21/10/2016

El Estado Plurinacional de Bolivia, en el ejercicio de sus derechos soberanos, ha depositado el instrumento de adhesión al Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (TIRFAA) y se convertirá en Parte Contratante el 4 de diciembre de 2016. El depósito del instrumento sigue la adopción de la Ley N° 801 de 25 de abril de 2016, de la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia.

Este acto soberano, de acuerdo con el ejercicio de su soberanía sobre sus recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura, se basa en el convencimiento de que tanto éste como los Estados Miembros del TIRFAA pueden beneficiarse mutuamente de la participación de un sistema multilateral eficaz.

“Este Sistema, que refleja la interdependencia de los países, facilita el acceso a una selección negociada de recursos fitogenéticos clave para la seguridad y la soberanía alimentaria; y hace posible la distribución justa y equitativa de los beneficios que se derivan de su utilización”, dijo Kent Nnadozie, Secretario interino del Órgano Rector del Tratado Internacional.

Bolivia se encuentra entre los 17 países megadiversos del mundo, es rico en tradiciones y culturas vinculadas al manejo de los recursos fitogenéticos nativos y centro de origen de la quinua. El Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF), bajo tuición del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT), desempeña un papel clave en la conservación y trabaja con centros comunitarios de agrobiodiversidad donde se realizan actividades de conservación in situ. Este trabajo involucra a pequeños productores que son custodios de los recursos fitogenéticos.

Además, el Banco Nacional de Germoplasma el INIAF conserva en la modalidad ex situ 18.434 accesiones de su grandiosa como invalorable agrobiodiversidad; estas comprenden más de 3.000 de quinua, 1.500 de papa (de las que 900 se cultivan regularmente), 1.400 de maíz y 1.000 variedades de maní, entre otras especies de importancia agrícola.  Además se encarga de realizar el monitoreo constante para corroborar la viabilidad de todas las variedades. También coordina el trabajo con otras 19 instituciones asociadas en el marco del Sistema Nacional de Recursos Genéticos con el fin de conservar, manejar y usar los recursos genéticos que el país atesora.

Bolivia también es miembro de la Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura de la FAO y del Convenio sobre la Diversidad Biológica.