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©FAO/Soliman Ahmed

Resiliencia ante crisis prolongadas

Las crisis prolongadas son contextos en los que una parte significativa de la población es extremadamente vulnerable al hambre, a las enfermedades y a las perturbaciones en los medios de subsistencia durante periodos de tiempo prolongados. En estos contextos, la subalimentación es grave, duradera y casi tres veces más frecuente que en otros países en desarrollo. Actualmente, la FAO identifica 22 países en una situación de crisis prolongada. De estos, 16 ya pertenecían a esta categoría en 2010, 13 de los cuales están en África.

Fortalecer los medios de subsistencia en las crisis prolongadas mediante la orientación sobre políticas.

Casi todos los países que atraviesan una crisis prolongada han sufrido algún conflicto violento durante periodos de tiempo prolongados. En seis situaciones de este tipo, el conflicto se ha mantenido durante, al menos, 18 de los pasados 20 años.

La FAO proporciona orientación en materia de políticas, establece colaboraciones y apoya programas para reforzar los medios de subsistencia y los sistemas alimentarios sensibles a los conflictos en situaciones de crisis prolongada. Estos sistemas ayudan al mantenimiento de las comunidades y los hogares vulnerables al mejorar su situación alimentaria y nutricional, a la vez que desarrollan resiliencia ante futuras conmociones y factores de estrés.

Principales mensajes de políticas

  • A mediados de 2022, el número de personas que se encontraban en las tres fases superiores de la inseguridad alimentaria aguda era el más alto en el histórico de seis años del Informe mundial sobre las crisis alimentarias (GRFC, por sus siglas en inglés). Hasta 205 millones de personas se encontraban en situación de crisis o peor (equivalente o superior a la fase 3 del CIF/CH), o una situación análoga, en 45 de los 53 países/territorios incluidos en la edición de 2022 del GRFC. En dichos países/territorios se disponía de datos comparables en 2022. El crecimiento de la población en situación de inseguridad alimentaria aguda se debe, principalmente, a una suma de los siguientes factores: conflictos, conmociones económicas sucesivas y prolongadas y sucesos meteorológicos extremos que merman la seguridad alimentaria en los niveles nacional, regional y mundial. Una cobertura geográfica o demográfica ampliada de las evaluaciones es un factor que contribuye al aumento del número de personas que padecen inseguridad alimentaria aguda.

  • Los factores principales de las crisis alimentarias (conflictos e inseguridad, conmociones económicas mundiales y nacionales y sucesos meteorológicos extremos) son continuos e implacables, y se ven agravados por presiones a largo plazo sobre los sistemas alimentarios. En su edición de 2022, el GRFC trata de señalar el factor más destacado de la inseguridad alimentaria aguda en cada país/territorio, pero estos factores suelen estar entrelazados y reforzarse mutuamente, lo que hace difícil concretar un único desencadenante para cada crisis alimentaria. En 2021, un 72% de la población que se encontraba en situación de crisis o peor (equivalente o superior a la fase 3 del CIF/CH), o una situación análoga, vivía en 24 países/territorios que consideraban los conflictos o la inseguridad como el factor principal de las crisis alimentarias. En 2021, las conmociones económicas fueron el factor principal de las crisis alimentarias en 21 países, que sumaban el 16% de la población en situación de crisis o peor (equivalente o superior a la fase 3 del CIF/CH), o una situación análoga identificada en la edición de 2022 del GRFC. Los sucesos meteorológicos extremos fueron los factores principales de la inseguridad alimentaria aguda en ocho países africanos, que sumaban el 12% de la población en situación de crisis o peor (equivalente o superior a la fase 3 del CIF/CH), o una situación análoga.

  • En este contexto, la Red mundial contra las crisis alimentarias (GNAFC, por sus siglas en inglés) ofrece una plataforma para que la comunidad internacional coordine esfuerzos coherentes y concertados que estén orientados a la prevención de las crisis nutricionales y alimentarias, la mitigación de sus repercusiones y el impulso de la rehabilitación y la recuperación sostenibles y resilientes tras las crisis, a fin de transformar la agricultura y los sistemas alimentarios. Esto implica trabajar en los niveles mundial, regional y nacional para promover alianzas dentro de estructuras existentes y para mejorar la promoción, la toma de decisiones, las políticas y la programación mediante análisis y conocimientos compartidos, coordinación reforzada en respuestas basadas en hechos comprobados y esfuerzos colectivos en el nexo acción humanitaria-desarrollo-paz (HDP, por sus siglas en inglés).

  • Seguir tratando no solamente los síntomas inmediatos de las crisis alimentarias, sino centrarse también en sus causas profundas, teniendo en cuenta los aspectos nacionales, regionales y mundiales de los riesgos. En las crisis prolongadas, las políticas deberían mirar hacia el futuro mediante vínculos a lo largo de dicho nexo para aumentar la resiliencia de las comunidades, las familias, los sistemas alimentarios y los ecosistemas.

  • Las políticas y las acciones tienen que disponer de información de calidad que comprenda el contexto de las dinámicas y los factores complejos de la vulnerabilidad, como los conflictos y la inseguridad, el cambio climático, la degradación ambiental y los cambios demográficos.

  • Fomentar, apoyar y fortalecer las capacidades organizativas e institucionales, tanto locales como nacionales, es decisivo para asegurar unos mejores resultados de seguridad alimentaria y nutrición en las crisis prolongadas. Esto debe hacerse con mucho cuidado, respetando las instituciones informales y formales y comprendiendo bien la gestión de los recursos naturales (como la tierra y el agua), que pueden estar, a menudo, en el origen de disputas y tensiones locales. La FAO defiende prácticas de gobernanza transparentes e inclusivas que den participación a la sociedad civil y a las poblaciones indígenas/locales, que están adaptadas a las realidades de su contexto. 

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