Los suelos en el ciclo del agua

Los suelos almacenan y filtran el agua, mejorando la seguridad alimentaria y nuestra resiliencia a las inundaciones y sequías

Los suelos funcionales desempeñan un papel clave en el abastecimiento de agua limpia y en la resiliencia ante las inundaciones y sequías. La infiltración de agua a través del suelo atrapa los contaminantes e impide que estos se filtren en el agua freática. Además, el suelo captura y almacena agua, poniéndola a disposición de los cultivos para su absorción; de este modo, reduce al mínimo la superficie de evaporación y maximiza la eficacia y productividad en el uso del agua.

Los suelos sanos con un elevado contenido de materia orgánica tienen la capacidad de almacenar grandes cantidades de agua. En efecto, la materia orgánica puede retener alrededor de 20 veces su peso en agua. Esto es beneficioso no solo durante las sequías, cuando la humedad del suelo es crucial para el crecimiento de las plantas, sino también durante las lluvias intensas, porque el suelo reduce las inundaciones y las escorrentías al ralentizar el vertido de agua en los arroyos.

El agua es el “alma” de la práctica agrícola en el mundo entero

Por consiguiente, la mejora del manejo de la humedad del suelo es fundamental para la producción de alimentos y el abastecimiento de agua sostenibles. 

La disminución de la capacidad del suelo de aceptar, retener, liberar y trasladar agua reduce su productividad, trátese de cultivos, especies de pastos, arbustos o árboles. El gran desafío de los próximos decenios será aumentar la producción de alimentos con menos agua, en especial en los países con limitados recursos de agua y de tierra. Para minimizar el impacto de la sequía en la seguridad alimentaria, el suelo debe capturar el agua pluvial que cae sobre él, almacenar la mayor cantidad de agua posible para la futura utilización de la planta y permitir que las raíces de éstas penetren y proliferen. Los problemas o limitaciones de una o varias de estas condiciones hacen que la humedad del suelo sea un importante factor limitante para el crecimiento de los cultivos. En efecto, los escasos rendimientos de los cultivos se relacionan más a menudo con una insuficiencia de humedad del suelo que con una insuficiencia de precipitaciones.

Qué papel pueden desempeñar los agricultores?

 

Mediante la aplicación de prácticas agrícolas sostenibles, los agricultores pueden influir en la estructura y el contenido de materia orgánica del suelo para mejorar la infiltración y retención de agua. Las técnicas deficientes e insostenibles de manejo de la tierra también disminuyen el contenido de humedad del suelo. El exceso de cultivo, el sobrepastoreo y la deforestación someten a los recursos de suelo y agua a una gran tensión pues reducen la fertilidad de la capa arable y la cubierta vegetal, y llevan  a una mayor dependencia de los cultivos de regadío. Entre las prácticas de gestión sostenible de la agricultura y la tierra que pueden contribuir a mejorar la capacidad de retención de humedad del suelo figuran

Las cubiertas de residuos, los cultivos de protección y la cobertura del suelo con material orgánico, la labranza de conservación, la labranza cero, la agricultura de conservación, la utilización de cultivos de enraizamiento profundo, resistente a las sequías o con menos demanda de agua, la captura de la escorrentía, la captación del agua pluvial y el riego de precisión basado en los conocimientos.

La FAO en acción

La FAO presta apoyo a gobiernos y agricultores de todo el mundo con miras a maximizar y mantener los recursos de agua mediante prácticas agrícolas sostenibles y la mejora del manejo del agua. Entre las principales iniciativas figuran Agriculture Water Partnership for Africa (AgWA), la Iniciativa regional sobre la escasez de agua en el Cercano Oriente y el proyecto de soluciones a la gestión de los recursos hídricos agrícolas en el África subsahariana y la India.

 

26/08/2015

Compartir esta página