Los líderes mundiales se han comprometidos en varias ocasiones a trabajar por la erradicación del hambre en el mundo. Hasta ahora, en el mejor de los casos los resultados han sido variados como se muestra en el conocido gráfico sobre la prevalencia de la subnutrición. Rápidamente se relata la triste historia: el problema de la subnutrición es estructural. Un enorme grupo de 850 millones de personas en el mundo sufre inseguridad alimentaria y el número aumenta en tiempos de crisis. Por lo tanto, existe una creciente opinión de que la gobernanza es un ingrediente que falta en la respuesta "estándar" sobre la inseguridad alimentaria.

Si no se reconocen los asuntos de gobernanza, la lucha contra la inseguridad alimentaria seguirá siendo escurridiza. La esencia de esta afirmación, es decir, un enfoque hacia el desarrollo centrado únicamente en consideraciones técnicas pero que ignora la gobernanza, tiene que ver ahora con el sentido común. Desde Kofi Annan¹ (“el buen gobierno es quizás el único y más importante factor en la erradicación de la pobreza y la promoción del desarrollo”) a Tony Blair² (“la ayuda es una parte, la otra parte es gobernanza”) existe amplio consenso sobre la importancia de la gobernanza.

Sin embargo, la gobernanza no es la varita mágica. Ciertamente, las políticas y programas de seguridad alimentaria deben reflejar un análisis sólido de la situación y promover la mejor solución técnica posible al problema. Pero el desarrollo no ocurre en el vacío. Ocurre en un contexto social, cultural, político y económico; involucra las esperanzas, los deseos, las creencias y los programas de individuos; instituciones con mandatos y autoridad y, sigue los procesos establecidos por ley o que son habituales en un país o región. La gobernanza de la seguridad alimentaria parece ser intangible y amorfa. Pero no hay ninguna duda de que determina, en gran medida, si una acción de seguridad alimentaria tiene éxito o no (o incluso si se implementa, o no).

La tarea actual es comprender mejor los factores y elementos que componen la gobernanza de la seguridad alimentaria y encontrar formas de expandir nuestro trabajo técnico sobre seguridad alimentaria con un énfasis adicional en la gobernanza. La buena noticia es que no necesitamos empezar desde de cero. Cuando en el año 2004, los estados miembros de FAO adoptaron las Directrices Voluntarias en apoyo a la realización progresiva del derecho a una alimentación adecuada en el contexto de la seguridad alimentaria nacional (en breve, Directrices sobre el Derecho a la Alimentación) ya habían acordado los pasos que se debían seguir para agregar la gobernanza de la seguridad alimentaria.

Se requiere un debate para clarificar el concepto de gobernanza de la seguridad alimentaria, para explicar sus límites y su relación con conceptos y términos de la misma naturaleza. Además, debemos revisar las herramientas disponibles, aprender cómo han sido utilizadas e identificar las brechas que deben cerrarse en el trabajo futuro. Necesitamos generar un entendimiento común dentro de la FAO y de sus gobiernos asociados sobre el término y sus usos y, aprender de la experiencia llevada a cabo por las diferentes partes de la comunidad que trabajan en el tópico de la gobernanza o, en su trabajo, reconocieron la enorme importancia de esta área de trabajo.

Objetivos

El taller busca lograr tres objetivos:

• • Examinar si existe un único ángulo en la gobernanza de la seguridad alimentaria, y si esto ocurre, en qué se consiste la “gobernanza de la seguridad alimentaria”
• Identificar los factores restrictivos que impiden mejorar la gobernanza de la seguridad alimentaria
• Usar el concepto en términos operacionales: Identificar los pilares del trabajo de la FAO sobre gobernanza en el periodo 2012/13

1. Informe del Secretario General de Naciones Unidas sobre el trabajo de la Organización, 1998.
2. AfricaGovernanceInitiative [La Iniciativa de Gobernanza en África], Tony Blair Office [Oficina de Tony Blair], http://www.tonyblairoffice.org/africa