Los sistemas alimentarios son generalmente entendidos como una serie de actividades que van desde la producción hasta el consumo. Es un concepto amplio que abarca la seguridad alimentaria y sus componentes –disponibilidad, acceso y utilización- y que incluye los resultados sociales y ambientales de estas actividades. En los países en desarrollo, los sistemas alimentarios han sido transformados fuertemente por la globalización. Este cambio ofrece grandes oportunidades para los trabajadores en el área alimentaria de acceder a nuevos y mejores empleos. Sin embargo, los pequeños productores de alimentos y otros productores siguen siendo excluidos de los beneficios generados por el comercio de productos alimentarios.

Una mayor concentración del control sobre los insumos agrícolas en las cadenas de valor globales y una dificultad para acceder a recursos, como la tierra, agua para el riego, servicios financieros y mercados, representan grandes barreras para la población rural pobre. Por esta razón, los pobres rurales cuentan con pocas oportunidades para asegurar un empleo decente en los sistemas alimentarios. Esto se debe a la falta de oferta de formación profesional, a las débiles instituciones y servicios agrícolas, al escaso poder de negociación de los pequeños agricultores, en particular de los jóvenes productores, y a los vacíos en el marco legal y cobertura de las leyes laborales.

El rol de la FAO: 

La FAO considera que asegurar el acceso de la población pobre rural a un empleo decente tanto agrícola como no agrícola en los sistemas alimentarios es de fundamental importancia para promover sistemas alimentarios sostenibles.

Por ello, la FAO tiene como objetivos:

• Promover políticas agrícolas y de seguridad alimentaria sensibles a las condiciones laborales y capaces de implementar mecanismos de resiliencia  contra shocks, tomando en cuenta las diferencias de género y edad.
• Permitir la adopción de códigos sectoriales de conducta que incluyan aspectos de empleo rural decente.
• Apoyar la aplicación de los principios para una inversión responsable en la agricultura y en los sistemas alimentarios, que favorezca la generación de empleo y fomente el empleo decente.
• Apoyar a los gobiernos en el desarrollo de planes de inversión para la creación de empleo.

Para lograr estos resultados, la FAO se ha asociado con otras agencias de las Naciones Unidas (tales como OIT, PNUD, ONUDI), instituciones financieras internacionales y bancos de desarrollo (como IFAD, AfDB, CDB), centros de investigación, sector privado y la sociedad civil.