FAO en República Dominicana

Potencial de la Ganadería Climáticamente Inteligente para reducir la vulnerabilidad de las mujeres ante el cambio climático

16/02/2021

Por Daniel Valerio, Coordinador del proyecto de Ganadería Climáticamente Inteligente de FAO

La República Dominicana forma parte del grupo de Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, cuyo territorio es considerado dentro de los más vulnerables a los efectos del cambio climático a nivel mundial. Según los resultados de estudios realizados recientemente por el Ministerio de Medio Ambiente y el Consejo Nacional para el Cambio Climático que simulan diferentes escenarios climáticos, para el 2050 se podrían producir incrementos de temperatura en el país de entre 1 y 3 grados centígrados y reducción de las precipitaciones en un 15% en promedio en todo el territorio nacional, lo que tendría un gran impacto en la producción agropecuaria y resiliencia de medios de vida, ya que esta actividad depende directamente del clima.

Esta situación plantea un importante desafío, ya que se requiere producir alimentos para una población creciente ante un escenario de un clima cambiante, incorporándose en el 2020 un nuevo factor de riesgo a causa de la pandemia por COVID-19, impactando negativamente los sectores productivos y generadores de empleos, así como los sistemas agroalimentarios en los países.

Este escenario complejo nos obliga a buscar soluciones tecnológicas incorporando innovación y digitalización de la agricultura, como parte de las estrategias que contribuyan a transformar los sistemas productivos tradicionales en modelos más inclusivos, eficientes, resilientes y con bajas emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), donde se priorice la gestión integral de los recursos naturales (suelos, agua, bosque y biodiversidad) como factores clave para la producción agropecuaria más sostenible y resiliente.

Como respuesta a este desafío global y local, desde el año 2010 la FAO promueve el enfoque de Agricultura y Ganadería Climáticamente Inteligentes, fundamentado en la promoción de acciones orientadas a mejorar la productividad y rentabilidad, fortalecer la capacidad de resiliencia de los sistemas productivos, así como reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar el almacenamiento de carbono en el suelo, como estrategia para adaptarse a los efectos y mitigar las causas del cambio climático, para garantizar una producción agropecuaria más sostenible sin comprometer los recursos naturales disponibles.

En este sentido, desde diciembre del año 2018 el gobierno dominicano, con asistencia técnica de la FAO, implementa el proyecto “Promoviendo la Gestión Ganadera Climáticamente Inteligente en la República Dominicana” GANACLIMA-RD, con el objetivo de contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mediante la implementación de modelos de buenas prácticas ganaderas con enfoque de género orientadas a mejorar la productividad y la rentabilidad, al tiempo que reviertan la degradación de la tierra y contribuyan a disminuir la vulnerabilidad económica de los productores y productoras familiares de comunidades rurales.

Esta iniciativa es implementada por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y el Ministerio de Agricultura, con la participación del CONALECHE, DIGEGA-MEGALECHE, Banco Agrícola, IDIAF y FEGACIBAO, con el cofinanciamiento del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés). Han sido priorizadas 8 provincias de la cuenca del río Yuna como área de intervención (Monseñor Nouel, La Vega, Duarte, Sánchez Ramírez, Espaillat, Monte Plata, Samaná y Maria Trinidad Sánchez), beneficiando a 700 productores y productoras de 16 organizaciones ganaderas con incidencia en esta zona.

Como señalábamos anteriormente, el cambio climático amenaza con profundizar las brechas de desigualdad existentes entre colectividades poblacionales vulnerabilizados, destacándose las mujeres como uno de los grupos de mayor riesgo, debido a las desigualdades de género existentes, evidenciado en que una parte importante de las mujeres tienen menor acceso a recursos productivos, incluyendo tanto los activos como la tierra, equipos y redes, así como los servicios agrícolas y financieros, en comparación con los hombres.

Las mujeres podrían ser afectadas mayormente ante los efectos del cambio climático exponiéndose a un riesgo más alto de impacto negativo en sus medios de vida y con menores facilidades para encontrar vías alternativas para satisfacer sus necesidades y las de sus familias. En este sentido, el Plan Nacional de Adaptación para el Cambio Climático de República Dominicana 2015-2030 incorpora el enfoque de género como una de sus líneas estratégicas transversales, reconociendo el rol de la mujer como agente de cambio y fomentando su participación para la transformación de la sociedad hacia un desarrollo bajo en carbono y resiliente.

Al analizar el contexto nacional y de acuerdo al Precenso Nacional Agropecuario del 2015, destaca el escaso reconocimiento a la contribución de las mujeres en el sector agropecuario, a pesar de que 16% de las unidades productivas agropecuarias pertenecen a mujeres, con una participación de estas en torno al 6% en los empleos que genera este sector, siendo estos mayormente informales, según cifras del Banco Central del 2020.

En función de esta realidad, la iniciativa de ganadería climáticamente inteligente promueve el enfoque de igualdad de género como eje transversal de su intervención, priorizando la participación de las mujeres de forma más activa y equitativa en las acciones de planificación y diseño de políticas, capacitación, asistencia técnica, transferencia tecnológica y gestión del conocimiento, que se desarrollan para impulsar un proceso de transformación para un sector ganadero más inclusivo, orientado hacia un modelo más sostenible en términos productivos, económicos y ambientales.

De acuerdo a dos estudios realizados recientemente por la FAO: “Participación de la mujer en el eslabón primario la cadena de valor de ganado bovino en la cuenca del río Yuna” y “Oferta y demanda de productos financieros de la cadena de valor de ganado bovino en la cuenca del rio Yuna”, el acceso de las mujeres a recursos productivos y servicios técnicos es limitado.

En este sentido, se puede destacar que 51.3% de las mujeres ganaderas de la cuenca poseen terrenos sin títulos de propiedad, con un tamaño promedio de finca de 12.3 hectáreas, tres veces inferior al tamaño promedio de fincas gestionadas por hombres, mientras que 46% de las mujeres tienen acceso a crédito y 56% utiliza medios electrónicos para acceder a informaciones orientadas a mejorar sus sistemas productivos. Asimismo, se observa que el 34% de las mujeres recibe asistencia de servicios veterinarios público, privado o mixto, mientras que un 82% pertenecen a una asociación, sin embargo, solo 22% de estas han ocupado alguna posición en los órganos de dirección de las organizaciones.

En función de estas brechas identificadas en el contexto nacional y local, con asistencia técnica de FAO, se desarrollan actualmente experiencias prácticas a nivel de terreno para promover y mejorar la contribución de las mujeres en los sistemas agroalimentarios, específicamente en 7 fincas ganaderas como unidades piloto para transferencia tecnológica y capacitación, donde se implementan una serie de buenas prácticas basadas en el enfoque de Ganadería Climáticamente Inteligente, como estrategia para reducir la vulnerabilidad de las comunidades al cambio climático en el sector ganadero.

Dentro de estas buenas prácticas promovidas destacan el uso y aprovechamiento de variedades de pastos y forrajes de alto rendimiento, manejo eficiente del pastoreo integrando el uso de sistemas de cerco eléctrico digitales, sistemas silvopastoriles (cercas vivas, bancos forrajeros, árboles para sombra y otros), alimentación del ganado a partir de insumos locales, conservación de forrajes, mejoramiento genético, uso de registros técnicos, productivos y económicos (como herramienta digital para mejorar la toma de decisiones), gestión del estiércol para producción de abono y energía, buenas prácticas para mejorar la calidad de la leche, uso de energías renovables, gestión de riesgo agroclimático y conservación de suelos y aguas.

Resultados obtenidos de experiencias recientes que FAO ha implementado en la región de América Latina y Caribe, han demostrado el potencial del enfoque de Ganadería Climáticamente Inteligente para contribuir a reducir la vulnerabilidad de productores y productoras a los efectos de cambio climático, generando incrementos en la productividad y los ingresos en torno al 18%, reduciendo las emisiones de GEI en fincas ganaderas en un 20% y mejorando la capacidad de adaptación al cambio climático en un 7%.

Conscientes de los desafíos expuestos anteriormente, FAO mantiene el compromiso de continuar acompañando al Estado dominicano en la identificación e implementación de soluciones adecuadas a las prioridades nacionales y globales, con miras a garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de la población en base a sistemas agroalimentarios más eficientes, resilientes, inclusivos y con bajas emisiones de GEI.

Este acompañamiento estará enfocado en priorizar el empoderamiento económico de las mujeres en el ámbito rural y comunitario, con la finalidad de aumentar su visibilidad como agentes de crecimiento económico y agentes de decisiones en materia de políticas orientadas a disminuir las brechas sociales existentes de forma estratégica para reducir la vulnerabilidad climática de ciertos grupos de la población y de los sistemas agroalimentarios nacionales.