En el ámbito normativo internacional, se observa un reconocimiento creciente de la importancia de los vínculos que unen al empleo rural, la reducción de la pobreza y la seguridad alimentaria. Por ejemplo, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos también se reflejan en el Objetivo 8 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos.

En años recientes, se ha registrado una creciente necesidad de contar con el apoyo de especialistas en materias de empleo en los países miembros de la FAO y en la extensa red de oficinas descentralizadas de la organización. A fin de mejorar su capacidad de respuesta, la FAO intensificó su compromiso con el empleo decente al incluir un Resultado organizacional dedicado en el Objetivo estratégico 3: reducir la pobreza rural de su Marco Estratégico revisado.

Hoy en día, promover el empleo rural decente constituye una de las características principales del programa de trabajo de la FAO en aproximadamente 62 países. La FAO entrega su apoyo a los países mediante la investigación y la generación de conocimientos adaptados a un contexto específico y a través de asesoría técnica en el diseño y la aplicación de políticas y programas que pueden abordar situaciones de déficit de trabajo decente en zonas rurales. En términos generales, la FAO pretende trabajar en estrecha colaboración con los gobiernos y otros asociados a fin de garantizar un crecimiento integrador que genere empleo productivo y elaborar metodologías y herramientas coherentes para la promoción del empleo rural decente en contextos nacionales.

El Equipo de Empleo Rural Decente de FAO es responsable de dirigir y coordinar los esfuerzos relativos a esta área de trabajo en la sede de FAO y en sus oficinas regionales y de país.