En la industria del banano, las prácticas de gestión del agua han reducido significativamente su huella de agua, definida como la medida del consumo y de la contaminación de los recursos de agua dulce para la producción de un bien o servicio.
Casi todos los bananos exportados por Perú son orgánicos, representando alrededor del 3% de la producción mundial de banano orgánico. En 2014 la producción ocupó alrededor de 5 500 ha, cerca del 4% de la superficie total de producción de banano.
La huella de carbono de la industria bananera se extiende por toda la cadena de valor, que se puede dividir en tres grandes pasos: producción y empaque, transporte terrestre y marítimo, y maduración (para los bananos exportados). Sin embargo, sólo el 15%–20% de la producción mundial de banano se comercializa a nivel mundial (los mayores países productores de banano, como la India o Brasil, exportan muy poco y mantienen la mayoría para el consumo interno).
Las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) son “prácticas orientadas a la sostenibilidad ambiental, económica y social para los procesos productivos de la explotación agrícola que garantizan la calidad e inocuidad de los alimentos y de los productos no alimenticios”.