Derecho a la alimentación

Involucrar a las organizaciones de los consumidores para la realización del derecho a una alimentación adecuada

News - 19.06.2019

10 de junio de 2019, Roma- Los consumidores tienen gran fuerza para generar cambios y, con las capacidades adecuadas sobre cómo abordar los derechos humanos en su demanda, los efectos de tal impacto pueden multiplicarse enormemente. A la luz de la colaboración entre la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y Consumers International (CI), una federación mundial de grupos de derechos de los consumidores, se están llevando a cabo esfuerzos para empoderar a los consumidores para en favor del DHAA.

En los próximos meses, la FAO analizará el rol y las responsabilidades de los consumidores sobre este derecho humano. La FAO elaborará una Guía del consumidor para el DHAA, que se centrará en las organizaciones de consumidores y sus redes, a nivel mundial y en todas las regiones.

Los consumidores, al igual que todos los demás actores, tienen derecho a una alimentación adecuada, y sus demandas, para lo cual la sensibilización y sobre los hábitos nutricionales saludables y dietas sostenibles son fundamentables. Juan Carlos García y Cebolla, líder del Equipo de la FAO para el derecho a la alimentación, señaló: "Deben ser más conscientes de lo que significa tener derecho a una alimentación adecuada y lo que pueden hacer para contribuir a su realización". De lo contrario, sus acciones podrían ser contraproducentes, agregó.

Los consumidores se ven afectados por las elecciones de los tomadores de decisión y los responsables de la formulación de políticas, que pueden exponerlos a riesgos en la alimentación, manejo inseguro de alimentos y bajos estándares para el procesamiento de los alimentos a lo largo de la cadena de valor. Actúan como un contrapeso a las opiniones de los países y la industria, al tiempo que ofrecen una perspectiva pública. Los grupos de consumidores bien organizados pueden ejercer una presión creciente sobre los gobiernos de todo el mundo para proteger a las personas de los alimentos de mala calidad, asegurando el DHAA de las generaciones presentes y futuras.

Existe una creciente necesidad de gestionar la demanda de alimentos y cambiar las preferencias alimentarias poco saludables e inadecuadas de las personas de acuerdo con sus contextos y hábitos socioeconómicos y culturales, así como tradicionales. Este es un tema central que impide la plena realización del derecho a la alimentación y un área donde las organizaciones de consumidores tienen un gran papel que desempeñar.

Reconocimiento de los consumidores como una solución para lograr Hambre Cero

Por lo tanto, los consumidores son una parte vital de la Agenda 2030 y son fundamentales para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se basan en los derechos humanos. La seguridad alimentaria y la protección del consumidor son elementos clave establecidos en las Directrices RTF que se refieren a una serie de derechos humanos interrelacionados e interdependientes, como el derecho al agua y el saneamiento, el derecho a la salud, el derecho a la educación y el derecho a la información y libertad de expresión. Las Directrices alientan a los estados a capacitar a los ciudadanos con los conocimientos y habilidades necesarios para garantizar su derecho a la alimentación. Específicamente, las Directrices número 9 resaltan la relación entre la inocuidad de los alimentos y la protección del consumidor.

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