencia, ¿cómo están funcionando los programas productivos y los de protección social para la mujer rural? 

Hay un esfuerzo de protección mayor para las mujeres rurales más vulnerables, pero todavía es insuficiente. En lo que hemos avanzado sustantivamente es en reducir la sub-cobertura. Es decir, hay mujeres que necesitan un apoyo particular del Estado y lo tienen, pero estamos en el piso básico. Esa es la mínima obligación del Estado, tanto en el caso de las mujeres en su rol como madres de familia, como cuidadoras del capital humano del futuro y como adultas mayores. En este sentido, estamos poco a poco llevando los servicios de protección social al mundo rural.

Pero tenemos que lograr esta articulación entre los esfuerzos de protección y los de desarrollo productivo que hoy en día vemos en un grupo todavía restringido de personas. Por ejemplo, el programa Haku Wiñay atiende a 100 000 familias, mientras el programa Juntos atiende a casi 800 000 familias. Entonces, hay un problema de escala. Esa transición, ese combo productivo y de protección debería ser la base que todas las personas puedan tener.

  • A casi 5 años de fundado el MIDIS, ¿qué tareas y desafíos pendientes urgentes tenemos con la mujer rural desde la política pública?

¡Miles! El Estado peruano es un estado muy sectorial, y el tema de mujer rural está en la intersección de varios sectores. En este sentido, hay una rectoría de los temas de mujer, que le pertenece al MIMP; otra rectoría en materia de población en situación de pobreza y vulnerabilidad que le toca al MIDIS; y una porción que le corresponde al MINAGRI por actividad principal de la mujer rural. Esa intersección es una oportunidad de hacer realmente una agenda para la mujer rural.

Pero lo primero que tenemos que entender es cuál es la realidad de la mujer rural de hoy. ¿Qué es lo que quieren en la vida, con qué sueñan, qué cosas son posibles para facilitarles este camino? Lo que no ha evolucionado a la misma velocidad que la mujer rural es el entorno cultural social en el que ellas viven. ¿Cómo hacemos para conectar mejor el cambio individual con el cambio colectivo?

Allí hay un desafío grande para la política pública: hacer que este entorno cultural social también empiece a reconocer a esta nueva mujer rural. Eso va a marcar la diferencia entre reproducir la pobreza o insertar a esas mujeres como socias del desarrollo.

Trabajar este tema es mucho más complejo, porque necesita promover un cambio cultural. Recién estamos viendo en las zonas urbanas temas respecto al rol de la mujer en la economía, en  el acceso a derechos, en el manejo de conflictos y de la violencia. Tenemos que lograr llevar eso al entorno rural. Tenemos que hacer un esfuerzo, pero como parte de la intencionalidad de hacia dónde queremos mover al Perú. Por eso, es muy importante que la política pública entienda, se sensibilice y acompañe estos procesos, los induzca para que se desencadenen de mejor manera.

 

*Publicaremos la segunda parte de esta entrevista el martes 18 de octubre.